Noticias de Cantabria
02-01-2008 16:40

Vuelven las urnas

El 9 de marzo nos toca prolongar la agonía o buscar nuevas fórmulas para gobernar este país.

La situación económica es mala, por mucho que el señor ZP se empeñe en decir lo contrario. Y las perspectivas son peores. El Gobierno socialista comenzó siendo sectario e intransigente y ahora se ha vuelto bueno de repente. Están sus dirigentes como corderitos, sólo se meten con el PP, pero han dejado tranquilos a los ciudadanos y, como es lo habitual tres meses antes de las elecciones, han elevado el salario base y las pensiones de los viejos, que son mañas antiguas y acciones socorridas que ya no engañan a nadie; porque también son pan para hoy y hambre para mañana. Los sociatas ya no saben qué hacer para mantener esa ligera ventaja que les da ganadores en las encuestas. Pero pasa que últimamente nadie puede cantar victoria antes de tiempo y el señor ZP lo sabe. Lo peor de España es que se ha vuelto esclava del terrorismo; y de eso tienen la culpa el señor ZP y todos los partidos, no él solo. Y el terrorismo lo está condicionando todo. Mal asunto.

España no ha ido bien con los socialistas. No se ha podido renovar el Consejo General del Poder Judicial (por culpa de los sectarismos de unos y de otros); sólo caen bajo la sospecha de la corrupción ayuntamientos gobernados por el PP; el acercamiento a ETA ha sido un fracaso rotundo; la política internacional de España ha resultado caótica; la situación económica se deteriora, pese a los augurios optimistas del Ejecutivo saliente; y hasta el Rey ha tenido que utilizar el tradicionalmente bondadoso e inocuo mensaje de Navidad para tirar de las orejas a un Gobierno y una oposición que no hacen sino repartirse puñaladas. ¿Es que no han echado un vistazo a los habitantes de este país, a sus problemas, a cómo viven y cómo quieren vivir?

El 9 de marzo, otra vez a las urnas. Los ciudadanos deben meditar el voto, pero aquí privan más las ideas de siempre y las decisiones de castigo no son demasiado frecuentes. La última propuesta de Rajoy de limitar los mandatos presidenciales a ocho años ha sido calificada de oportunista, pero a mí me parece absolutamente necesaria. Nadie debe perpetuarse en el poder, porque al final se creen que el país es suyo; unos y otros, no hago demasiadas diferencias. En fin, veremos.

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