Los enemigos invisibles por inexistentes de Sánchez. Carlos Magdalena

El único enemigo visible ante todos los españoles es el alter ego del señor Sánchez. Resulta una barrabasada con lo que está cayendo en este país que este hombre insista, en contra de los principios generales de la democracia y de forma reiterada, que va a seguir y que su Gobierno ?renta?. Resulta bochornoso máxime cuando se le dice desde ámbitos objetivos, nada subjetivos, que se marche incluso por los propios, y es que el tsunami que se empieza a ver en contra de su persona y de su política es total, incluso como decimos entre los suyos. Antes no se atrevían a hablar pero ahora ya la gota ha rebasado el vaso.

Siempre hemos dicho desde este digital que Sánchez es culpable por acción u omisión de todo lo que está ocurriendo en nuestro país. Yo siempre he opinado que no quiere moverse de la poltrona hasta, creo, arreglar el problema de su mujer y de su hermano pero eso es absolutamente imposible porque quien tiene que arreglar todo el desarrollo de culpabilidad o inocencia es el Poder Judicial, los jueces que han intervenido las causas de su esposa y hermano, todo lo demás es mear en orinal ajeno. Sin olvidar el miedo suyo personal a ser imputado por diversos asuntos.

Existe unanimidad en que se vaya, tanto por amigos como enemigos, que dimita y que el PSOE nombre un sucesor, candidato y convoque elecciones. Sánchez no es Dios y seguro que no lo reconoce  ni la madre que le parió, ha derivado a lo inaudito. Su ciclo, lleva siete años, como el de sus antecesores, ya pasó y tiene que asumirlo.

El último presunto enemigo contra el que ha arremetido ha sido la Iglesia. Este buen pérfido político cree que sólo los suyos, por orden suya, pueden meterse con la Iglesia, y es casi cierto porque está en un país seudo democrático mientras esté él en el poder y se cree un cuasi Dios que se queda en diosito. Cuanto antes se vaya mejor porque algo amainará el temporal aunque siga este huracán por hechos ciertos y verificables.
Sánchez sólo tiene una posibilidad según pasa el tiempo, la dimisión, y él lo sabe, pero quiere alargarlo porque sabe que será llamado por los de ?las puñetas? a rendir cuentas. Las víctimas son los españoles.

Enviado desde mi iPhone