San Emeterio y San Celedonio

Estos dos hermanos, militaron en las legiones romanas hasta que éstas persiguieron al cristianismo. Los dos hermanos nunca renegaron de su religión, hasta el punto que abandonaron las legiones.

Se entregaron al procónsul de Calahorra, siendo encarcelados por profesar públicamente la milicia de Cristo, por lo que fueron condenados a tortura y decapitación.

Esto se llevó a cabo en las afueras de la ciudad, junto al rio Cidacos, afluente del Ebro, un 3 de Marzo del año 300. Dice la leyenda que al morir, Emeterio lanzó su anillo al cielo y Celedonio su pañuelo, a la vista de todos. En ese lugar, fuera de la ciudad y por este motivo, se levanta la catedral de Calahorra, en donde se guardan y se veneran los cuerpos decapitados de los santos. Los días 3 de Marzo, 15 de Mayo y 31 de Agostos, sus cuerpos se procesionan por las calles de Calahorra, de donde son también patronos (Los Santos Mártires).

Sigue la leyenda diciendo que ambas reliquias fueron transportadas en una barca de piedra para protegerlas del los musulmanes, esta dio la vuelta a la península y entró en la bahía de Santander chocando contra una roca y atravesándola, la que fuera la famosa isla de la Horadada, acabando en una cueva debajo de la antigua iglesia del Cerro de San Pedro (Somorrostro). El monasterio de ese lugar los tomó como patronos y sus efigies formaron parte del escudo de la iglesia.

En unas excavaciones en 1.531, se hallaron estas reliquias sepultadas, instalándose en tiempos de Alfonso II, en la actual Catedral, en el lugar en que hoy reposan.

Además de aparecer en el escudo de Calahorra y Santander, otros pueblos de Cantabria como San Pedro del Romeral, Unquera y Rasines, también los tienen como patronos, festejándolos el 30 de Agosto. Son así mismo patronos de una pequeña localidad de Burgos, llamada Rio Quintanilla.