21-05-2007 17:07
De cómo falsear la democracia liberal
SANCHO MICHELL DE DIEGO: "La última de Chávez ha sido acelerar un claro proceso hacia la voladura controlada de la sociedad civil venezolana a través de maniobras de nacionalización empresarial, como pretende su homólogo boliviano, Evo Morales".
Piensa el dictador venezolano Hugo Chávez que el mero hecho de que en su país se celebren unas elecciones cada cierto tiempo supone que en Venezuela está establecido un sistema democrático con todas las de la ley. Y es que una democracia liberal se caracteriza, fundamentalmente, no sólo por escoger representantes en el Parlamento o en el Gobierno periódicamente, sino por vetar ciertas conductas y ciertos excesos; o dicho de otra forma, limitar el poder que éstos ejercen sobre los individuos. Se establece así una balanza en el que el contrapeso de dicho poder no interfiera en las libertades individuales; y no digamos si nos referimos a una cuestión primordial como son los Derechos Humanos.
Bajo esa denominación de “democracia” se parapetan dictaduras al más puro estilo bananero, que lo único que consiguen es esconder bajo sus faldas verdaderos regímenes dictatoriales. La última de Chávez ha sido acelerar un claro proceso hacia la voladura controlada de la sociedad civil venezolana a través de maniobras de nacionalización empresarial, como pretende su homólogo boliviano, Evo Morales. Todo ello con el catalizador de la supresión de ciertos medios de comunicación.
Otro escenario preocupante sigue siendo Cuba; nos encontramos en fechas de la celebración del 105 aniversario de su independencia, motivo de felicitación, como así lo hiciera George Bush, no sin dejar de desear para la Isla un futuro de dignidad, derechos humanos, libertad y oportunidades.
En España, la bochornosa política de diálogo y amistad con la dictadura de Fidel Castro puesta en práctica por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero no deja indiferente a nadie, salvo a la progresía izquierdista más rancia y casposa. Todavía esperamos que por boca del Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reconozca la existencia de presos políticos en Cuba; lo único que se hace con esta actitud es evidenciar, cada día mucho más, un notable compadreo con dictadores y terroristas. Para Zapatero, más que nunca, la libertad tiene un precio, y ésta es negociable.
Un dato revelador al respecto fueron las afirmaciones del Ministro de Exteriores cubano, Pérez Roque, para quien se vuelven a establecer las relaciones diplomáticos entre ambos países tras comprobar que España "no sigue una posición mimética, de palafrenero de la política estadounidense". Pues lo llevamos claro si seguimos compadreando con estos tres elementos; y es que parece que Rodríguez Zapatero se siente más cómodo con estos compañeros de viaje que con los líderes franceses, alemanes, británicos, italianos o norteamericanos. Si actualmente somos el hazmerreír de la diplomacia europea por los errores mayúsculos cometidos por el Ejecutivo, qué será de nosotros bajo el mandato socialista otros cuatro años más.
Bajo esa denominación de “democracia” se parapetan dictaduras al más puro estilo bananero, que lo único que consiguen es esconder bajo sus faldas verdaderos regímenes dictatoriales. La última de Chávez ha sido acelerar un claro proceso hacia la voladura controlada de la sociedad civil venezolana a través de maniobras de nacionalización empresarial, como pretende su homólogo boliviano, Evo Morales. Todo ello con el catalizador de la supresión de ciertos medios de comunicación.
Otro escenario preocupante sigue siendo Cuba; nos encontramos en fechas de la celebración del 105 aniversario de su independencia, motivo de felicitación, como así lo hiciera George Bush, no sin dejar de desear para la Isla un futuro de dignidad, derechos humanos, libertad y oportunidades.
En España, la bochornosa política de diálogo y amistad con la dictadura de Fidel Castro puesta en práctica por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero no deja indiferente a nadie, salvo a la progresía izquierdista más rancia y casposa. Todavía esperamos que por boca del Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reconozca la existencia de presos políticos en Cuba; lo único que se hace con esta actitud es evidenciar, cada día mucho más, un notable compadreo con dictadores y terroristas. Para Zapatero, más que nunca, la libertad tiene un precio, y ésta es negociable.
Un dato revelador al respecto fueron las afirmaciones del Ministro de Exteriores cubano, Pérez Roque, para quien se vuelven a establecer las relaciones diplomáticos entre ambos países tras comprobar que España "no sigue una posición mimética, de palafrenero de la política estadounidense". Pues lo llevamos claro si seguimos compadreando con estos tres elementos; y es que parece que Rodríguez Zapatero se siente más cómodo con estos compañeros de viaje que con los líderes franceses, alemanes, británicos, italianos o norteamericanos. Si actualmente somos el hazmerreír de la diplomacia europea por los errores mayúsculos cometidos por el Ejecutivo, qué será de nosotros bajo el mandato socialista otros cuatro años más.
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Comentarios(2):
No creo sea comparativo, ya puede Ud. perdonar, las acciones de Evo Morales con las de Hugo Chávez. El primero mira, a su manera, por su pais que durante años ha sido tiranizado por las empresas extranjeras y el segundo.... yo creo que es un iluminado que se ha aprovechado de una situación económica y política a la baja. Pero a grandes rasgos, repito, creo honradamente que no son iguales.
Me parece que te has confundido, las elecciones seran el año que viene si no se adelantan.Este escrito no es un articulo es una arenga.puaff.cuando usted razone, que no dudamos que tenga razón ,sera cuando madure en sus consideraciones .No basta decirlas hay que saber decirlas.Y perdone que sea tan franco.Yo si soy liberal pero practicante.