El Banco de España mejora dos décimas su previsión de PIB para 2025, al 2,6%, y mantiene las de 2026 y 2027
Eleva cuatro décimas su estimación del crecimiento del empleo para este año, hasta el 2,6%

MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Banco de España ha elevado dos décimas, hasta el 2,6%, su previsión de crecimiento de la economía española para este año, y ha mantenido sin cambios sus proyecciones de PIB para 2026 y 2027 en el 1,8% y el 1,7%, respectivamente.
Así lo refleja su informe de proyecciones de septiembre publicado este martes, en el que fundamenta la elevación de su previsión para este año en el mejor comportamiento de la actividad en el segundo trimestre respecto a lo que había proyectado inicialmente, y en la revisión al alza de los datos de trimestres anteriores llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), especialmente del primer trimestre.
Ambos factores, explica, implicarían, de manera mecánica un incremento de la tasa de crecimiento anual del PIB en 2025 de dos décimas, a lo que habría que sumar una décima adicional como resultado de un comportamiento de la actividad en el tercer trimestre mejor al estimado. En concreto, los indicadores coyunturales más recientes apuntan, según la institución, a que la economía española mantendrá "un ritmo de crecimiento robusto" en el tercer trimestre, con una tasa estimada de entre el 0,6% y el 0,7%.
No obstante, el nivel de tipo de cambio, más apreciado respecto al considerado en sus proyecciones del pasado mes de junio, así como unos precios de la electricidad superiores a lo previsto entonces, tendrían un impacto negativo de una décima sobre el crecimiento del PIB de 2025, por lo que la mejora de la previsión para este año es de dos décimas y no de tres.
El director general de adjunto de Economía del Banco de España, Galo Nuño, ha explicado que el mejor comportamiento de la economía en el segundo trimestre del año se debe tanto al consumo privado como a la inversión, mientras que la demanda exterior neta ha sido "un viento de cara" para la economía española, contribuyendo negativamente a la misma, y el consumo público no ha tenido prácticamente ningún efecto.
Para los años 2026 y 2027, las tasas de crecimiento del PIB se mantienen sin variación y se sitúan en el 1,8% y el 1,7%, respectivamente.
LA DEMANDA INTERNA Y LA INVERSIÓN IMPULSARÁN EL PIB
De acuerdo con las proyecciones del Banco de España, el avance del PIB en el periodo 2025-2027 se fundamentará en el dinamismo de la demanda interna, especialmente del consumo privado. En concreto, estima un crecimiento del consumo privado del 3,1% para 2025, cuatro décimas más que en sus proyecciones de junio, del 2% para 2026 y del 1,6% para 2027.
Por su parte, el gasto público moderará su aportación al aumento de la actividad en los próximos años, aunque se verá impulsado por el aumento previsto del gasto en defensa. En conjunto, el Banco de España estima que el gasto público crecerá un 1,9% en 2025, seis décimas menos de lo proyectado en junio, y un 1,7% y un 1,6% en 2026 y 2027, una décima menos de lo previsto previamente para ambos ejercicios.
En lo que respecta a la inversión, estima que aumentará su contribución a la actividad en 2025, con un crecimiento anual del 5%, tasa 1,4 puntos superior a la estimada en junio. Para 2026, el aumento de la inversión será del 2,5%, dos décimas más que en sus anteriores proyecciones, y para 2027, del 2%, una décima menos que en sus estimaciones de junio.
Así, la institución señala que la inversión mantendrá en 2026 y 2027 tasas de crecimiento "sólidas", impulsadas, en parte, por el despliegue de los fondos europeos, unas condiciones de financiación propicias y el dinamismo de la inversión residencial.
En el lado opuesto, la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB será negativa en 2025 y 2026 y prácticamente nula en 2027. Así, estima que el sector exterior restará este año medio punto al crecimiento (-0,3 puntos en su anterior previsión) y dos décimas en 2026 (-0,1 puntos en sus proyecciones de junio). Para 2027, estima que aportará una décima al PIB, sin cambios respecto al anterior escenario de proyecciones.
Por el lado de las exportaciones, el Banco de España contempla una gradual desaceleración de las mismas. Así, para 2025, estima un crecimiento del 3,1%, frente al 1,9% de su proyección anterior, aunque después moderarán su ritmo de avance al 2,3% en 2026 y lo aumentarán en 2027 al 2,8%.
En cuanto a las importaciones, registrarán un "dinamismo significativo en 2025 (+5%, dos puntos más que en su anterior proyección), mientras que se desacelerarán en 2026 y 2027 hasta el 3,1% y el 2,9%, respectivamente.
ELEVA SU PREVISIÓN DE CRECIMIENTO DEL EMPLEO HASTA EL 2,6% ESTE AÑO
Respecto a la creación de empleo, ésta se prolongará a lo largo del periodo 2025-2027, aunque su ritmo de avance disminuirá en los próximos trimestres. Así, mientras que en 2025 se espera un incremento del empleo -medido en términos de personas ocupadas- del 2,6%, superior al 2,2% observado en 2024 y cuatro décimas más que el proyectado en junio, éste se ralentizará en 2026 y 2027 hasta tasas del 1,3% y del 1%, respectivamente.
En relación con la productividad por ocupado, contempla un crecimiento nulo en 2025, frente al incremento del 0,9% en 2024, "tras la fuerte desaceleración que ha experimentado esta variable en la primera mitad de año". En 2026 y 2027, sin embargo, prevé que el crecimiento de la productividad por ocupado repunte gradualmente hacia tasas similares a su promedio histórico.
Según el Banco de España, la productividad por hora trabajada avanzará un 1,4% en 2025, dos décimas más que en 2024. Para 2026 y 2027, prevé una estabilización de las horas por trabajador.
En lo que respecta a la tasa de paro, mantiene sus previsiones de alcanzar una tasa media de desempleo del 10,5% este año, del 10,2% en 2026 y del 9,7% en 2027.
PRINCIPALES RIESGOS PARA LA ECONOMÍA ESPAÑOLA
El Banco de España advierte de que la evolución de las tensiones comerciales, junto con los "elevados" niveles de incertidumbre en torno a las políticas económicas a escala global, continúan representando una de las principales fuentes de riesgo externo para la economía española.
En este contexto, apunta que el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE ha contribuido a clarificar el marco que regirá los intercambios comerciales entre ambas economías, lo que ha permitido disipar "parcialmente" la incertidumbre.
No obstante, avisa de que persisten "dudas relevantes" sobre el desarrollo de la guerra comercial, entre ellas las negociaciones entre EEUU y China, "cuyo desenlace podría generar efectos indirectos sobre la economía europea", o la implementación de medidas no arancelarias u otras restricciones al comercio.
"En consecuencia, es posible que la incertidumbre llegue a tener un impacto más acusado sobre la economía española que el experimentado hasta el momento", subraya la institución, que también apunta como riesgos externos la posibilidad de que se produzca "una corrección significativa en los mercados financieros internacionales" y de que la inestabilidad política en Francia genere "episodios de volatilidad financiera con efectos de contagio sobre la zona euro".
En cuanto a los riesgos internos, el Banco de España menciona el repunte de los costes laborales unitarios observado desde finales de 2024. De prolongarse, la subida en los costes laborales unitarios "podría afectar negativamente a la competitividad externa de la economía española y dificultar el proceso de desinflación, especialmente en el sector servicios", advierte.
Por último, persiste, a su juicio, una "elevada incertidumbre" acerca de la magnitud y el efecto macroeconómico de los fondos europeos, así como sobre el gasto en defensa que se ejecutará en la economía española en los próximos años.
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