Adiestrados bufones de la política
El presidente de la Generalidad, Quim Torra, cuya autoridad no existe y, además, se ha convertido en una ovejita de “Puchimón”, ha tenido que viajar a Berlín para rendir pleitesía a su señor y recibir instrucciones para saber cómo actuar ante la visita del rey de España a Tarragona, coincidiendo con los Juegos del Mediterráneo. Y mientras eso sucedía, Puigdemont soportaba cientos de insultos a diario por las calles de Hamburgo y ahora de Berlín. Nunca un “payaso” de la política había dado tanto juego y de forma tan inútil.
El colmo de la estupidez de estos transgresores de la ley es decir hoy una cosa y mañana la contraria. Quim Torra, en su viaje a esa otra parte de Tabarnia, ha coincidido con Felipe VI. Pero está obligado a jugar un papel para que el independentismo no le lleve a la “guillotina” de la política y de la indignidad. Bien es verdad que una hora antes había afirmado ante los suyos que no acudiría porque “Cataluña no tiene rey ni lo tendrá mientras yo gobierne este país”.
Lo sorprendente y desternillante es que ha anunciado que rompe las relaciones del Gobierno catalán con la Corona. Me sorprende que no haya renunciado a las fuertes sumas de dinero que le llegan desde España; unas sumas que el indigente intelectual, Pedro Sánchez, ha incrementado considerablemente, con el fin de que se puedan pagar los gastos farmacéuticos, la hortera TV3 y las nuevas embajadas; esas a las que tanto alaba ahora el nuevo ministro de Exteriores, José Borrell (“Dame un sueldo alto y te hará el trabajo sucio, una y otra vez”).
En vez de mantener el 155, Pedro Sánchez ha despreciado y mentido a los españoles, a la vez que engañó a la Corona y se la metió doblada al mundo podemita, sin olvidar el seguidismo de los saltimbanquis del PNV, los bilduetarras y otros especímenes raros del parlamentarismo español de la presente legislatura. Ha incrementado la ruptura entre los catalanes y ha “bolivarianizado” TVE poniéndola en manos de ‘Podemos’ y los responsables de la ruptura de la convivencia en el país.
Este presidente –mentiroso compulsivo y extravagante donde los haya– acabará rindiendo pleitesía a Puigdemont y a Torra. ¿A quién se le ocurre decir que dialogará con las entidades golpistas, ANC y Òmnium? Eso solo se le ocurre al rey del cinismo nacional y juguete de la paranoica y aprovechada izquierda, Pedro Sánchez. No parece haber hecho suficiente el ridículo, en los cuatro días que lleva como ‘okupa’ de Moncloa, sino que se permite hablar del acercamiento de presos, la subida de impuestos y el agotamiento de la legislatura. ¡Cuánto daño innecesario programa este trepa desnortado y descolocado?
Para quien aún tenga dudas sobre la decisión firme de romper España, por parte del catalanismo independentistas, ahí van unas afirmaciones contundentes, lo que demuestra que el ejército y los jueces están en fuera de juego desde hace tiempo. Cuando no se mata al perro, nunca se acaba la rabia. Ya saben lo que dice un refrán muy adaptado a esta situación: “Amigo que no da y navaja que no corta, aunque se joda no importa”.
En una declaración institucional, el jefe del Ejecutivo catalán ha anunciado que nadie de su Gobierno asistirá en adelante a ningún acto convocado por el Rey. ¿Hasta aquí se sorprende alguien? Por lo visto, “tampoco invitarán al jefe del Estado a ningún acto convocado por su Gobierno”. Ni siquiera quiere forma parte, el presidente a empujones, Torra, de la vicepresidencia de honor de la Fundación Princesa de Gerona. Pues eso, con su pan se lo coma. No hay duda de que “si los incompetentes volaran, no nos daría el sol”, sobre todo en el noreste español.
La actitud chulesca de Torra me recuerda, cada vez más, a la de otros personajes oscuros y de colmillo retorcido que viven de la política y llegan al sillón, incluso sin los votos de la ciudadanía. Ahí tienen el ejemplo del actual alcalde de Valladolid que, en una actitud machista, reprochable, sectaria, vengativa e indecorosa malmetió a la portavoz de Ciudadanos hasta que consiguió que abandonara el pleno. ¡Vaya personaje! Algo así como el tal “Quimtorra”, pero con pobre dialéctica, sobrada mala baba y sin saber si sus palabras matan, hieren o espantan. ¡Justo lo que no precisa la ciudadanía y lo que más desprecia ésta!
En fin, tras esa última reflexión sobre el alcalde ‘okupa’ del tripartito perdedor, también viene a cuento ese refrán del amigo y la navaja al que antes aludíamos.
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Comentarios(1):
estos delincuentes, que no bufones, deberian estar en la carcel para no volver a salir. lamentable y bochornoso el acto en Washington.