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Sanidad Cantabria 15-04-2025 15:45

Expertos advierten del riesgo de lesión lumbar y cervical para los costaleros por la carga de los pasos

Especialistas de la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) han advertido del riesgo de lesión lumbar y cervical, entre otras, que tienen los costaleros por la carga de los pasos en las procesiones de la Semana Santa, pues llegan a soportar, de media, entre 30 y 40 kilos durante varias horas, lo que provoca microtraumatismos continuados.

"Realmente, entraña un mayor riesgo cuando realizan los ejercicios de carga sobre la columna cervical, aunque también vemos muchas lesiones de costaleros a nivel de la columna lumbar", ha explicado el especialista del GEER en Sevilla y coordinador de la Unidad de Columna pediátrica y Adulta del Hospital Universitario Virgen del Rocio, José Mª López-Puerta.

En aquellos costaleros que llevan los pasos apoyando la región cervical en la trabajadera, la lesión en la parte lumbar se suele producir durante el momento del levantamiento brusco del paso con un salto, conocido como levantá, cuando el costalero pasa de estar en cuclillas flexionado a la posición erecta, provocando una fuerza de compresión máxima sobre el disco intervertebral. En estos casos se puede originar una hernia de disco.

"El apoyo máximo de la trabajadera se realiza sobre la séptima vértebra cervical, que es la más sobresaliente. El paso va ejerciendo por tanto una fuerza de tensión sobre la parte posterior de la columna cervical, lo que puede generar problemas como lesiones de las apófisis espinosas, de las articulaciones o la degeneración de los discos con el paso del tiempo", ha precisado el traumatólogo.

Otras lesiones frecuentes se producen en la rodilla o los tobillos si se camina mal o se levanta el paso de forma incorrecta. Además, es habitual que los costaleros presenten hematomas en la región cervical posterior. "Con el paso de los años (los hematomas) tienen tendencia a encapsularse y a desarrollar ese aspecto de morrillo tan característico que, a veces, vemos en los costaleros", ha añadido López-Puerta.

LA POSTURA ES CLAVE

"Debajo del paso, es muy importante la postura al colocarse para evitar lesiones. La idónea es con los brazos hacia adelante sobre la trabajadera, con un ángulo de 130-135º con el pecho hacia adelante, y toda la zona del core debe estar activada, así protegemos la zona lumbar", ha detallado la doctora Inmaculada Vilalta Vidal, especialista del GEER en Barcelona y que, además, es costalera de la Hermandad de Jesús Nazareno de Mataró.

La especialista ha agregado la importancia de ajusta bien el costal sobre la columna cervical y colocarse bien en la levantá para que este no se mueva y no se separe de la trabajadera. En cuanto al modo de aguantar el peso, el esfuerzo siempre dede llevarse a cabo a través de la cintura lumbar, para evitar ese golpe directo y brusco en la columna cervical que puede causar problemas.

Cuando se portan los pasos sobre los hombros, también resulta esencial que el reposo de la trabajadera en los hombros esté bien almohadillada y la carga bien repartida. Aunque los especialistas han indicado que el riesgo de lesión en estos casos es menor, han señalado que puede producirse en la zona cervical y, sobre todo, en las clavículas y en los rodadores del hombro.

En todo caso, los expertos han hecho hincapié en que los costaleros deben entrenar para este momento durante todo el año, a fin de adquirir una correcta musculatura de la columna, mediante ejercicios centrados en los músculos multífidos, que van desde la zona posterior de la columna cervical hasta prácticamente la pelvis.

"Habitualmente podemos hacer abdominales, sentadillas, ejercicios de glúteos, de zancadas, de remo sentados, de hombros, planchas frontales y laterales, y ejercicios de puente. Y para preparar la musculatura cervical, podemos hacer ejercicios isométricos de la cervical con una toalla, haciendo fuerza adelante y atrás", ha apuntado Vilalta.

Durante los días de la procesión, la profesional ha recomendado la realización de estiramientos previos para conseguir que esta musculatura no esté contracturada. Al finalizar la procesión, es conveniente aplicar hielo local envuelto en un paño no directo sobre la piel para evitar el desarrollo de hematomas o que los pequeños microtraumatismos desarrollen una lesión en el tejido celular subcutáneo, así como tomar relajantes y analgésicos musculares durante los 48-72 horas posteriores para evitar el espasmo muscular fruto del esfuerzo.

Si el dolor o la tensión es muy fuerte, se debe acudir al fisioterapeuta para recibir masajes, al hielo y las tracciones cervicales, que facilitan la relajación de toda la musculatura cervical.

CONSECUENCIAS PARA LOS NAZARENOS

Los nazarenos también sufren las consecuencias de permanecer varias horas de pie, que en algunas cofradías pueden suponer 14 o 15 horas en la calle. "Aquellos pacientes que tienen una musculatura con mucha infiltración grasa notarán durante los parones largos mucho dolor lumbar. Si esta musculatura es insuficiente, suelen aparecer las características lumbalgias y el nazareno tiende a inclinarse hacia adelante o se agacha para intentar cortar el espasmo muscular que soporta la musculatura en los clásicos `parones`", ha explicado Vilalta.

Para desarrollar esa musculatura, los expertos del GEER han aconsejado la práctica de ejercicios durante todo el año para fortalecer el core, sobre todo en abdominales y lumbares, así como la bicicleta estática, la natación, el remo o el pilates, tanto el clásico como con máquinas.

Además, las fajas de sujeción o lumbostatos ayudan a mitigar el dolor que puedan sufrir tanto costaleros como nazarenos y penitentes durante las horas de procesión. "En nuestro caso, los costaleros llevamos dos fajas: una de varilla más fina en la parte lumbar, y encima una faja de tela que nos da un mayor soporte", ha indicado Vilalta.

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