Noticias de Cantabria
21-12-2016 06:39

Cuento de Navidad

Erase una vez un país que llegó a la Navidad con una tasa de paro altísima, con unas desigualdades sociales importantes, con una gran cantidad de políticos corruptos, con una alta tasa de pobreza, donde sus gentes no podían pagar las facturas de la calefacción, del agua, de los impuestos y de los gastos corrientes, un país que mandaba a sus profesionales a trabajar al extranjero, pero que recibía de otros países profesionales para laboratorios...

Érase una vez un país que llegó a la Navidad con una tasa de paro altísima, con unas desigualdades sociales importantes, con una gran cantidad de políticos corruptos, con una alta tasa de pobreza, donde sus gentes no podían pagar las facturas de la calefacción, del agua, de los impuestos y de los gastos corrientes, un país que mandaba a sus profesionales a trabajar al extranjero, pero que recibía de otros países profesionales para laboratorios, hospitales, etc…, en fin un país boca arriba, un país que se llamaba Todo al Revés.

Pues bien, cuando llegaron las queridas navidades, los ciudadanos enviaron sus cartas a Papa Noel pidiéndole que el Gobierno arreglara estos desequilibrios, que hubiera trabajo, que no se robara, que no hubiera crímenes género, que no se cortase la luz a los pobres, que todos los políticos fueran honrados, que los corruptos que robaran devolvieran todo, total, un sinfín de peticiones que cuando las puso en su trineo pesaban tanto que sus renos no podían con él.

Papa Noel, decidió quitar peso al trineo e ir quitando de enmedio los problemas menos importantes y comenzó a ordenar la carga por su importancia.

Pero claro, se dio cuenta que todas estas peticiones, todos estos desequilibrios, todos estos problemas, estaban interrelacionados entre sí y si quitaba uno, perjudicaba a otro, y si quitaba otro, perjudicaba a uno, no había por donde tocarlo, “Todo al Revés”.

Entonces, cuando lo daba todo por perdido, un Nomo se le apareció y le dio la solución al problema para que ese país dejase de estar al revés.

Para arreglar esto el Nomo le dijo que habría que eliminar las puertas giratorias para cualquier responsable político, los corruptos debían devolver todo lo robado, nadie debería estar aforado, las listas de los electos deberían ser abiertas, no debería haber disciplina de voto, los políticos deberían tener el mismo tratamiento para su pensión que cualquier trabajador, eliminación de dietas, coches oficiales y cualquier tipo de regalos, teléfonos, ordenadores etc…

Estas y muchas otras recomendaciones sí cabían en el trineo, por lo que Papa Noel despegó y llevó las soluciones del Nomo al Gobierno. Después de entregarlas, se fue contento con la sensación de deber cumplido y de haber llevado la ilusión a todos los hogares de “Todo al Revés”.

Pero cuando se fue y el Gobierno se quedó solo, tiró todas las peticiones a la papelera al comprobar que ese país se parecía a otro que no tenía una fácil solución, España.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

 

  

 

 

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