Visitar nuestras queserías artesanas…, por Pedro Arce Díez

   Semana tras semana he venido mostrando la historia, circunstancias y productos de la mayoría de estas queserías, que pueden satisfacer los gustos queseros de todos nosotros…

   Pero hoy quiero poner el acento en un aspecto que pasa demasiado desapercibido, como es la oferta de otras actividades que existen en estas queserías y que es un complemento importante para las mismas y un atractivo para los visitantes. La mayor parte de ellas son visitables, pero no existe una señalización de las mismas, lo que ya he reclamado en la obra recientemente publicada de “Los Quesos en Cantabria”; y esta señalización normalizada debiera ser función de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, cuyo Consejero me consta que tiene una actitud positiva de apoyo a esta industria agroalimentaria.

   Casi todas las queserías de Cantabria reciben visitas, para que los ciudadanos conozcan sus instalaciones, cómo se elabora el queso artesano y puedan adquirir en las mismas sus productos que, como acabo de afirmar, suelen ser muy variados y podemos hablar de una panoplia de unos 250 productos diferentes, lo que es un lujo para Cantabria.

      Pero este artículo quiere incidir en algunas queserías que están haciendo un esfuerzo por ofrecer otras actividades, que complementan la visita y hacen muy instructiva y agradable la visita. Y les cito algunas, sin ser exhaustivo:

• Algunas queserías han organizado las queserías, de forma agradable y adecuada sanitariamente, como el “escaparate” (a través de una gran cristalera) que tiene la quesería de Las Brañas de Liébana de Pendes, la que además “vende” algunas de las excelencias del entorno, como el castañar milenario de El Habario.

• Es importante que no se pierda la riqueza histórica y etnográfica del mundo lácteo y, especialmente, quesero; y así tenemos algunas queserías que guardan objetos etnográficos, instrumentos y útiles del pasado, documentación diversa, etc., como les sucede a las queserías de Rio Deva en Camaleño, El Carmen en Camargo o La Pasiega de Peña Pelada en La Cavada. Y ello sin mencionar el Museo del Queso Manuel Arroyo, cuya colección es única.

• Y, aún más, pues la Quesería Alles de Bejes tiene un Centro de Interpretación de gran interés, que puede ser visitado.

• Alguna quesería ha optado por tener un albergue junto a la misma, como le sucede a Quesoba de Sangas de Soba, quesería que también oferta la posibilidad de degustar quesos y comer en la misma, con una encomiable calidad que he podido comprobar.

• Quizás sea la Granja Cudaña quien ha llegado más lejos para ofrecer una visita más completa, participativa e instructiva, que es un ejemplo a seguir y donde tienen el lema de que “Solo el Amor supera a la Leche de Cudaña”. En esta granja, los visitantes pueden admirar su excelente ganadería y el manejo de la misma, la quesería y degustar sus excelentes productos; pero son los niños los que más disfrutan de la experiencia, pues pueden participar en un taller de queso o de quesada, dar el biberón a los terneros recién nacidos, divertirse en un pequeño parque de ocio, ya sea en el laberinto de la hierba, el laberinto del maíz o la tirolina; experiencias que no olvidarán fácilmente y que la visita sea del agrado de toda la familia o grupo de visitantes.

¡La lista sería muy larga y excedería la dimensión de este artículo!...

     Lo que se pretende es que los ciudadanos y visitantes de Cantabria aprovechen estos recursos, porque les va a agradar, se lo pasarán bien y, especialmente los niños, pueden tener una experiencia vital interesante. Es un recurso gastronómico, turístico y lúdico que debe promocionarse adecuadamente.

    Y también albergo la esperanza que los queseros puedan conocer estas y otras experiencias, las pongan en práctica y encuentren y ofrezcan actividades complementarias que solo la imaginación y posibilidades de cada uno de ellos pondrán los límites.

     Y, finalmente, quiero decir a los lectores que adquirir el queso artesano de Cantabria es ayudar al sector agroalimentario de nuestra región, que también se ha visto afectado por la crisis que estamos atravesando; y degustar sus quesos es un placer para nuestros sentidos… Entre todos podemos contribuir a apoyar al mundo rural y al despoblamiento de nuestros pueblos y aldeas.