"La Unión Europea torpedeada"
Si la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea ha sido un mazazo a la credibilidad del proyecto europeo, el independentismo catalán ha sacado a la luz que los nacionalismos, algunos emboscados en España, están propiciando la desintegración de la Unión. El caso de la Euroorden dictada contra Puigdemont bien demostrativo.
La ley sobre la Orden Europea de Detención y Entrega contiene una regulación clara y minuciosa, aprobada para evitar que las fronteras entre países comunitarios permitieran refugiarse a prófugos de la justicia de otro país miembro, si bien tanto rigor legislativo ha devenido inútil como se ha podido comprobar; y es que un Juez de un Estado miembro, Alemania, no puede intentar concordar su ordenamiento jurídico con el del Estado miembro que ha solicitado la detención y entrega del delincuente.
Permítaseme el símil, un Juez de Cádiz, valga como ejemplo, no puede denegar la entrega de un delincuente reclamado por un Juzgado de Cantabria. Ese es el sentido de la Euroorden y no otro. España como estado miembro tiene un ordenamiento jurídico democrático reconocido por la Unión Europea, igual que el alemán y por eso a ambos se les permite ser socios de la misma Unión y consecuentemente sólo cabe cumplir la Orden de detención y entrega instada desde España.
Los jueces y el gobierno alemán han incumplido lo dispuesto en esa Orden de Detención y han entrado a analizar si el tipo de delito que se le imputa a Puigdemont está contemplado en su sistema penal. Esa figura jurídica es la extradición.
Por tanto el comportamiento de Alemania no ha hecho más que hacer retroceder, no se sabe cuánto, la creación de ese espacio común. Pero siendo una decisión grave y contraria al ordenamiento comunitario, es aún más grave que se haya desestimado una orden de detención y entrega dictada nada menos por el Tribunal Supremo de España, es una ofensa a nuestro poder judicial.
Si ya es mala la decisión de un Tribunal alemán no entregando al Sr. Puigdemont a España; peor aún es que ministros del Gobierno de la Sra. Merkel lo apostillen y pongan en duda, con su comportamiento, la realidad de nuestro sistema democrático.
El Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, en su reciente visita al Parlamento Europeo expresó de Europa: “es una cultura única en el mundo que combina la pasión por la libertad con su apego a la diversidad". Tentadoras y llamativas palabras que no sirven para nada si seguimos aplicando normativas internas en un mundo que cambia aceleradamente.
Es imprescindible pues una refundación de Europa, unida y plural, avanzar hacia un nuevo Tratado que reconfigure las Instituciones, dotar a Europa de un auténtica unidad. Hoy es un sueño la existencia de algo parecido a los Estados Unidos de Europa, pero es imprescindible empezar a trabajar en ello, y a tal fin los partidos con esta visión de Europa deben ocuparse de ello, no aisladamente, se ha de comenzar constituyendo plataformas, o partidos de ámbito europeo con un programa común, con unas ideas claras sobre el futuro de la Unión y cuando españoles, o franceses o alemanes, voten a ese partido transnacional que aporta una idea nueva de Europa, sabrán que en ese proyecto están también implicados ciudadanos de otros países miembros de la Unión Europea.
De este modo el Parlamento Europeo dejará de ser una sopa de siglas con una dispar idea de Europa. Por lo que siguiendo las palabras del Sr. Macron es necesario construir una Unión Europea basada en la pasión por la libertad y apegada a su diversidad. Libres e iguales.
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