Unos "valientes" cazadores matan una loba en el monte La Mahílla en Cantabria.(Hemeroteca 2015)

La noticia prácticamente no ha tenido eco pero ha salido en un periódico de papel de Cantabria con foto incluida con cazadores sonrientes y una loba muerta y nosotros queremos darla publicidad porque esa foto representa la Cantabria profunda y no la Cantabria del I+D+I del siglo XXI . En ámbitos reducidos si ha despertado críticas profundas fundamentalmente de ecologistas y de los amantes del medio natural. Una loba de 32 kilos ha sido abatida en el monte La Mahílla -Zona de Los Tojos-. No sabemos qué tipo de munición se ha empleado si la cacería fue con balas o a cartucho, imaginamos que esos aspectos los conocerá suficientemente -los guardias de forestales si es que están o la guardia civil que controlara estos "eventos" .

De momento no hay polémica sobre que es peor si matar un lobo a distancia con un rifle de mira telescópica o un toro con un estoque.¿? Por desgracia Cantabria va a seguir siendo noticia a nivel nacional y a nivel europeo y no porque seamos líderes en paro senior y juvenil sino porque incluso nuestras raíces, nuestras esencias ni tan siquiera somos capaces de respetarlas. La noticia sale ilustrada como en los años de la España profunda, en la que el lobo era considerado una alimaña, y sus verdugos héroes de los pueblos. Sólo falta salir con antorchas por los pueblos de Cantabria para abatir a los cuatro lobos que quedan.
Hemos pedido información y esta heroicidad de matar una loba de 32 kilos se desarrolla en plena época de caza y de crecimiento de los lobatos, que aún no pueden desenvolverse por sí mismos. Esta proeza ¿habrá dejado huérfanos? Esta cacería de la Loba nos lleva a pedir al consejero Oria, nuestro amigo Jesús, que de una vez por todas Cantabria cuente con un Plan de Gestión del lobo, como tienen otras comunidades y como existe en Europa independientemente de que ya están en pie las Mesas participativas pero los asuntos y más este se tienen que finiquitar y no eternizar.Menos debates y mas soluciones. Los ciudadanos desconocen, no se sabe bien, si porque lo oculta la administración o porque no existe un censo del lobo y falta la opinión de los expertos (científicos, biólogos, etc.), para contrastar la fiabilidad de los datos, algo necesario para establecer un plan de batidas controladas en el caso de que sea necesario que tenemos nuestras dudas.
En otros lugares se preserva el lobo mientras que en Cantabria se mata. Esta cacería es deleznable en un contexto donde aún se está perfilando un Plan de Gestión. El momento no puede ser más inoportuno y bochornoso. Cantabria, tierra infinita de praderías, montañas, fauna y tesoros medioambientales, no apuesta por el poder enriquecedor y diferenciador de sus habitantes. El lobo es una joya a conservar, su preservación puede revertir en economía para esas zonas rurales despobladas. El término actual se llama ecoturismo, como ya lo hacen en Riaño, Sierra de la Culebra... Municipios que generan riqueza gracias al turismo medioambiental.
El lobo, tan amado por unos y odiado por otros, necesita una solución urgente e integral. El consejero tiene delante un tema que la ciudadanía toda incluida la rural y la urbana quiere que tenga una hoja de ruta civilizada. Y terminamos recordando a San Francisco y el lobo de Gubbio sólo que si en aquella ocasión fue San Francisco el que amanso al lobo ahora habrá que buscar a "alguien" que amanse a los cazadores del rifle.