Noticias de Cantabria
Opinión 16-10-2021 10:27

Frasio, la memoria viva de Torrelavega y Cantabria Por Pedro Arce

Frasio le explica a Carpio el de la Braguía cómo está su situación procesal por el juicio de la vaca a la que atropelló un coche y le culpan a él, cómo se puede solucionar el tema y los papeles que él mismo le va a gestionar, para lo que tiene que estampar su firma

 

Frasio le explica a Carpio el de la Braguía cómo está su situación procesal por el juicio de la vaca a la que atropelló un coche y le culpan a él, cómo se puede solucionar el tema y los papeles que él mismo le va a gestionar, para lo que tiene que estampar su firma

¡Muchas personas conocen a Frasio!, en Torrelavega y en toda Cantabria. Eufrasio Sainz Peón (Torrelavega, 1927) nació al lado de La Llama y de la castiza Plazuela de San Bartolomé, en una casa que antaño había sido una antigua ermita y se ha dedicado profesionalmente al trato de ganado, en una ciudad que ha sido paradigma de las ferias ganaderas, primero en La Llama y después en el Mercado Nacional de Ganados. Comenzó de chalán y después ya de tratante.

Asistió de niño al Grupo Escolar del Este o del Mortuorio (Hoy Colegio ?José Mª de Pereda?, del cual fui docente y tuve el honor de dirigir hace ya más de cuatro décadas), incorporándose en la primera promoción del ya lejano año de 1933, cuando se inauguró el centro y guardando del mismo un agradecido recuerdo. Pronto ayudó a su familia en las tareas ganaderas, siguió la estela paterna y se dedicó al trato del ganado, comprando y vendiendo reses vacunas. Y como tal ha recorrido casi toda Cantabria, ha visitado miles de cuadras, ha hablado con miles de ganaderos y personas con las que se ha encontrado y ha transitado carreteras y camberas para adquirir reses; habitual también en las muchas ferias de ganado que se celebraban en Torrelavega, Solares, Sarón, Orejo, Beranga, Cabezón, etc.

Y ello salvo el tiempo que estuvo en el Servicio Militar, que realizó en Aviación y durante un tiempo estuvo destinado en el entonces Destacamento Aéreo del Aeródromo de La Albericia (Santander). Pero su vida militar fue mucho más errante, pues fue destinado a la 5ª

Región Aérea, en el Pinar de Antequera (Valladolid), en el campo de aviación de Rozas (Lugo), desde donde llegó al aeródromo de La Albericia, en el que pasó catorce meses de mili. Aún todavía estuvo en Villanubla a principios de 1948, dónde se encontré al cabo Luciano Estrada Eguren, ?Pachicho?, que después sería el suegro del consejero Marcano. ¡Vaya un periplo!

Y licenciado del servicio militar, vuelta a casa, atender el ganado y dedicarse, primero con su padre, y después ya él solo, como tratante, a la tarea de compra y venta de ganado vacuno, tanto en las ferias como por los pueblos de Cantabria, especialmente los más próximos a la zona del Besaya. Ello le ha permitido un conocimiento de muchos pueblos y lugares de Cantabria que alcanza a personas, sitios, historias y curiosidades que es digno de admirar y un placer escucharle, pues es un amenísimo conversador.

Eufrasio Sainz Peón, Frasio, es un hombre que ya peina canas y ha entrado con buen pie en la década de los años noventa; después de todos estos años guarda en su memoria los recuerdos de su vida de una forma admirable, con una nitidez asombrosa, como si hubiera ocurrido ayer mismo. Su memoria es prodigiosa y posee una amplia cultura, por lo que hablar con él es una delicia?

Es una persona que destaca por su bonhomía y deseo de servir a los demás, como lo demostró en su día cuando hace no muchos años pudo ayudar a Carpio, el último pasiego de la Braguía, a quién se le había condenado a pagar los daños de un vehículo que había atropellado una vaca suya que murió en el accidente. Y Carpio decía: Y a mí, ¿quién me paga la vaca?? La Justicia le llegó a embargar lo que más quería, sus vacas, y esto desató una tempestad de solidaridad hacia Carpio, especialmente en Selaya.

Cuando de esto se enteró Frasio, fue a visitarle, pedirle permiso y abrir una cuenta en una entidad bancaria de Selaya; para eso, Carpio debió autorizarlo y firmarlo, a su manera, pues no sabía leer ni escribir. Sin embargo, no se llegó a abrir la cuenta, pues pronto llegó un anónimo de tres mil euros que casi paga el gasto; el resto lo hizo Frasio con una urna que se colocó en un conocido bar de Selaya, que Carpio solía frecuentar cuando bajaba a esta localidad.

Carpio, el último pasiego de la Braguía como decían algunos, continuó atendiendo a sus gallinas, perros y vacas hasta que una enfermedad pulmonar, ocasionada quizás por sus deficientes condiciones de vida en aquellas alturas de Cantabria, ha acabado con él. Estuvo ingresado en Valdecilla, pues el mal le había hecho mella en su correoso cuerpo y pasó el final de sus días en Santa Clotilde, de dónde llegó a decir que nunca había dormido en una cama con sábanas. Y en estos centros asistenciales, allí estaba Frasio y sus amigos, para hacerle compañía en sus últimos días. ¡Esto lo dice todo del espíritu generoso de Frasio!

?Pero la existencia de Frasio es mucho más, pues ha tenido una vida intensa, que actualmente la observa complacido desde la atalaya de sus años vividos intensamente, tanto desde el mundo profesional, como desde sus grandes inquietudes sociales y culturales, gozando de una prodigiosa memoria, conociendo a muchas personas de Torrelavega y de toda Cantabria, así como múltiples historias y anécdotas, lo que ha demostrado en múltiples conferencias y en la publicación de un libro que pronto saldrá a la luz y seguramente será muy apreciado por los lectores. Y a él suelo recurrir yo mismo cuando preciso datos o información sobre los temas más diversos sobre los que he investigado. ¡Y agradezco su bonhomía y su saber!

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(4):

Mínimo - 18-10-2021

Muy buena iniciativa de Pedro de recoger en un libro las "historias" que poseen personajes como Frasio. Ojalá el ejemplo se extendiera por todas las comarcas de Cantabria.

JAO - 16-10-2021

Entrañable visión de Frasio. Enhorabuena por su semblanza Pedro.

Miguel García - 16-10-2021

Muy interesante persona y mejor persona. Gracias por este artículo

CMM - 15-10-2021

Gran articulo profesor como se nota su docencia la lleva en la sangre.Me ha gustado la historia, el relato Que pena que estos incultos de políticos no lo lean,coño podían leer algo