Noticias de Cantabria
29-11-2014 17:00

¡Trabajar en libertad...!

Hace veinte años estuve dando una conferencia sobre Santander y Cantabria en la George Washington University, con ocasión de una visita institucional a la capital federal de los EE.UU.; me sorprendió la sencillez y funcionalidad del edificio (cerramientos interiores de bloques, escaleras de tramex, conducciones eléctricas con tubos de plástico visto, etc.

Hace veinte años estuve dando una conferencia sobre Santander y Cantabria en la George Washington University, con ocasión de una visita institucional a la capital federal de los EE.UU.; me sorprendió la sencillez y funcionalidad del edificio (cerramientos interiores de bloques, escaleras de tramex, conducciones eléctricas con tubos de plástico visto, etc.), así como las magníficas dotaciones. Aquí, aunque estemos en crisis, utilizamos los mejores y más nobles materiales, aunque después nos falte lo más esencial.

Viene este comentario a cuento de que hace unos días he estado en la inauguración de la Universidad Europea del Atlántico (Uneatlántico), dónde han utilizado materiales funcionales, de tal forma que, por ejemplo, en la futura sala de exposiciones, dónde se celebró el acto institucional, todos los parámetros verticales, así como el techo es de hormigón visto y con todas las instalaciones visibles; las aulas son espaciosas y muy luminosas y con un mobiliario sencillo y muy atractivo; la propia estructura del edificio juega con los ángulos rectos, de tal manera que aprovechan todo el volumen existente (Ya sabemos que a veces en edificios públicos los arquitectos gustan de hacer filigranas para dejar su impronta, pero de poca utilidad, como sucede en el edificio de la sede judicial de Torrelavega).

¡Pero estos son detalles constructivos, aunque significativos!. Vayamos al fondo del asunto.

Creo que Cantabria debe sentirse orgullosa de tener una nueva Universidad, que ha sido edificada por empresas de Cantabria, con trabajadores de nuestra región; ahora, ya en funcionamiento, se han creado casi un centenar de puestos de trabajo (Y supongo que otros tantos “indirectos”) y ya atiende a cerca de cuatro centenares de alumnos, dos tercios de los cuales son de nuestra región y esta nueva Universidad tiene gran vocación para atraer alumnos de otras partes de España y del extranjero, especialmente de Latinoamérica.

¡Y todo ello sin que hayamos gastado ni un euro de nuestros presupuestos!

No puedo pasar por alto que la Universidad de Cantabria y la oposición PRC-PSOE han clamado al cielo, sin que sepamos muy bien cuáles son sus razones, puesto que es una universidad privada, que no ha costado nada a los cántabros, a dónde acuden libremente sus alumnos e imparten unas enseñanzas que estarán avaladas por los organismos correspondientes, como la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

Quiero también recordar que a principios de la década de los años noventa del siglo pasado, hubo un intento serio de implantar una universidad en nuestra ciudad, utilizando básicamente el antiguo convento de Santa Catalina de Monte Corbán, para seguir posteriormente ampliando instalaciones. Como suele suceder en nuestra ciudad y región, hubo el rechazo de los de siempre y los promotores cejaron en el empeño.

Bastantes ciudadanos se hacen la siguiente pregunta: ¿Por qué la UC teme tanto al establecimiento de una universidad privada que no va a costar nada a los ciudadanos de nuestra región, pues no va a detraer dinero de los presupuestos, ya que cada alumno que asista a la misma pagará su coste?... Convendría que nos lo explicarán, para que no pensemos que temen la competencia, que en este caso no sería desleal.

Nuestro sistema, como sucede en toda la Unión Europea, es un espacio de libertad, también para poder fundar universidades, lo que contribuye a la formación y al progreso. He asistido hace unos días a la ceremonia de graduación de la Universidad de Bournemouth (Gran Bretaña), la cual se ha especializado en la impartición de grados de Master; unos cinco mil alumnos han participado en esta ceremonia, celebrada en tres días, y he observado que la gran mayoría de estos alumnos no eran ingleses: chinos, japoneses, turcos, italianos, franceses, mexicanos,… y españoles. Son alumnos que han estado alojados durante un curso o dos en las muchas residencias que existen o en otro tipo de alojamientos… ¿Cuánto valor económico, de progreso y de imagen tiene esta situación?.

Santander tiene enormes posibilidades de ser un núcleo de enseñanzas superiores e investigación de primer orden (UIMP, UC, UNED, Uneatlántico, Valdecilla, etc…); trabajemos en ese sentido y aprovechemos las sinergias de unos y otros, para ofrecer al mundo una enseñanza de calidad en un entorno físico envidiable. Santander podría convertirse en una buena ciudad universitaria, con un ambiente favorable y unas buenas relaciones entre todos los centros, sean de iniciativa pública o privada, y todos saldríamos ganando. ¡No nos quedemos en posturas aldeanas, que ya nos encontramos en la aldea global!.

La nueva Universidad Europea del Atlántico (Del Grupo Funiber, ya con universidades en EE. UU. y México y sedes en todos los países de Latinoamérica), fue inaugurada por el Presidente del Gobierno de Cantabria, Ignacio Diego, quién aprovechó para reunirse con los alumnos y descubrir una placa con los nombres de todos los alumnos de esta primera promoción, los cuales le ovacionaron efusivamente; el propio Presidente comentó, como curiosidad, que cuando visita los centros públicos, no recibe tantos parabienes.

Como afirmó el presidente de Funiber, Santos Gracia, a quién acompañaba el Rector de la nueva Universidad Europea del Atlántico de Santander, Rubén Calderón, en la susodicha inauguración: 

¡Queremos trabajar en libertad!.

Pues eso, “trabaja y deja trabajar; vive y deja vivir….”

 

 

 

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