Quinta y exitosa edición del Azeros´s Rock Festival
Un total de seis bandas componían el cartel de la V Edición del Festival Azeros´s Rock, celebrado, un año más, en el pabellón de la Cantábrica. Entre ellos grupos de proyección internacional como los italianos Sun Eats Hours o los daneses Hatesphere y como colofón y, cabeza de cartel, los andaluces Hora Zulú.

La apertura de puertas se realizó a las 18:00 y, poco después, arrancó el espectáculo. Los primeros de la tarde, cuando a penas empezaba a llegar la gente, fueron los cántabros Wet Kinckers. Un conjunto que se creó a principios del 2008 como grupo de versiones con componentes de otras bandas de la escena cántabra, como Stupidfacientes, Pablus Dog, Karmina Burana o Colourless. Muy puntuales en su actuación, presentaron un punk rock bien ejecutado, que refleja la experiencia de sus miembros en este estilo. No pudieron presentar su disco, como les hubiese gustado, inmersos aún en su realización.
La gente se empezó a mover un poco más con el relevo de los también cántabros Mordor. Grupo de larga trayectoria que realizó un pequeño parón en sus directos, hasta que hace tres años volvieron a los escenarios con una serie de conciertos esporádicos. Y, próximamente, se meterán en el estudio a grabar. Sus antiguos temas eran rápidos y ahora suenan más “doom”, aderezados con la voz de ultratumba de Kini, también cantante y guitarrista de Karonte.
En tercer lugar, actuaron los madrileños Avenues and Silhouettes. Grupo de metal alternativo, de estilo americano, muy de moda ahora, bien ejecutado. Una banda dinámica, en la que sobresalía y sorprendía el registro de voz del cantante y una “cuidada” puesta en escena -todos iban exactamente igual: camiseta blanca y pantalón negro, difícil no fijarse en ellos entre tanta “marea negra”.
Los italianos Sun Eats Hours continuaron con el espectáculo y se llevaron a la gente de “calle” -especialmente, cuando versionaron el Entersadman de Metallica-. Una banda de gran presencia en el escenario, muestra de su dilatada experiencia. Son muchos los conciertos que ha dado este grupo, y no sólo en España, en Japón o Sudamérica también han disfrutado con sus directos y el “cayo” se nota. El castellano del cantante perfecto y el sonido muy bueno, acorde a su estilo “hard core” melódico.
Los Dickers se subieron al escenario con su rock simple y directo, que encantó a sus seguidores. Dikers se formó en el verano de 1998. Y sus componentes fueron Iker Piedrafita, Iñaki Urroz, David Cuesta y Roberto Urzaiz , tenían entre 16 y 19 años. Iker es el hijo de Alfredo Piedrafita, miembro de la mítica banda de rock navarra Barricada. Cabe destacar, que se atrevieron a versionar el "Black or white" de Michael Jackson.
Los daneses Hatesphere fueron los más contundentes. Música oscura encabezada por un joven cantante, de a penas dieciocho años, que recordaba a Phil Anselmo en la manera de moverse sobre el escenario y de intentar empatizar con el público. Lástima que la voz no se parezca a la del cantante de Down y, a veces, suene forzada. No obstante, sonaron bien con un estilo “death/trash/metal”.
El plato fuerte de la noche tardó, pero llegó. Los cientos de personas allí reunidas para disfrutar de los conciertos se agolparon para ver a los granadinos Hora Zulú que a pesar de la baja de su batería, Javier Cordovilla, no suspendieron su actuación. Y, además, sorprendieron con la reincorporación del guitarra Ernesto Cabello, cosa muy de agradecer, especialmente en directo. A pesar de estos cambios no decepcionaron y nos hicieron saltar con su rap/metal/ flamenco de letras críticas. Un final perfecto, para un festival que se mantuvo en su línea. Como todos los años, hubo precios populares en el bar del festival y hasta las 19:30 horas se celebraron las famosas "happy hours", con precios especiales en las consumiciones. Y, sobre todo, buenas actuaciones, lo que convierte a este festival en una cita obligada para todos aquellos que les guste la música.
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