Aumentan los impuestos al trabajo. Por Jesús Salamanca Alonso
Preocupa el aumento de impuestos al trabajo, el descenso del empleo y las vaguedades para retocar las pensiones. Gobierno e inutilidad son ya una propiedad conmutativa.
Preocupa el aumento de impuestos al trabajo, el descenso del empleo y las vaguedades para retocar las pensiones. Gobierno e inutilidad son ya una propiedad conmutativa.
La calle se caldea. Ha costado, pero se va logrando. Los camioneros están hasta el pico de la boina; los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han acabado hartos de abusos, mentiras y marrullerías de Pedro «El mentiroso» y del fundido, Grande Marlasca; Los metalúrgicos van a peor cada día y están olvidados; los agricultores venden por debajo de lo que cuesta producir; los sindicatos andaluces se gastan en putas el dinero que debían entregar a los parados y así, sector tras sector, ve cómo el Gobierno sólo se preocupa de su poltrona y de sus cientos de puestos de inútiles asesores. Nunca, en la época democrática española, habíamos tenido empleos con tanta precariedad y Gobierno más inútil en anchura, longitud y altura. ¡Hay que demostrar al Gobierno «Frankenstein» quién es el depositario de la soberanía nacional!
Gobierno y sindicatos sesteadores se apoyan para sablear a la patronal y poner a los trabajadores a los pies de los caballos, prueba de que no se enteran de la realidad del país y no representan a los trabajadores. Hoy, CCOO y UGT, son un desprestigio para el mundo laboral, unos trincones de guante blanco de guante blanco y evidentes triperos a costa del erario público. Pretenden machacar a las empresas y no ven que éstas están sufriendo. Son claros representantes cómplices del desastre que ha originado Pedro «El mentiroso» y que llevará a los trabajadores a un estado de miseria y debilidad. Créanme que es poco lo que pueda suceder en la calle para los méritos que ha hecho este Gobierno mastodóntico, corrupto, represor, negligente y con más de cien mil muertos a su espalda.
Como lo del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, no va a la feria. Pasándose por el arco del triunfo a la patronal, y en una clara desestabilización de las pensiones, pretende cargar al empresario con los gastos del 0,5% para las pensiones futuras. No entiendo que tengan que ser las empresas quienes carguen con ese gasto inútil que no tardará en ser eliminado o modificado con más lógica, equilibrio y sentido común.
La hucha de las pensiones no se equilibra con medidas como esa. La torpeza del ministro clama al cielo y Yolanda Díaz se mofa de esa indigencia intelectual que demuestra José Luis Escrivá. No para de carcajearse y de dar a entender que será ella quien adopte las medidas definitivas. El agujero de 26.000M de euros no se cubre con dos paladas de ignorancia y menos con medidas estúpidas que demuestran lo que es quien las toma. Estamos ante un lastre económico por la mala gestión del dinero de las pensiones.
Aquella «hucha de las pensiones» que promovió Aznar y llegó a contar con cerca de 70.000M de euros se utilizó hasta para el gasto de elecciones generales. Se fue dando dinero para «chorradas de cuartel» y no se reponían esas cantidades. Lo hicieron tanto Zapatero como Rajoy. De aquellos polvos vienen estos lodos. Por mucha recaudación extra que se consiga no se equilibrará tanto despilfarro, tanto abuso y tanta chulería. La jubilación del «baby boom» será la prueba de fuego para el Gobierno.
Con la propuesta efectuada por el Gobierno del «Mentiroso», acatada reverencialmente por los dóciles y bien alimentados sindicatos, se pretende elevar a las empresas un 0.5% el impuesto al trabajo y un 0.1% a los empleados; es decir, se elevará el coste laboral. El empleo peligra porque estamos ante una calamitosa decisión, ante una imprudencia y ante un arrojo desmedido que dañará el empleo, al empleador y al empleado.
La confusión que ha generado el incompetente ministro de la Seguridad Social va a traer cola. Al subir las retenciones se contratará mucho menos y el empresario saldrá más perjudicado. Un reparto de ese coste sería lo más ético, incluso mejor aún si el 0,2% se repercute en la empresa, otro 0,2% en el trabajador y el restante 0,2% en los sindicatos. ¿Es que los sindicatos siempre están para cenas, meriendas y orgías? ¿Nunca acercan el hombro? ¡Ya está bien de mantener a vagos, maleantes y, en algunos casos, puteros como en Andalucía! Otra cuestión que también traerá cola será el periodo de cálculo para las pensiones: no me parece mal que sean los 35 años, pero no los últimos 35.
El Gobierno está engañando a Bruselas. Dice una cosa en el Senado y otra en Europa, pero ya ha sido advertida la Comisión Europea, por eso se han limpiado las lupas y se observa a España al milímetro. Lo grave de todo esto es que tenga que ser la ciudadanía quien denuncie en Europa los atropellos, mentiras, atrocidades, incumplimientos y falsedades del Gobierno de Sánchez «El mentiroso».
Los inútiles e insostenibles sindicatos tienen un problema serio por «jugar sin protección con las ratas». Y se va a ver en los próximos días. El año 2022 va a ser muy caliente y puede haber elecciones generales tras las sentencias que recaerán sobre «Hundidas Podemos». En 2023 tendremos una inflación galopante, un paro desbordante, posiblemente ya no haya ERTE y las cuentas del Estados serán rojas, casi tan rojas como los partidos dañinos que pegan su culo en el Parlamento, aun reconociendo su inutilidad permanente.
La presión de la calle llega tarde, tal vez muy tarde. Pero Pedro Sánchez, alias «El mentiroso», se lo ha ganado a pulso. No estaría de más ir pensando en una manifestación contra los sindicatos sectarios de esta desvergonzada negociación, dada la inutilidad que vienen demostrando y su reverencial incapacidad.
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