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Opinión 17-08-2019 07:00

Luís, el del Español de Selaya…, por Pedro Arce Díez

Siempre un viaje al valle de Carriedo es una experiencia magnífica; su verde paisaje sembrado de cabañas, sus acogedores núcleos rurales, su cultura, los monumentos, los productores artesanos de sobaos, quesadas, quesos, miel, etc., la asistencia a la fiesta de la Virgen de Valvanuz y sus gentes, hospitalarias y deseosas de atender al visitante…


Y entre sus gentes, hoy quiero hablar de Luís y su bar-restaurante, el Español, muy conocido entre propios y extraños y de donde todos salen satisfechos. Luís Sáez Pérez del Camino (Selaya, 1949) ha mamado desde niño este mundo de la hostelería que, aunque recientemente jubilado, no la abandona, solo que ahora en vez de estar dentro de la barra, está fuera, convive con los clientes, echa la partida y disfruta al comprobar cómo el negocio sigue con todo el equipo que él ha formado durante décadas.

 

Cuando se accede al Bar-RestautanteEspañol, se aprecia una barra bien colmada de bebidas y otros objetos propios de la hostelería, con un movimiento inusitado; a la derecha, un cuadro que plasma a Luís, “el del Español”, con algunos de los referentes de la zona, como el santuario de la Virgen de Valvanuz, los verdes prados salpicados de cabañas, etc. En las imágenes inferiores, el cliente ya tiene colgada en el exterior del restaurante el menú del día, para que sepa a qué atenerse; y Luís recibe a todos con gran hospitalidad, tal como muestra la imagen de la derecha, entre Higinio Gutiérrez y Pedro Arce, quien esto escribe

 

 

Este lugar data de 1910 y fue levantado por un jándalo de Cádiz que retornó al lugar; a partir del año 1931 ya tomó las riendas del mismo la familia de Luís y fueron sus padres quienes regentaron lo que primero fue un café, aunque al lado tenían la tienda donde se vendía de todo y también regentaban la central de teléfonos, artilugio de épocas pasadas, pero que era la primitiva forma de comunicarnos.

 


Y mientras sus padres atendían el negocio, en tiempos en que no se cerraba nunca, tuvieron nueve hijos, algunos ya fallecidos como su hermano Chus, habitual de la barra del Español.

 


El bar restaurante Español –actualmente “Restaurante Español “Luís” Bar- es más que centenario, ocupa todo el vetusto edificio y aloja en toda su planta baja el bar y restaurante, organizado y decorado con gran gusto, donde se mezclan las personas que toman el blanco o el aperitivo, los que quieren saciar su apetito y aquellos que van a jugar la partida, como sucede en muchos establecimientos de nuestros pueblos; y observo que ya muchos clientes se conocen y ello siempre es buena señal, pues es un lugar familiar, cercano y hospitalario, donde atender bien al cliente es lo primero. Bastantes mesas, con manteles y servilletas de tela y correctamente atendidos por el personal.


Es una cocina tradicional y casera, que no sabe de modas pasajeras y que lleva décadas haciéndolo bien y al gusto del público y no hay por qué cambiar; y utiliza preferentemente los ingredientes de la zona, donde hay buenos productos de la tierra y mejor ganado pastando por sus verdes laderas, del que se obtiene una carne magnífica y unos productos lácteos insuperables, sean sobaos pasiegos, quesadas, arroz con leche o natillas, por poner algunos ejemplos. Hay muchos y buenos restaurantes de comida casera repartidos por toda la región donde las cocineras son el alma del negocio y de la calidad de los platos; en este caso, la cocinera es Mª Luz Abascal Sainz de la Maza, esposa de Luís, ayudada por otras personas como Merche.¡Vaya aquí mi reconocimiento a todas las buenas cocineras de Cantabria!

 

Estas alubias rojas siempre son excepcionales; a la derecha, en una mesa del restaurante Español de Selaya, el grupo gastronómico que se reúne todos los segundos jueves de mes en un restaurante de Cantabria, para degustar sus excelencias. ¡Y en este caso, salimos más que satisfechos!


Es un bar-restaurante donde aún el menú se escribe diariamente con tiza en una pizarra a la entrada del mismo y donde existen algunos platos que son habituales del menú y al gusto de quien los prueba; en especial, las alubias rojas, el cocido montañés, los garbanzos del Pisueña, el chuletón de novilla, el solomillo, las truchas… Si Vd. prueba sus alubias rojas, podrá comprobar su perfecta cocción, la textura, el caldito espeso y, sobre todo, su sabor; las sirven en la perola para que cada uno se sirva a su gusto. Y así, con todos los platos de cuchara.


También tiene otros platos de carta, que aúnan calidad y precio razonable, pues el objetivo de la casa es que todos salgan satisfechos con el lugar, el trato, la comida y el precio, difícil equilibrio que no siempre es fácil de conseguir, aunque yo mismo puedo asegurar que se cumple esta ecuación, tal como he tenido ocasión de comprobar hace unos días donde he compartido mesa y mantel con un grupo de buenos gastrónomos.
Incluso posee una buena bodega que satisface plenamente los deseos de sus comensales.


En definitiva, es un restaurante al que acuden y repiten muchos cántabros y muchos visitantes que también conocen la bonhomía del dueño y disfrutan de la buena cocina de la casa.

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Comentarios(2):

paco - 17-08-2019

Conocí a Chus y conozco a Luis, muy recomendable.

MAD - 17-08-2019

Felicidades desde México a Don Pedro Arce Diez por su relatoría sobre el famoso y centenario Restaurante Bar El Español.Habrá que visitarlo! Enhorabuena a la familia de Don Luis.