LAS CARTAS ESTÁN REPARTIDAS PARA «UN GOBIERNO DE FAROL» Por Juan Goti Ordeñana Catedrático de la Universidad de Valladolid
La prensa española ignora o calla la caída de prestigio del Gobierno español en el extranjero, se contenta con contemplar las jugadas que está urdiendo Pedro Sánchez en este momento, y acecha los acuerdos, que dicen que está llevando a cabo, con los sucesores de etarras y con los separatistas catalanes, esperando que saque un gobierno kafkiano.
Ya llevamos dos meses sin que se aclare el Gobierno que vamos a tener. Feijoo cumplió con su deber de ofrecer un programa, al que las izquierdas enteras se opusieron, dejando al pueblo español con la duda y el temor de qué futuro va a tener en la próxima legislatura. Probablemente, tan mala, como la experimentada en los últimos años del precedente gobierno socialista.
El próximo candidato propuesto ha tomado el calendario por su cuenta, y no señala fechas para la propuesta del programa de su investidura. Comienza ocultado las cartas, pero jugando de farol. La atmósfera se está enrareciendo, y aparecen nubes en la Comunidad Europea, pues presidiéndola, en nombre es España, los demás miembros de la Comunidad nos están considerando como un Estado fallido, por dos hechos importantes: el primero, por no llegan a comprender la ridícula y extraña actitud que se ha tomado ante el ataque terrorista que ha sufrido Israel, con lo que, en realidad, se ha colocado a España al margen de Europa; el segundo, porque no dejan de valorar las naciones europeas las contradicciones de Pedro Sánchez: viendo que ahora pretende amnistiar a un delincuente conocido para llegar al poder, a quien, hace poco, perseguía en el Parlamento europeo.
La prensa española ignora o calla la caída de prestigio del Gobierno español en el extranjero, se contenta con contemplar las jugadas que está urdiendo Pedro Sánchez en este momento, y acecha los acuerdos, que dicen que está llevando a cabo, con los sucesores de etarras y con los separatistas catalanes, esperando que saque un gobierno kafkiano. Más que un Gobierno, parece que dirige una banda de idealistas, que han perdido el sentido de la realidad.
Las cartas están repartidas. Pedro Sánchez está jugando su baza, cree que los triunfos están a sus manos, por lo que apuesta fuertemente: con la amnistía, con la donación de un referendo, haciendo grandes envites con regalo de euros y poderes y, para dar más cebo, con la independencia de catalanes y vascos, con lo que el pueblo español perderá su honorabilidad y, con seguridad, su integridad. Al conocer las negociaciones que se están llevando a cabo, sabemos que se está dañando el futuro de España. El nuevo Gobierno que se va a acordar, ya no es aquel socialismo que se esperaba otrora, se ha abandonado la soñada socialdemocracia, y si el pueblo no reacciona enérgicamente caminamos a una dura dictadura de izquierdas.
Hay que buscar el origen de esta ideología en la Modernidad, que ha asumido la supervaloración del sentimentalismo frente a la filosofía tradicional, que se basaba en la racionalidad. Tendencia que tiene sus raíces en la revolución de la filosofía que supuso la teoría de Descartes, dando pie a la absoluta divinización del Yo individual, sin ningún límite, como muestra aquel axioma de «pienso luego existo». Una vez que se ha afirmado su Yo, rechazada la tradición y las otras escuelas filosóficas, considerándose seguro de sí mismo, se remite, únicamente,
a la singular libertad del espíritu humano, con una osadía revolucionaria. Idea de libertad que ha originado los mayores crímenes y genocidios de la historia y, por los caminos que sigue, podrá cometer mayores dislates en el futuro. En resumen, se ha logrado «la renovación radical de la filosofía y del saber humano en general por un solo individuo», y la creación de una libertad sin la consideración a la existencia de otras personas. Y piensa conducir las masas a un paraíso marxista donde el ideal es una dictadura, del que hay terribles ejemplos.
No hay duda, que a Pedro Sánchez el jugar de farol, le es algo connatural, y le resulta un arma efectiva para conseguir los objetivos, que en su veleidad se proponga. Vista la realidad, nadie en la historia de España ha mentido tanto como este personaje. Se ha asentado en la Moncloa traicionando constantemente sus promesas. Y ahora, después de perder las elecciones generales de 23J, está haciendo una campaña para desacreditar al ganador, con la pretensión de montar otra legislatura Frankenstein. A su vez está traicionando, nuevamente, al pueblo español con promesas como la que «nunca aprobaría la Ley de amnistía para los golpistas pendientes de la justicia, porque era inconstitucional». Pero eso era antes, y ahora, como tiene costumbre de actuar en contrario de lo que dice, tenemos que esperar y contemplar su cambio de opinión, pues para él nada es verdad o mentira, las cosas son de la opinión que le convenga en cada momento. Le basta cambiar de opinión para que las cosas sean, en verdad, como le convenga.
Estamos perdiendo el tiempo, porque ha lanzado una jugada de farol, para conseguir un nuevo Gobierno de la naturaleza que sea, con tal que le suponga un beneficio y pueda disponer de la Moncloa. No importa el bien de la sociedad. Y como tiene las cartas ocultas, la sociedad está a la espera de lo que pueda suceder, con una ansiedad preocupante: cuál va a ser el futuro, que no se presenta nada halagüeño, pues tiene en perspectiva amnistiar a delincuentes que quieren destruir la unidad de España, y quienes le exigen unas condiciones demoledoras de la convivencia de la nación española.
¡Cómo, todavía, la sociedad española no se ha dado cuenta de quien es este personaje! Es imposible de concebir la cantidad de votos que ha recibido el 23J, después de la última legislatura. Cuando se trata de un personaje que ha vivido de farol, desde que empezó en su vida política. En primer lugar, para llegar a la secretaria del PSOE, fue una odisea, y luego para llegar a la presidencia del Gobierno, echando a Rajoy, sin claridad, con malas maniobras, y conseguir una presidencia de un Gobierno Frankenstein con constantes mentiras. La cosa le es fácil, le basta un cambio de opinión para que sus mentiras sean verdades para él. Y seguimos en la misma situación. ¡Las promesas de hoy tienen alguna probabilidad de realizarse!
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Comentarios(1):
Muy bien analizado el personaje por D.Juan Goti Ordeñana