El futuro está en sus manos
En la campaña electoral de 1977 el PSOE eligió como slogan "El futuro está en tus manos", "La educación está en tus manos", "La sanidad está en tus manos", etc. Era una buena campaña, a mi juicio la mejor de aquellas históricas elecciones.
Me he acordado de este slogan pensando en que el próximo día 13 los militantes socialistas votarán a su nuevo secretario general y de alguna manera con su elección no solo está en sus manos, en esas casi doscientas mil manos, el destino del PSOE, sino que su decisión afectará al futuro de todos nosotros, en definitiva al futuro del país. Por un momento he pensado que la elección del secretario general del PSOE es demasiado importante para que la decidan solo doscientas mil personas, que deberíamos poder opinar el resto de los ciudadanos a la manera que en Francia los socialistas invitaron a sus conciudadanos a elegir a su candidato a la Presidencia de la República y resultó elegido Francois Holland.
Pero volviendo a la realidad, es decir aquí y ahora, lo cierto es que en la elección del 13 nos jugamos mucho todos, porque al fin y al cabo son las persona las que representan los proyectos, y es evidente que el PSOE de Eduardo Madina no sería igual que el de Pedro Sánchez o el del profesor Pérez Tapia. Los tres son socialistas, sí, pero con personalidades muy distintas.
Durante el debate que celebraron los candidatos se puso de manifiesto la falta de "química" entre Madina y Sánchez, y una cierta condescendencia de ambos hacia Pérez Tapia al que parecían no considerar un rival capaz de ensombrecer sus candidaturas. Craso error, porque como hace muchos años le escuché decir a Felipe González el PSOE tiene un cuarto de litro de sangre ácrata. Se refería en aquel momento en que en el PSOE se sabía como empezaba un congreso pero no como terminaba. Más o menos lo que puede suceder ahora. Nadie sabe por donde va a salir la militancia si efectivamente ejercen su derecho a voto con absoluta libertad sin tener en cuenta intereses territoriales o de sus jefes de filas locales.
El caso es que es mucho lo que se juega la familia socialista el 13 de julio pero también es mucho lo que se juega nuestro país teniendo en cuenta que el PSOE ha sido parte importante para la vertebración de España y para la estabilidad general.
El PSOE no puede volver a cerrar en falso un congreso pero sobre todo salga quién salga elegido necesitará el apoyo firme de toda la organización y además para ponerse a trabajar inmediatamente para recuperar la credibilidad del partido y recuperar sus señas de identidad, por lo menos las socialdemócratas.
En los últimos años, los años del Gobierno Zapatero, los socialistas estuvieron ocupados en asuntos que poco tenían que ver con los problemas reales de la sociedad. Se olvidaron de hacer políticas sociales y de combatir la desigualdad. Es de esperar que el nuevo secretario general, sea quien sea, no pierda el tiempo en políticas gestuales. Por ejemplo el convertir España en un Estado laico puede ser un objetivo respetable pero no es una prioridad. Como no lo es denunciar el Concordato. Hay que recordar que la Constitución dice que nuestro país es "aconfesional" aunque reconoce la importancia de la Iglesia Católica. En mi opinión las cosas están bien como están porque, negar, aunque solo sea desde el punto de vista cultural que somos herederos de la cultura judeo-cristiana, de Grecia y Roma, es tanto como no reconocernos a nosotros mismos. De manera que lo del laicismo está muy bien pero la prioridad del país es el paro, es garantizar la sanidad universal, recuperar la política de becas, garantizar el funcionamiento de la ley de Dependencia, etc, etc.
El domingo 13 de julio casi doscientas mil personas van a votar al próximo secretario general del PSOE. Esperemos que acierten porque de su voto dependemos todos.
Sé el primero en comentar