Escaño Cero.- A vueltas con el T.C.
Los tribunales españoles no andan sobrados de prestigio debido a la politización de la Justicia. Los partidos políticos no terminan de asimilar que la independencia de los poderes del Estado es la base de la democracia, de manera que tienden a querer mangonearlo todo, también a los jueces.
Claro que los jueces también tienen su parte de culpa por dejarse mangonear, ya sea por ambición política, o por ambición profesional, habida cuenta de que al final muchas carreras dependen de cómo se lleven con el poder, y el poder no lo representa sólo el Gobierno sino también la oposición.
Ahora mismo, hemos vuelto a asistir a uno de esos espectáculos en que los políticos no disimulan sus intenciones a la hora de querer mediatizar a la Justicia. Me refiero a las declaraciones del presidente de la Generalitat, José Montilla, y del portavoz del PSC, Iceta, amen de otros dirigentes catalanes, pidiendo que se renueve el Tribunal Constitucional.
La petición para que se renueve se basa en que el actual Tribunal Constitucional no está siendo capaz de hacer una sentencia a favor del nuevo Estatuto de Cataluña. Porque la realidad es que se trata de eso, ahí es donde le duele a Montilla, pero también al resto de sus compañeros del PSOE por más que estos sean más discretos.
Mariano Rajoy se ha negado a que se renueve ahora el Tribunal, y el presidente Zapatero no ha podido por menos que darle la razón. Lo contrario habría sido un escándalo. Pero más allá de las intenciones de Montilla, no es de recibo que el Tribunal Constitucional lleve más de dos años para dictaminar si el Estatuto es o no constitucional, una tardanza que sólo tiene justificación en la excesiva dependencia de los miembros del Alto Tribunal de quienes les han nombrado, y cuando un magistrado, en este caso Manuel Aragón, decide ser leal a sus propias convicciones jurídicas, entonces se desatan contra él la caja de los truenos porque no responde a lo que quienes le nombraron esperan de él.
Y es que cada día que pasa se ve más claro que si el dictamen del Estatuto no sale es sencillamente porque lo que está predeterminado es que el Alto Tribunal diga que el Estatuto es constitucional, y hasta que los magistrado no logren ese acuerdo parece que no habrá sentencia, lo que, sin duda, es un escándalo. Como lo es que el presidente de la Generalitat pida que se renueve el Constitucional porque no terminan de darle el visto bueno al Estatuto.
A mí me escandaliza que la decisión del Tribunal tenga que ser o "sí" o "sí" porque si los miembros del Alto Tribunal no se pueden permitir ser independientes en vez de deudos de quienes les nombraron, entonces hay que apagar y marcharse.
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