OLIMPIADA POPULAR DE 1936

Paralelamente a estos Juegos Olímpicos, se programó la llamada Olimpiada Popular en Barcelona, la cual iba a celebrarse entre el 17 y el 26 de Julio de 1.936, pero nunca llegó a celebrarse ya que un día antes hubo un golpe de estado contra la República, dando lugar a la Guerra Civil Española.

Todo estaba preparado, incluso muchos de los atletas estaban ya en sus residencias, otros nunca llegaron a Barcelona al estallar la guerra y cerrar las fronteras.

Se habían organizado tres categorías de participación, nacional, regional y local, así las delegaciones nacionales podían mandar en cada modalidad deportiva tres representaciones de esta manera no sería una competición entre Estados y podrían participar equipos no estatales, como Marruecos francés y Marruecos español.

Hubo 22 naciones inscritas y cerca de 6.000 atletas. Estados Unidos, Francia, Países Bajos, Bélgica, Checoeslovaquia, Dinamarca, Noruega, Suecia o Argelia eran los países con más representación y los más importantes. Había países con equipos exiliados, judíos, exiliados vascos, catalanes, alemanes e italianos.

En el caso de los atletas exiliados de Alemania e Italia, la mayoría de los equipos estaba compuestos por asociaciones y clubes deportivos sindicales y partidos de izquierda y no a las federaciones oficiales.

La sede de la Villa Olímpica se situó en los alojamientos y hoteles de la Exposición Internacional de 1.929 y el Estadio de Montjuic.

Pero con el estallido de la Guerra Civil, los Juegos se cancelaron urgentemente, algunos atletas nunca llegaron a Barcelona, la mayoría de los que estaban, se fueron precipitadamente y un grupo de al menos 200 se quedaron en España y se unieron a las milicias obreras para luchar por la II República en la guerra.

Una de las atletas más conocidas que se quedó, fue la suiza Clara Thalmann, comprometida con los republicanos, acabó presa y liberada en 1.937. También participó con la resistencia durante la invasión nazi.

Posteriormente en 1.992, Barcelona consiguió ser sede de los Juegos Olímpicos, esta vez oficiales y según muchos, unos de los mejores de la historiay para el medallero español, los mejores de la historia sin ninguna duda.

Sería bueno que España consiguiera de nuevo organizar unos Juegos Olímpicos, por mucho que algún príncipe inoportuno, miembro del Comité Olímpico, diga que en España hay inestabilidad y terrorismo vetando su designación, pero eso sí, él viene con asiduidad aquí a disfrutar de nuestro país y de sus cotos privados de caza.