Vd. no sabe con quién está hablando...

Pero España llegó a conseguir una democracia que plasmó en la Constitución de 1978 que, curiosamente, ha sido la única en la Historia de España que se ha elaborado por consenso de los partidos políticos y con el referendo de la gran mayoría de los españoles, lo que nos debiera de enorgullecer a todos, a pesar de que no sea perfecta.

Ahora, después de casi cuarenta años, nos vienen nuevas fuerzas -¿Nuevas?- que intentan deslegitimar esta Constitución porque dicen que no la votaron. ¡Claro!. Ninguna persona que no fuera en ese momento mayor de edad la ha votado, como ha sucedido en todos los países democráticos y con todas las leyes….

¡Pero, no!. La nueva casta dice que como ellos no la han votado, debe abrirse el candado de la Constitución, someter al país a un proceso constituyente y aprobar una nueva Constitución; y supongo que dentro de cinco años, los que no hayan votado la nueva, pidan otra, ¡Y otra!, ¡Y Otra!...

Pues miren: los países democráticos presumen de tener constituciones que han estado en vigor muchos años, a veces siglos, aunque hayan sido enmendadas y mejoradas. En España, hemos sido diferentes y durante los siglos XIX y XX hemos hecho muchas constituciones, a veces de media España contra la otra media y así nos ha ido. Y algunos quieren que entremos en esa fatídica dinámica histórica. Ya saben aquella frase de que quien no conoce la Historia, está condenado a repetir los errores.

Y estos nuevos que llegan, como caballo en cacharrería, pretenden también volver a aquello ya periclitado de “Vd. no sabe con quien está hablando…”. El ejemplo más reciente, con reincidencia, es el de la diputada de Podemos y ex jueza, Victoria Rosell, quien cree que tiene derecho de pernada, pues pretende que la abran, para ella solita, la salita de autoridades del aeropuerto; y como cree que es tan conocida, cuando pasa el control de policía del aeropuerto de Gran Canaria, pretende que no la pidan la documentación como a todo hijo de vecino, pues se cree muy conocida, como si de una estrella se tratase y puede saltarse las normas por ser ella quién es: “¡Vd. no sabe con quien está hablando!”.

¡Estrella!; pues aún debiera de aclarar cómo guardó un expediente judicial en el cajón durante meses contra una persona (El empresario Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, por presuntos delitos de fraude a la Seguridad Social), que estaba en negociaciones con su pareja sentimental (El periodista Carlos Sosa, que consiguió la gestión de una emisora de FM) y que, lógicamente, debió de abstenerse.¡Esto sería suficiente como para apartarla de la carrera judicial!. Pero no, ya se había acostumbrado a ser intocable y ha quedado absuelta (Ahora que tanto se habla de aforamientos, no suele mentarse los aforamientos de los jueces), aunque su sustituto en el Juzgado ha enviado al Consejo general del Poder Judicial un informe, sugiriendo que la ahora diputada de Podemos incumplió su deber de abstenerse por estar implicada su pareja. ¡Veremos en qué queda este asunto, pero me temo que sobreseído!.

Y estos son los que saltan la ley a la torera, como si ya estuvieran en una república bananera y dictatorial, al estilo chavista, curiosamente de quién han recibido (presunta e ilegalmente) cuantiosos fondos para crear el partido estalinista y troskista de Podemos. ¿Van a actuar esta vez la opinión pública, los medios de comunicación y los Tribunales?. Me temo que no; quedará impune, pues aquí ya sabemos que existen dos varas de medir.

Lo dicho muchas veces: tenemos lo que nos merecemos, lo que votamos y lo que edificamos día a día. ¡Después no vale quejarse!.