Sarko se liga a la izquierda ¡Es un crack!

Este Nicolas es un artista. Cada vez que los sondeos sitúan a la baja su popularidad, pega un subidón a cuenta de su vida privada. En este caso ha dado la campanada. Carla Bruni es guapísima, tiene un cuerpazo y por si fuera poco, también es culta, inteligente y rica por su casa. Cantautora de prestigio en Francia, vendió dos millones de copias de Quelqu´un má dit, (Alguien me ha dicho).

Para más morbo, Carla está considerada como el icono glamouroso de la izquierda bobo (burguesa-bohemia), no en vano apoyó la campaña de Ségolène Royal. La lista de sus amantes famosos, "me aburre la monogamia", se ha publicado con pelos y señales. Quizás el caso más sangrante fue su relación con el editor Jean Paul Enthoven, a quien abandonó por su hijo Raphaël, marido de la hija del filósofo Bernard-Henri Lévi. De la unión nació Aurélien, que ha acompañado a su madre y a Sarko a Jordania.

Algo tiene el presidente francés. Las encuestas le sitúan como hombre atractivo pese a que es bajito y lleva zapatos con alza. La mayoría de mis amigas, ninguna vota al PP, dicen también "que tiene gancho". La madre de Bruni, votante de izquierda de toda la vida, está encantada con el novio de su hija y piensa que será una primera dama estupenda.

Para mí que Sarkozy no tiene un pelo de tonto. Es un virtuoso de la cal y la arena, el palo y la zanahoria. Mientras enseña el espectáculo de su vida privada, impone objetivos a sus ministros para seguir en el cargo. Cada uno será evaluado a final de temporada por una consultora privada. Claro que hasta ahora, entre divorcios, huelgas y noviazgos, el país no se ha puesto en marcha.

Para redondear la figura del petit Napoleon, se publica en breve El alba la tarde o la noche, de Yasmina Reza, autora de la archifamosa obra teatral Arte. El protagonista absoluto es Nicolas Sarkozy, al que califica de egocéntrico y narcisista (no nos habíamos dado cuenta), tierno, inteligente, atento y demócrata convencido. Buen momento para descubrir al multifacético Sarko.