¿Hacia dónde avanzan las redes sociales?
Actualmente, estos vehículos para la comunicación implican a miles de millones de usuarios en todo el mundo.

Es evidente que las comunicaciones, históricamente, no han dejado de avanzar. Pero la irrupción de internet y la generalización del uso, por una parte importante de la sociedad, hace ahora poco más de 20 años, cambiaron notablemente el escenario. Esta revolución se aceleró, aún más, con la aparición de las redes sociales, que dieron todo tipo de opciones a los usuarios para poder comunicarse. Y para hacerlo de una forma masiva, inmediata y con una interacción mucho más libre. Los ciudadanos somos, además de usuarios de estas redes, conocedores del impacto que tienen en la vida de los ciudadanos. Pero, ¿sabemos hasta qué punto?
Si estudiamos un poco las cifras, veremos que el volumen es impresionante. Para 2024, se calcula que existirán unos 5000 millones de usuarios activos mensuales en las redes. Si este dato nos parece revelador, pensemos en el crecimiento: hace apenas cuatro años había "sólo" unos 3500 millones. De hecho, para el año que estrenamos, se espera que el 83% de los internautas sean usuarios de alguna red social. Una cifra que coincide, en gran medida, con lo que ocurre en España, con más de 40 millones de ciudadanos que las usan (un 85,6%). A nivel mundial, Facebook sigue reinando, por delante de YouTube e Instagram.
Es difícil explicar, de manera concisa, cuáles son los motivos concretos del éxito de estos vehículos comunicativos. Pero lo cierto es que su polivalencia es algo que debemos destacar. Comunicarse e interactuar no es el único uso de las redes. En la actualidad, es una de las principales herramientas para mantenerse informado; para ello, Twitter (ahora X) es una de las plataformas más utilizadas. También debemos tener en cuenta su utilización para disfrutar del streaming, como ocurre con YouTube, donde muchos están sacando partido de la música digital. Por otra parte, en el ámbito profesional, portales como LinkedIn se han convertido en un medio para desarrollarse en el mercado laboral.
Claro que la presencia en las redes no es exclusiva de ciudadanos particulares. Las empresas saben que su imagen y visibilidad se resentirían si no utilizaran este recurso. Son muy conscientes, no sólo de la publicidad que pueden realizar; si no, también, de los comentarios y opiniones que los usuarios realizan en estos medios. Esto representa una oportunidad, tanto para interactuar con ellos, como para mejorar su servicio y adaptarlo a las preferencias del público. Todas las empresas lo saben; pero son, especialmente, las más grandes las que mantienen su presencia en las redes. Y, sobre todo, aquellas enfocadas al entorno digital. Las posibilidades que tiene un sitio de casino en España online, para poder evaluar su opinión de sus clientes, mejoran con estas redes, frente a recursos tradicionales como encuestas de satisfacción o monitorear diversos parámetros. Lo mismo ocurre con un portal de eCommerce o una plataforma de series en streaming.
Pero estas redes no son un elemento estático. De hecho, vemos un esfuerzo para adaptarse a los gustos de la sociedad. Esta es, de hecho, otra de las claves de su crecimiento. La tendencia parece ser el contenido audiovisual breve, fácil de visualizar y de compartir, así como de responder. Los largos mensajes de texto han dejado paso a "píldoras" que podemos encontrar en "Stories" en Instagram o "Shorts" en YouTube. El espacio para interactuar cada vez tiene más importancia y resalta el impacto que estas redes tienen en la opinión y la capacidad para estar informado de los ciudadanos. Pero la evolución no se detiene. El futuro de las redes sociales pasa por las nuevas tecnologías que aparecen de forma constante. Un buen ejemplo de ello es la Inteligencia Artificial, que permitirá experiencias más personalizadas y contenido destacado a medida del usuario.
Pero si la IA es relevante, imaginemos lo que puede implicar la Web 3.0, basada en la tecnología Blockchain, que tiene el objetivo de descentralizar las comunicaciones. Esto representa un menor poder de las principales compañías que, actualmente, controlan en panorama; así como un mayor control sobre los datos personales y menor limitación de la libertad de expresión. Pero si algo puede representar una verdadera revolución en la forma cómo entendemos las redes, ese es el Metaverso. El nuevo universo virtual significará un cambio de paradigma en las relaciones humanas y la comunicación. Atrás quedarán los contenidos discontinuos o estáticos; la interacción se producirá sin limitaciones y de forma realista y creativa.
Sé el primero en comentar