El consejero Sierra monta un "liuco" al querer cambiar las señas de identidad de Cantabria por la puerta pequeña

.No es un sainete pero pudiera serlo. ¿Nos están diciendo desde la Consejería de Justicia de Sierra que cualquier gobierno cuando llega puede cambiar los símbolos de Cantabria como le venga en gana? SI y NO.
En primer lugar habría que aclarar si ese concursillo tiene como fin cambiar, modificar o ampliar las señas de identidad de Cantabria o solo se ha tratado de perder el tiempo, marear la perdiz, llamar la atención para que nos enteremos que  la Consejería de Presidencia existe después de casi dos años de legislatura.

En efecto, si es lo anterior entendemos que falla el procedimiento, pudiera ser todo ilegal, -dependiendo de lo que se pretenda-, y sus actores promotores caer en el ridículo ya que el cambio de las señas de identidad de Cantabria tiene otro marco al margen del concursillo y que es el parlamentario y jurídico por lo que nos parece todo una chapuza mayúscula y más proviniendo de la consejeria que se titula de Justicia y que preside el consejero Sierra que se le exige por naturaleza escrupulosidad jurídica. En un país democrático ya se hubiese pedido la dimisión. ¿Lo que nos están diciendo desde la Consejería de Justicia es que cualquier gobierno cuando llega puede cambiar los símbolos de Cantabria como le venga en gana? Penoso.
La Consejería,pretende con una nota-declaración liar más este tema involucrando al PP y asi politizar un error ab initio que deberían enmendar inmediatamente retirando ese concursillo y aclarando lo que se pretendía. Si quieren meter el famoso Labaro pues que vayan al Parlamento y lo debatan pero no anden mareando a los ciudadanos porque los ciudadanos tienen mayoría de edad y no son tontos a pesar de tener que  aguantar las tonterías e incapacidades de ciertos presuntos políticos.
 El señor Sierra sigue entre bambalinas como si la “cosa” no fuese con él. En efecto todavía no ha dicho nada sobre este tema al darse cuenta tarde de la chapuza y buscará la forma de rectificar, muy propia, sin que se note, porque sabe o debería saber que cambiar las señas de identidad de Cantabria requiere de un procedimiento especial y no un concursillo de ideas.

Todo lo actuado tiene tintes de chabacanería, falta rigor y seriedad. Primero habría que acudir al Parlamento y si éste adopta la decisión de modificar algo habría que hacer no un concursillo sino un concurso específico y profesional. ¡Por favor que no es un juego escolar  de ver quien hace el dibujo más bonito! Ideas todos tenemos, buenas y malas, pero este concursillo ya ha traspasado nuestras fronteras y Cantabria vuelve a estar en candelero pero por frivolidad institucional.  Este grave error, a fuer de ser benévolos, se ha cometido por la Consejeria de Presidencia y su máximo responsable es Sierra por lo que no lo pongan peor involucrando al PP para politizarlo cuando es simplemente una metedura de pata en grado superlativo. Los ciudadanos hace años que ya tienen mayoría de edad a pesar de los políticos y lo que debería hacer en definitiva el señor Sierra, Consejero de Presidencia y de Justicia es cerrar esta polémica cancelar el concurso, pedir disculpas, y si quiere volver a empezar que empiece pero desde los parámetros de rigor jurídico, parlamentario y de sentido común. Penoso, le agradeceríamos a Rafael Sierra que si no tiene algo importante que acometer como consejero continué inerte como hasta ahora y no intente engañar al personal con perogrulladas, que no tome iniciativas vacuas que no van a ninguna parte.