¡Una explicación!
No sé ustedes pero a mí me produce indignación que uno de nuestros mejores científicos Juan Carlos Ispisúa tenga que hacer las maletas y dejar España. Merecemos una explicación seria y coherente.
No sé ustedes pero a mí me produce indignación que uno de nuestros mejores científicos Juan Carlos Ispisúa tenga que hacer las maletas y dejar España. Merecemos una explicación seria y coherente. Por una parte, personas de su entorno han filtrado que aquí no se le proporcionan los medios necesarios para continuar gestionando el Centro de Medicina Regenerativa situado en Barcelona. Y algo más, amen de medios económicos tampoco cuenta con los "apoyos" políticos, es decir de la Generalitat y del Gobierno central. Por otra, desde estas instituciones se le acusa de no estar a tiempo completo al frente de la nave del Centro de Medicina Regenerativa, de ser el titular de las patentes desarrolladas y de continuar vinculado a su antiguo empleo en el Instituto Salk de California.
Acusaciones todas ellas de peso y que requiere que el científico dé su versión de los hechos. De manera que los ciudadanos tenemos derecho a saber si efectivamente ni la Generalitat ni el Gobierno Central han movido un dedo para evitar la marcha de este gran científico que está considerado a nivel internacional como uno de los mejores en el campo de la Medicina Regenerativa, o si es él quién quiere poner tierra de por medio y sobre todo el porqué.
Oficialmente el centro que Ispisúa dirigía hasta ahora va a continuar abierto pero teniendo en cuenta que de los 21 proyectos que están estudio, 19 pertenecen al propio Ispisúa y que son patentes que, al parecer, le pertenecen por tanto se las lleva con él, y ya me dirán en que situación queda el Centro de Medicina Regenerativa. Si a eso se le añade que hay un recorte presupuestario, entonces la foto no puede resultar más desoladora. Además parte de los fondos para las investigaciones que se llevaban a cabo en este Centro provienen de algunas instituciones internacionales y cuando Ispisúa se marche los fondos se irán con él.
Ya digo que los ciudadanos merecemos una explicación tanto del propio Juan Calos Ispisúa como de la Generalitat y del Ministerio de Sanidad. Nuestro país no tendrá futuro si no invierte en investigación y desarrollo, si no invierte en educación, si no invierte en cultura. Desgraciadamente ningún Gobierno de los que hemos tenido han apostado realmente por la Investigación pero el que menos, el que parece que además le sobran los investigadores y está haciendo lo imposible para que se marchen, es el Gobierno de Rajoy.
Naturalmente que la Generalitat tiene su cuota parte, de responsabilidad en este caso. Porque si el verdadero motivo fuera falta de presupuesto hay que preguntarse por qué en vez de tener abiertas esas inútiles y fantasmagóricas "embajadas" por medio mundo por su afán de intentar ser un Estado independiente, no dedican ese dinero a la investigación, a los hospitales, a la educación, a lo realmente necesario. Si fuera así seguramente en Cataluña las cosas irían mucho mejor.
Pero está visto que los políticos españoles, da lo mismo que sean catalanes que de La Coruña, lo de la investigación les superará, les queda grande.
Pero insisto, ningún país tiene futuro si no dedica parte de sus recursos a la investigación. Es a través de la investigación por donde puede crecer nuestro país en vez de ser el eterno país de "servicios" que es el papel que nos han asignado en el resto del mundo. Eso sí, mientras nuestros investigadores trabajan en los principales laboratorios del mundo.
Es muy preocupante que uno de los científicos españoles más importantes harto de los políticos haga las maletas para poder seguir trabajando. No es el primero y posiblemente no será el último, de ahí que sea urgente que de una vez por todas el Gobierno junto a los gobiernos autonómicos establezcan la Investigación como prioridad. Yo no sé si la razón le asiste en su totalidad a Ispisúa, lo que sí sé es que en nuestro país dedicarse a la investigación es una carrera de obstáculos y la prueba es que los mejores, tarde o temprano, se van y todos esgrimen la falta de presupuesto y de apoyo institucional. Por algo será.
Sé el primero en comentar