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El presidente Sánchez bajo sospechas fundadas de imputabilidad. Carlos Magdalena.
En esta fase de la película de la corrupción de Sánchez, familia y entorno se puede decir que han convertido el país en una cloaca, pocilga, por lo que no debe de convocar elecciones, debe por imperativo ético, democrático y legal dimitir.
Tiene razón Sánchez cuando acudió a declarar al Senado y con sus negativas y medias mentiras en su declaración lo convirtió en un circo o algo peor.
En esta fase de la película de la corrupción de Sánchez, familia y entorno se puede decir que han convertido el país en una cloaca, pocilga, por lo que no debe de convocar elecciones, debe por imperativo ético, democrático y legal dimitir. Y después, su sucesor, convocar elecciones para tratar que el Partido Socialista Obrero Español recupere mínimamente la dignidad perdida. Hablar de Sánchez es llegar siempre a la misma conclusión, repetir lo mismo, que es un mentiroso, manipulador, farsante, cínico etc.
El principal atributo que tiene que tener un presidente que se precie de presidir una nación antigua, señorial y europea, como es España, es la honestidad, decir la verdad y no engañar o tergiversar. Y esto sucede desde el principio, empezando cuando nos dijo que nunca gobernaría con Podemos, con el populista Iglesias, "alias el Coleta", y además antes de celebrarse elecciones para después fundirse en un abrazo aupándole a socio de gobierno. También nos dijo que no habría amnistía con los condenados por el Supremo por el golpe de Estado catalán y montó un pacto de gobierno con el prófugo Puigdemont y los golpistas redactando ad hoc una auto amnistía haciendo de España una caricatura de país. Y a partir de aquí una retahíla de incoherencias que solamente él y los suyos justifican para mantenerse en el poder.
Sin duda el miedo fundado que tiene Sánchez es que finalmente sea investigado judicialmente por los señores de las "puñetas" que él y su banda insultan y desprecian, y eso cualquier jurista que se precie lo sabe. Son muchos los indicios racionales de imputabilidad que indican que el perversor de todo lo que está ocurriendo en España, el vértice, está en la Moncloa y tiene nombre y apellidos Pedro Sánchez Pérez Castejón.
El país, España, tiene derecho a ser soberano y recuperar su soberanía mediante unas elecciones "libres". Se sabe mucho, más que suficiente, para que se abra una causa penal al actual presidente del Gobierno y no se puede consentir que un país tenga a un presidente bajo sospechas muy fundadas. Son muchas las mentiras o medias verdades para que sea investigado judicialmente. No olvidemos que cada día que habla sigue mintiendo, lo más reciente cuando dijo que apenas conocía a Koldo, su guardián de los avales electorales, o que era un accidente en su camino y que prácticamente ni le conocía y luego empiezan a salir fotos por todas partes.
Llueve sobre mojado como decimos en nuestra querida Cantabria infinita y este país no puede arrancar hasta que este señor se marche del puesto que ocupa y el Partido Socialista Obrero Español intente recuperar sentido de estado, equilibrio y dignidad.
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Comentarios(3):
La actitud chulesca de este hombre es inconcebible se trata de seguir de presidente aunque no pueda gobernar. Tiene que convocar elecciones o hay que llevarlo directamente a los juzgados.
Dimitir si pero que devuelva lo que robo el y los suyos,y desaparecer de la politica
En situación normal ya habría sido llamado a todas las causas abiertas.Sin su tutela poco se podría haber hecho. Sarkoci presidente de Francia por mucho menos ha entrado en la cárcel