Vivir del cuento. Por Carlos Magdalena

 

   Estás en un restaurante-bar y se te acerca, te saluda muy efusivamente, aunque a veces no les conoces de nada y te ves en la obligación de pagarle su consumición, su vino, o su cerveza o lo que haga falta, y de la misma manera que ha llegado se marcha por el mismo sitio después de estar un minuto con sonrisa bobalicona del postureo.  
 

    Esta introducción me sirve para invocar lo que quiere hacer ese ínclito presidente nuestro que tenemos y que ha sido apoyado por los independentistas catalanes y vascos, que no quieren ser españoles ni pertenecer a la nación de España, pero se han arrimado al carro, y no olvidemos al Coletas con mención especial. 
Naturalmente que el fondo de nuestra reflexión es la movida que están creando Pedro y Pablo para intentar presentar unos presupuestos en Bruselas que sean creíbles, que no lo son, por más que se quiera ocultar la verdad de lo que pasa en nuestro país en lo que se refiere a su caótica gestión por muy edulcorados que los presenten.
 

   Después de las comparecencias abusivas del tele predicador Sánchez en todas las televisiones durante la pandemia, y que se parecían al famoso -Aló- de Maduro en Venezuela, y de superar las fases 1.2 y 3 llegan los rebrotes. Pero dejemos los rebrotes porque Sánchez ha dicho que no nos amilanemos con ellos y que consumamos porque ahora toca el asunto Bruselas presentando Pedro y Pablo unos presupuestos para que sean atendidos por los financieros de la sede administrativa de la Unión Europea que no son unos cualquiera y tienen fama de estar preparados, no unos “ Garamendis “ cualquiera que le bailan la danza del aro al presidente Sánchez, así que difícilmente se les puede engañar. 
 

    Pedro y Pablo están documentando y apoyando  sus presupuestos con los sindicatos y  con la inestimable ayuda de ese chico tan majo y bien vestido que se llama Garamendi (presidente de la CEOE para desgracia de los empresarios) que imagino que sabe estar y besar muy bien la mano a las señoras de alto copete y que le ponen a firmar cualquier panfleto y lo firma obediente el gachó. Imagino que tanto apoyo desinteresado tendrá o ya ha tenido su recompensa.

     Pero me parece a mí que por más mentirijillas que lleven a Bruselas, los países del Norte: Holanda, Dinamarca con su famosa sirenita en Copenhague  entre otros, que son buenos gestores y ahorradores, le van a decir que sí, que verde se las han segado, que les darán el dinero a los españoles  pero de otra manera, que todo subvención y todo gratis nada de nada, que se pongan a trabajar y que salven el sistema productivo español o que lo modifiquen para que sea realmente productivo,  rentable y de las subvenciones que se olviden.
 

    Pedro y Pablo se creen que les van a dar del ala esos 144.000 millones de euros para que ellos lo destinen a comprar votos para las próximas elecciones, para pagar subvenciones a las miles y miles de asociaciones que mantienen como un ejército en retaguardia para cuando el jefe les diga ¡banzai! ellos” prietas las filas”se manifiesten por nosotros, no por ellos, para salvar nuestra economía y vidas. ¡Anda ya!

 
Me temo que en esta ocasión con esta estrategia barata les va a salir chunga la tirada.