Noticias de Cantabria
Opinión 01-04-2018 08:33

Tragedia en el Pacífico

John Fisher, tripulante del barco Sun Hung Kai/Scallywag, mientras competía en la Volvo Ocean Race, desaparece al caer al mar en el Pacífico Sur y causa consternación a sus compañeros, al resto de la flota y a los aficionados a la vela en general.

La Volvo Ocean Race, es una competición de vela por etapas alrededor del mundo, una competición que todos los años nos tiene enganchados por su belleza, competitividad, por la igualdad de los barcos, tripulaciones, etc…

Este año tenemos a dos cántabros compitiendo a bordo del Mapfre, Pablo Arrarte y Antonio “Ñeti” Cuervas-Mons, así como varios españoles más repartidos por los otros barcos.

Lo interesante de esta competición, además de la tripulación, la ruta y todo el montaje alrededor de ella, es que todos los barcos son iguales, por lo que la etapa la gana quien navegue mejor, emplee la mejor táctica, coja mejores vientos, etc…es decir, quien lo haga mejor.

Esta competición conlleva un riesgo importante, debido a que al tener que aproximarse en varias ocasiones al extremo sur, las condiciones de navegación son extremadamente duras. En ocasiones tienen que luchar con vientos de 40 nudos entre olas de 7 u 8 metros y aguas gélidas, lo que supone un riesgo extremo.

El pasado lunes, 26 de marzo, cuando el barco chino Sun Hung Kai/Scallywag navegaba a 2.600 kilómetros al oeste del Cabo de Hornos y debido a un golde de una ola gigantesca provoca que la botavara golpee brutalmente en la cabeza a John Fisher y lo lance por la borda al agua, desapareciendo inmediatamente.

En esos momentos el barco navegaba bajo vientos de 35-45 nudos (68-88 km/h) entre olas de 4 a 5 metros, con chubascos constantes que reducían mucho la visibilidad y a falta de 15 minutos para amanecer, con un solo rizo en la mayor y el foque j2. Parece ser que la vela fraccionaria (el Código Cero) fue izada, pero siguió enrollada, por lo que el tripulante John Fisher quiso desbloquear el Código Cero y se tuvo que desabrochar el arnés para avanzar por cubierta. En ese momento la botavara barrió el barco en la trasluchada debido al golpe de una ola gigante y le golpeó en la cabeza con las consecuencias sabidas.

La tripulación cree que John estaba inconsciente por el golpe antes de caer al agua. Aunque llevaba el traje de supervivencia con capucha, guantes y chaleco salvavidas, la situación en estos casos es extrema por la frialdad de las aguas en esas latitudes.

El tiempo de salvamento en estos casos en primordial ya que por mucho traje que se lleve, en poco tiempo es imposible sobrevivir. Los compañeros inmediatamente lanzaron la boya JON de señalización y la boya hinchable de herradura para marcar la posición, tardaron unos preciosos minutos en tener el barco bajo control y poner el motor para regresar al punto donde ocurrió el accidente.

Durante varias horas estuvieron buscando en unas condiciones climatológicas extremas sin encontrar a John ni a las boyas, por lo que tuvieron que tomar la decisión de abandonar y dirigirse a la costa chilena para salvaguardar al resto de la tripulación.

El Centro de Coordinación de Rescate Marítimo y Control de Regata en Alicante contactó con el barco más cercano al suceso, pero debido a su velocidad de navegación estaba a un día de distancia. El resto de la flota estaba en esos momentos a 200 millas aproximadamente a favor del viento, por lo que enviarles de vuelta para colaborar en la búsqueda no era una opción viable.

No es la primera vez que ocurre en esta regata, ya en años anteriores ha habido otras muertes por motivos parecidos, lo que hace que esta aventura sea extremadamente peligrosa.

Esperemos que no vuelva a ocurrir ninguna otra desaparición y la regata termine sin más incidentes, descanse en paz John Fisher.

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Comentarios(3):

Jesús - 12-09-2018

Buen artículo Don Paco. Me ha encantado.

morenaclara - 05-04-2018

uffffffffffffffff

Chema - 04-04-2018

Efectivamente, es una competición muy dura. Que en paz descanse John Fisher.