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Opinión 09-12-2024 06:32

LA TABERNA DEL JÁNDALO José Antonio López Rodríguez

Montañeses, es como se ha llamado siempre en el sur a las gentes de Cantabria que protagonizaron la reconquista de Sevilla con Fernando III y desde entonces no han parado de repoblar aquellas tierras. Alfonso X, para repoblar Cádiz, mandó traer 300 familias de las que después serían Hermandad y Corregimiento de las Cuatro Villas: Laredo, Santander, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales, que habían obtenido sus fueros del rey Alfonso VIII

Jándalos. José María de Pereda les dedicó unos versos en Escenas Montañesas.

 

Jándalo según la Real Academia de la Lengua equivale a andaluz, a montañés andaluz.

Manuel Machado escribió sobre el jándalo montañés de Andalucía. El poeta Gerardo Diego que nació en Santander, también escribió en "El Jándalo" sobre los montañeses de Andalucía y José María de Pereda les dedica un capítulo de Escenas Montañesas.

A uno de esos jándalos se refiere Villalón en Diligencia de Carmona.

Descubrí a Fernando Villalón, el poeta olvidado de la generación del 27, en una tarde de toros en Sevilla. Al salir de la Maestranza, escuché a un sevillano recitar uno de sus versos mientras con gracia torera simulaba un pase de pecho frente a la barra de un bar.

"Que me entierren con espuelas y el barbuquejo en la barba"

Compañero de estudios de Juan Ramón Jiménez, Villalón, además de a la poesía se dedicó a otras cosas. Las cosas de Fernando decía García Lorca, mientras que Rafael Alberti a esas cosas las llamaba negocios poéticos.

Buscando el origen de Tartessos, quiso criar toros de ojos verdes y se arruinó en el intento.

En su obra Diligencia de Carmona alude a los montañeses, a las gentes de Cantabria que se afincaron en Andalucía.

No hace mucho, un buen amigo que de música lo sabe todo, me ponía al corriente de que el poema de Villalón, que rememora a la célebre partida de bandoleros ?Los siete niños de Écija?, fue adaptado al flamenco-pop a finales de los años 60, dando lugar a la canción "Paco, Paco, Paco" que interpretó Encarnita Polo.

José María de Pereda en Escenas Montañesas dedica un capítulo a los Jándalos, montañeses que iban y volvían en caballerías a Andalucía intentando hacer fortuna. En la Montaña, después provincia de Santander antes de ser Cantabria, existió la tradición migratoria del jándalo.

Montañeses, es como se ha llamado siempre en el sur a las gentes de Cantabria que protagonizaron la reconquista de Sevilla con Fernando III y desde entonces no han parado de repoblar aquellas tierras. Alfonso X, para repoblar Cádiz, mandó traer 300 familias de las que después serían Hermandad y Corregimiento de las Cuatro Villas: Laredo, Santander, San Vicente de la Barquera y Castro Urdiales, que habían obtenido sus fueros del rey Alfonso VIII el de las Navas.

Después, en los siglos XVII, XVIII y XIX, las "tiendas de montañés" se hicieron famosas en Cádiz y otros lugares. Ultramarinos que a la vez eran bodegones como el de la poesía de Villalón.

En el Cádiz de la Casa de Contratación y del comercio indiano los montañeses terminaron monopolizando el comercio al por menor. Llegaron a tener barcos propios y comerciaron al otro lado del Atlántico.

Vinateros de Cádiz conocidos como Sánchez Romate Hermanos, bodega jerezana fundada en 1781 por un santanderino son un ejemplo de tantos que hoy mantienen aquel legado.

No hace mucho que se rindió homenaje al Gremio de Montañeses de Cádiz y los montañeses de la Isla-San Fernando.

La Archicofradía del Rosario de los Montañeses de Jerez, data nada menos que de 1525, y la Capilla de los burgaleses de las montañas de Burgos en Sevilla fue fundada en 1522, pues hay que recordar que la Montaña fue un territorio más amplio que la actual Cantabria.

Echa vino montañés,

que lo paga Luis de Vargas,

el que a los pobres socorre

y a los ricos avasalla.

Ve y dile a los milicianos

que la posta está robada

y vamos con nuestras novias,

hacia Écija la llana.

Los siete niños de Écija fueron una cuadrilla de bandoleros románticos que habían sido guerrilleros en la guerra de la independencia. Siguieron aquella tradición del bandido generoso y según los versos de Villalón, que hizo célebre el dicho de echa vino montañés, alternaron en un bodegón regentado por gentes de la Montaña.

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