Un nuevo hallazgo en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal puede contribuir a una futura terapia preventiva
Investigadores del Centro Médico Universitario de Utrecht (Países Bajos) y la Universidad de Yale (Estados Unidos) han aislado y caracterizado dos nuevas especies bacterianas de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), lo que puede contribuir a una futura terapia preventiva.
Estas especies bacterianas, hasta ahora desconocidas, denominadas 'Allobaculum mucilyticum' y 'Allobaculum fili', se aislaron de la microbiota intestinal de dos pacientes distintos y son los primeros miembros del género 'Allobaculum' hallados en humanos. Una caracterización en profundidad reveló que las cepas eran muy eficaces a la hora de descomponer la capa protectora de moco del intestino y provocaban potentes respuestas inmunitarias. Estos hallazgos ponen de relieve el papel potencial de las bacterias en la patogénesis de la EII y pueden contribuir a una futura terapia preventiva.
La microbiota intestinal contiene miles de especies bacterianas, muchas de las cuales nunca se han cultivado ni examinado en el laboratorio. Aunque la mayoría de estas especies bacterianas son inofensivas o incluso contribuyen a la salud, se sospecha que otras contribuyen a enfermedades como el cáncer colorrectal y la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
La EII es un trastorno inflamatorio crónico que consiste principalmente en la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa y afecta a millones de personas en todo el mundo. En la actualidad, sigue sin estar claro qué causa la EII, aunque se cree que una respuesta inmunitaria no deseada contra la microbiota intestinal desempeña un papel crucial. Por ello, estos investigadores se propusieron aislar y estudiar conjuntamente nuevas bacterias aisladas de pacientes con EII.
Gracias a la "culturómica" más avanzada, los investigadores pudieron aislar dos nuevas especies bacterianas del tracto intestinal de pacientes con EII. 'Allobaculum mucilyticum' y 'Allobaculum fili' son bacterias Gram positivas estrechamente relacionadas que crecen en cadenas largas y son los primeros miembros del género 'Allobaculum' identificados en humanos. El análisis genético reveló que eran primos lejanos de 'Erysipelothrix rhusiopathiae', una bacteria patógena que infecta a diversos animales como cerdos, pavos y pollos, pero también ocasionalmente a seres humanos.
DESCOMPOSICIÓN DE LA CAPA DE MUCOSA INTESTINAL
En otros dos estudios, los investigadores analizaron las características de la 'Allobaculum mucilyticum' y el papel que podría desempeñar en las enfermedades intestinales. La bacteria resultó ser un degradador muy eficaz de la mucosa intestinal, la capa viscosa protectora que separa la mayoría de las bacterias intestinales de las células huésped.
Mediante una combinación de análisis genéticos, proteómicos y bioquímicos, se demostró que la 'Allobaculum mucilyticum' libera durante su crecimiento una amplia gama de proteínas enzimáticas que, una a una, escinden azúcares individuales de la proteína mucina.
Estos azúcares liberados podrían utilizarse para favorecer el crecimiento bacteriano, pero también podrían disminuir la función protectora de la capa mucosa. Por último, en una colaboración con el equipo del doctor Noah Palm, de la Universidad de Yale, se demostró que el 'Allobaculum mucilyticum' causaba inflamación intestinal en ratones infectados e interfería en la respuesta inmunitaria a una bacteria comensal humana sana que se encuentra habitualmente.
"Aunque todavía es muy preliminar, resulta tentador especular con la posibilidad de que la nueva especie 'Allobaculum', u otras especies bacterianas de características similares, desempeñen un papel en la inflamación intestinal que se observa en pacientes con EII", sugiere el investigador principal, el doctor Marcel de Zoete (Departamento de Microbiología Médica, UMC Utrecht). "Todavía queda un largo camino por recorrer antes de que comprendamos plenamente el papel de la microbiota intestinal en la patogénesis de la EII, pero estudios como este son pasos importantes que podrían aportar nuevos conocimientos y pistas para una futura terapia preventiva", añade.
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