Travestis abanderados....
Muchos ciudadanos se hacen esta pregunta: ¿Nos podemos fiar de este travestismo que hace PedroSánchez para contentar a algunos sectores de su partido o de los posibles votantes?; ¿Vd. se fía de él y le compraría un coche usado?.

¡Ya lo he dicho en anteriores ocasiones!. Los socialistas, al igual que el resto de la izquierda, tienen tirria a la bandera española. Por eso sorprende a muchos la “puesta en escena” del líder socialista, PedroSánchez, en su “proclamación como candidato de su partido a la presidencia del Gobierno, después de ganar las primarias” (¿Ganar las Primarias?; ¡No nos tome el pelo, PedroSánchez!) y “envuelto” en la bandera española; y para que no faltase nada en la coreografía, con corbata, y con su esposa (¡Ay, la familia!), eso, sí, vestida de rojo para provocar compensaciones a derecha e izquierda (Y sustituyendo el puño cerrado por la mano abierta).
¡Claro!. PedroSánchez quiere hacer un guiño al centro político con la bandera española, como abanderado de la unidad de España y defensor de los símbolos nacionales; ¡A ver quién la tiene más grande!. Por otra parte, necesita compensar con la izquierda, especialmente la de Podemos, en cuyos brazos se ha echado, y por ello me inclino a pensar que esta coreografía tiene mucho de teatralidad y de travestismo. Incluso algunos sectores de su partido, se han visto sorprendidos por esta puesta en escena. Y hasta el propio Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, le ha dicho que “a la bandera de España hay que servirla todos los días, no servirse de ella”, que es justamente lo que ha hecho PedroSánchez.
Porque la izquierda, incluyendo una gran parte del PSOE, desprecia a la bandera (constitucional) española, así como a los símbolos del país y siente una especial predilección por los trapos rojos y la bandera republicana (de la Segunda República), probablemente sin saber a qué obedece y representa.
La Bandera Española tiene una larga historia, que les voy a referir…
Con la subida al trono español de Felipe V, a comienzos del siglo XVIII ya se reglamentaron las banderas, especialmente en los Ejércitos y la Marina, incluyendo el escudo real.
En enero de 1785, se produjo un grave incidente entre las flotas española e inglesa a la altura de las Canarias, época en que Inglaterra estaba en paz con España, aunque en guerra con Francia; una flota inglesa que regresaba de la India atacó y hundió dos navíos españoles que iban de Canarias a la Península, al confundirlos con navíos franceses. Se disculparon por el incidente y pagaron los daños ocasionados.
A raíz de este incidente, Carlos III dotó de nueva bandera para uso de la Real Armada y para ello se convocó un concurso de diseños, al cual se presentaron una docena, siendo elegido aquel que era más visible en el mar, apareciendo una bandera en color rojo y amarillo que era muy visible en el mar y muy fácil de identificar y distinguir de las de otras marinas.
El 28 de mayo de 1785, el Rey Carlos III firma en Aranjuez el Real Decreto que da origen a nuestra bandera, dónde afirma que “para evitar los inconvenientes, y perjuicios, que ha hecho ver la experiencia puede ocasionar la Bandera nacional… […] he resuelto, que en adelante usen mis buques de Guerra de bandera dividida à lo largo en tres listas, de las que la alta, y la baxa sean encarnadas, y de ancho cada una de la quarta parte del total, y la de en medio amarilla…”.
Poco después esta bandera no sólo ondeó en los buques, sino también en los Arsenales, Castillos y ya durante la Guerra de la Independencia era habitual en los ejércitos de tierra, tal como se constata en la Batalla de Bailén (19 de julio de 1808) y esta bandera se fue extendiendo en su uso en todo el territorio nacional y ya las tropas constitucionalistas y liberales de Riego portaban la insignia nacional y la misma se reglamenta durante el Trienio Liberal, aunque hasta el año 1843 no se unifica y se crea, de hecho, la bandera nacional.
Tras el derrocamiento de Isabel II, la Gloriosa, Amadeo de Saboya y la Primera República mantuvieron la bandera “rogigualda” y así ha continuado hasta nuestros días, salvo en el periodo de la Segunda República en el cual “la bandera de la República española es roja, amarilla y morada”, aunque también se utilizaron las banderas rojas sovietizadas, las cuales podemos ver aún en las manifestaciones de la izquierda española (“Tenemos que luchar como sea, hasta que en las torres y edificios oficiales ondee, no una bandera tricolor de la República burguesa, sino la bandera roja de la Revolución socialista”, tal como expresaba Largo Caballero en 1933).
En bando Nacional, sublevado en la Guerra Civil, restablece la bandera “rojigualda”, aunque los escudos han ido variando y ya la propia Constitución de 1978 dice en su Art. 4º que “la bandera de España deberá ondear en el exterior y ocupar el lugar preferente en el interior de todos los edificios y establecimientos de la Administración central, institucional, autonómica, provincial o insular y municipal del Estado”. Lo que no siempre se cumple, para regocijo de los nacionalistas y la izquierda de este país.
Sólo un detalle final: el color morado que con tanta ansía enarbola la izquierda es una falsificación, pues no representa ni a Castilla ni a los Comuneros, como pretenden, ya que el color tradicional de Castilla es el carmesí. Por otra parte, sería incongruente que predominase una región sobre otra, pues en el escudo están representadas todas, y, como hemos podido observar, nuestra bandera nacional no está exclusivamente ligada a la Monarquía, como también pretenden algunos otros, pues también ha estado vigente en periodos no monárquicos.
Muchos ciudadanos se hacen esta pregunta: ¿Nos podemos fiar de este travestismo que hace PedroSánchez para contentar a algunos sectores de su partido o de los posibles votantes?; ¿Vd. se fía de él y le compraría un coche usado?.
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