Noticias de Cantabria
07-06-2012 09:45

Hacienda no somos todos.

Está claro que Hacienda aplica dos pesos y dos medidas a los ciudadanos, a los sinvergüenzas les trata con guante de seda, a los que bien que mal intentan cumplir con sus obligaciones les trata como si fueran candidatos a delincuentes.

Bueno pues ya está. La amnistía fiscal está en marcha así que  ahora más que nunca deja de ser cierto aquel eslogan de que Hacienda somos todos. Pues no señor, Hacienda no somos todos, Hacienda somos algunos. Hacienda somos todos los que tenemos una nómina y declaramos hasta el último euro. Hacienda no son los defraudadores, los que evaden impuestos y capital. 

 

Eso sí, Hacienda debería de perseguir con especial interés precisamente a quienes defraudan cantidades millonarias, a quienes vienen sacando su dinero de España de manera opaca, a quienes se escaquean de pagar impuestos precisamente porque tienen a su disposición una corte de abogados que se saben las trampas necesarias para no tener que tributar al fisco. 

 

Si usted tiene mil millones de euros, pongamos que en Suiza, está de enhorabuena, Hacienda está dispuesta a recibirle como al hijo pródigo a cambio de una leve regañina y por la módica cantidad del 10 por ciento de lo defraudado. Que es usted un sinvergüenza que se dedica, pongamos por caso, al contrabando, al narcotráfico o a alguno de esos asquerosos negocios, tranquilo, tampoco tendrá problemas. Podrá repatriar su dinero sin que le pregunten cómo lo hizo ni por qué se lo llevó. 

 

Claro que si es usted un ciudadano normal y corriente, como lo somos todos, del montón, tenga muchísimo cuidado en caso de que Hacienda consideré que usted ha desgravado un IVA que ellos consideran que no se debe desgravar, aunque la cantidad no sobrepase los cien euros. O encomiéndense a todos los santos si se le ha  traspapelado una factura. Y continúe rezando todo lo que sepa rezar en caso de ser usted un autónomo si Hacienda llama a su puerta. 

 

Tengo un amigo que ha estado con una inspección abierta durante un año a cuenta de un IVA de 192 euros que Hacienda consideraba que no se podía desgravar. Y conozco a un pequeño empresario al que Hacienda le ha ahogado de tal manera que tiene que cerrar el negocio y pedir un crédito para pagar la multa que le ponen precisamente también a cuenta de si se podía desgravar o no determinados IVAS. Si estas personas en vez de ser ciudadanos de a pie hubiesen sido unos sinvergüenzas que hubiesen evadido el dinero a paraísos fiscales, en estos momentos estarían siendo tratados como ciudadanos de primera, con palmaditas en el hombro y la seguridad de que su delito no iba a tener consecuencias. 

 

En un momento en que el Gobierno ha decidido subir impuestos, recortar prestaciones sociales, rebajar sueldos, etc, etc, etc, resulta que se muestra extremadamente generoso con quienes vienen incumpliendo no solo con sus obligaciones ciudadanas sino con la ley. Desde el Gobierno se explica que estos defraudadores pagarán el 10 por ciento de lo que tienen y el solo decirlo irrita a todos los que, por ejemplo los autónomos, tienen que pagar casi el 50 por ciento de lo que ganan en impuestos. 

 

Cumplir la ley, pagar impuestos y no defraudar al Fisco merecen el mismo tratamiento que quienes defraudan impuestos y evaden dinero. Está claro que Hacienda aplica dos pesos y dos medidas a los ciudadanos, a los sinvergüenzas les trata con guante de seda, a los que bien que mal intentan cumplir con sus obligaciones les trata como si fueran candidatos a delincuentes. 

 

Lo diré alto y claro: esta amnistía fiscal es una vergüenza amen de una profunda injusticia.

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