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Opinión 07-09-2019 07:00

Bauti y la quesera Cueva Santa de Liébana..., por Pedro Arce Díez

La creación de una nueva quesería artesanal siempre es bienvenida y máxime si se ubica donde otra anterior hubiera cesado en la actividad; este es el caso de la Quesera Cueva Santa, Soc. Coop. Cant., que regenta Juan Bautista Sánchez Verdeja y su hermano Adrián.

 

 

Llegar a la Quesera Cueva Santa cuando están elaborando el queso tiene un plus; en este caso Bauti, a la derecha con camiseta verde y ahora con barba, y su hermano Adrián dedicados a meter el queso de la cuajada en los moldes…

 

La historia de esta quesería es de gran interés, pues Juan Bautista (Potes, 1985), Bauti para los amigos, hizo sus primeros estudios en Potes, en el colegio” Concepción Arenal” y en el IES “Jesús de Monasterio”, y después realizó los correspondientes a la FP de Carpintería en el IES “Ricardo Bernardo” de Solares; su hermano Adrián (Potes, 1989) ha sido mecánico…. Y ambos trabajaron en sus respectivas profesiones durante varios años…

 

…hasta que las circunstancias laborales llevaron a Bauti hasta Australia, lugar al que no pudo ir su abuelo hace ya décadas, pero donde tiene unos familiares que le animaron a trasladarse a las antípodas; pero la compleja situación inmigratoria de este país, hizo inviable la reagrupación familiar y decidió regresar, momento en que comenzó la aventura del queso con su hermano. Instalaron la quesería en una nave del Polígono de Perugales, en Turieno (Camaleño), donde ya había habido una antigua quesería que había cesado en su actividad hace ya más de una década. El lugar está muy cerca de Potes.

 

 Saliendo de Potes hacia Fuente Dé y a poco de dejar el cruce que conduce a Santo Toribio y antes de llegar a Turieno, en el cruce que conduce a Argüébanes, se encuentra el Polígono de Perugales y la Quesera Cueva Santa ¡No tiene pérdida!

 

Montar cualquier negocio, máxime si es una quesería, lleva una serie de trámites, permisos y acciones que tardan bastante tiempo; en este caso, casi dos años, tiempo excesivo para cualquier emprendedor o empresario, quizás uno de los motivos por los que muchos de nuestros jóvenes emprendedores no se arriesgan, pues la burocracia les asusta y desanima.

Como era un sector que no conocían mucho, se formaron en Laboratorios Arroyo y también, de alguna forma, son autodidactas; aunque la familia tiene una tradición quesera, como muchas otras de Liébana y su abuelo ya hacía queso en su casa.

 

El trabajo de elaboración del queso exige dedicación y conocimientos, pero el resultado puede ser exquisito, por lo que no es extraño que para los griegos fuese “un regalo de los dioses”. En estas imágenes, el trabajo con el queso de Cueva Santa y los tres tipos de quesos que elaboran actualmente: el queso suave de vaca, el NuestroPido y el de más reciente elaboración, el queso ahumado, que está adquiriendo una considerable aceptación en toda la zona lebaniega

 

Actualmente elaboran los siguientes quesos:

 

-        Comenzaron haciendo un “Queso suave de vaca”, que es un queso de nata de leche de vaca, muy suave, de pasta lavada y prensado, que no se suele elaborar en Liébana y es importante hacerse un hueco en el mercado; como ellos mismos dicen, es un queso de tipo nata, pero con toques propios. Tiene una textura blanda y paladar fino, con el sabor a leche de vaca y un 30 % de grasa; se hace con leche pasteurizada, al que se añaden los fermentos y el cuajo, prensado, salado en salmuera y madurado durante unos 25 días; en piezas de 500 gr.

-        Otro de los productos es “NuestroPido”, un queso también con leche de vaca, que es un queso fresco, elaborado con una cuajada láctica, que fermenta y cuaja durante la noche, para desuerar al día siguiente en mangas y, al día siguiente, ya se sala, moldea y empaqueta; tiene una caducidad de 30 días. Es un queso similar al que se hacía antiguamente en muchas casas de Liébana y que marida muy bien con ensaladas, anchoas, salmón ahumado, aguacate, membrillo y demás confituras.

-        También elaboran un queso “Ahumado Cueva Santa”, que viene a ser como el suave de leche de vaca, pero ahumado de forma natural.

Hay que tener valor, determinación, fe y decidido impulso para lanzarse a una empresa como esta, con las dificultades administrativas con las que se encontraron, además de ser una zona donde ya existen bastantes queserías, con un mercado preestablecido…. ¡Y se lanzaron a la aventura!

Tan solo llevan unos meses elaborando queso y ya se han posicionado en el mercado; la temporada veraniega les ha ido bien, que es la época de mayor consumo y venta, especialmente en la turística zona lebaniega. Venden en Potes y su comarca y también distribuyen en la zona de Santander, por ejemplo, en la cadena Lupa. El próximo año comenzarán a participar en ferias para darse a conocer en otras comarcas y dar a conocer su producto.

Son optimistas y confían en el futuro, que seguro les sonreirá. El queso artesano de Cantabria tiene todo el futuro del mundo y solo se precisa elaborarlo con la máxima calidad, unirse todos los queseros, la administración y todos los sectores implicados para remar en la misma dirección y ganar el mercado regional y extrarregional, pues es preciso salir fuera de Cantabria, para ofrecer lo mejor de nuestra región.

 

Bauti y Adrián, quienes trabajan al alimón, quieren ofrecer un producto artesano de calidad y están en todos los detalles, como el arreglo de los quesos antes de su maduración, recortando los bordes, arreglando las pequeñas deformaciones, etc., para ofrecer un queso de una calidad y un aspecto inmejorable.

 

 

 

 

 

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Comentarios(2):

MAD - 08-09-2019

Felicidades a Don Pedro Arce Diez por este nuevo recorrido por una empresa familiar que produce queso artesanal de muy buena calidad. Con estos reportajes Cantabria abre su corredor de quesos artesanales para visitarlos y degustarlos.Enhorabuena!

Un emprendedor cántabro - 07-09-2019

Hay que apoyar y ayudar a estos jóvenes emprendedores en esta u otra actividad económica para que puedan dar "valor añadido" a toda la sociedad, especialmente en las zonas menos despobladas de Cantabria. ¿Cuánto costaría ayudar a estas dos familias para que vivan de una quesería?; pues imagínense los millones de euros que se han dado a empresas que después no han funcionado y el dinero se ha evaporado... Como somos "flacos de memoria" seguro que ya hemos olvidado los casi 60 millones de euros de aquella fábrica fantasma del fibroyeso (¡El tocoyeso!)