Noticias de Cantabria
11-04-2017 18:30

El Brexit, una oportunidad

Las recientes declaraciones de algunos líderes “tories” sacan a la luz los viejos fantasmas británicos: europeos sí, pero en nuestra isla. Siempre ha habido en el Reino Unido un recelo permanente hacia la Unión Europea; la prueba es que nunca se integró completamente, jamás hubieran permitido desprenderse de su libra por el euro.

La presión de los euroescépticos ha venido cobrando mayor peso en las filas del partido conservador y se canalizó finalmente por medio del Primer Ministro David Camerón, quien pocas fechas después de convocar el referéndum escocés, convocó el de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Aquí los euroescépticos y especialmente los eurófobos jugaron fuerte hasta obtener la salida. Comenzó el “Brexit”.

Bien mirado la Unión Europea, cuando los británicos han decidido abandonarla, no se encontraba, ni se encuentra en su mejor momento. No es la crisis de liderazgo que también, sino una Unión excesivamente burocratizada, en la que el ciudadano no se ve representado, el Parlamento no controla las grandes decisiones que son retenidas por la Comisión y el Consejo. Además es excesivamente costosa y desequilibrada y que a pesar de la política de subvenciones no lo ha resuelto aunque lo haya paliado. Es más, esta política también ha sido en múltiples casos fuente de corrupción y descontrol en los países receptores que veían en esos “regalos” una importante fuente de financiación partidista.

Al fin y al cabo en la Unión Europea ha triunfado la socialdemocracia, sinónimo de bienestar, ha alcanzado su zenit de seguridad y tranquilidad, logrando la gratuidad en la sanidad, la educación y otros servicios básicos, pero esos logros son el sinónimo de burocracia, estancamiento y recesión.

Muchos europeos entienden que su calidad de vida es innata al sistema, que no precisa de mayor esfuerzo, que el sólo hecho de haber nacido en este área geográfica les da derecho a vivir bien, y ojalá fuera así. Perciben el estado de bienestar como algo, o alguien, que le ha facilitar esas mejoras de la calidad de vida sin tener que pelear por ello, son derechos sin contrapartidas.

Por eso Europa precisa de una relectura, de unas nuevas bases para el entendimiento y la colaboración, se ha hecho tanto y se ha avanzado tanto que no se puede ni debe perder, pero esas nuevas bases, agotada la socialdemocracia, sólo tiene salida a través de una nueva concepción ideológica.

La crisis de liderazgo ha abierto las puertas a nuevas políticas que se apoyen en el liberalismo democrático, que no arrojará nada de lo conseguido por la borda de la historia, pues se basa en la libertad e igualdad del hombre; concepción liberal ésta nacida en los siglos XV y XVI en la Escuela de Salamanca.

Habrá que hacer comprender a los europeos que sin esfuerzo no hay beneficio, sin trabajo no hay bienestar y aunque el Estado sea un corrector de las desigualdades, no es la última ratio del sistema, sino en la libertad de cada uno, en el esfuerzo creativo del hombre como ser individual y en el trabajo sin trabas, ni burocracias, como formas de contener a un Estado superprotector y esclavizante a la par.

 

Y ahí es donde nos encontramos, en una Europa estancada, que creció y mejoró la vida de los ciudadanos, les hizo poco responsables ya que en sus entrañas llevaba la contradicción para su propio quebranto; y por si fuera poco, hoy amenazada su seguridad por el extremismo islamista. Europa sin duda se encuentra en una situación convulsa, en una encrucijada, de tal suerte que el Brexit puede ser la gran oportunidad para repensarnos y planificar la Europa libre y Unida de los próximos cincuenta años.

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Comentarios(1):

CMM - 12-04-2017

Querido amigo y compañero estoy totalmente de acuerdo en tu reflexión que haces del porqué se marcha Gran Bretaña, Reino Unido, de la unión europea y mucho más todavía estoy de acuerdo en que si se marchan han buscado el mejor momento porque Europa no funciona. Europa necesita hacer dejación de sus derechos soberanistas y obligarse con sus compromisos y no lo hace porque la soberanía todavía sigue residiendo al 100 × 100 excepto en cuestiones económicas de sus propios países. Europa crecerá como verdadera unión cuando tenga y disponga de un ejército europeo que haga cumplir las leyes y enseñe pabellón en los mares