Una gran perdida para la investigación de la fauna marítima si Sánchez las entrega
TERRITORIOS ESPAÑOLES Francisco. Glez-Riancho Colongues
En el Peñón de Alhucemas hay una iglesia, un faro, varias casas, un puerto y un fuerte con almacenes. El agua potable es suministrada periódicamente con barcos desde la península los cuales llenan un aljibe que hay en la isla. Unida a esta isla, hay un diminuto islote que antiguamente se utilizó como cementerio, llamado La Pulpera al que se accede por un pequeño puente. Todo esto está custodiado por militares del Tercio 1º de la Legión de Melilla

España tiene en la costa de Marruecos varios islotes de su propiedad, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que por uno u otro motivo mantiene custodiados. Unos como punto estratégico de defensa y otros por su riqueza biológica.
En primer lugar, la Isla del Perejil, un pequeño islote de 400 metros de ancho por otros 4oo de largo, en el estrecho de Gibraltar a 250 metros de la costa de Marruecos y a unos 8 kilómetros de la ciudad española de Ceuta. Este islote se encuentra deshabitado y apenas tiene algún tipo de fauna y flora. Todos sabemos lo que pasó hace años, cuando el ejército marroquí trató de ocuparlo.
Más al este se encuentra al Peñón de Vélez, otro pequeño islote convertido por causa de un terremoto en un istmo de 19.000 metros cuadrados de 260 metros de largo por anchuras de entre 15 y 87 metros. La frontera del istmo con Marruecos mide apenas 85 metros, lo que la convierte en la frontera entre países más pequeña del mundo. Hace tiempo en el Peñón vivían alrededor de 400 personas, hoy en día está custodiado por una pequeña guarnición del Ejército de Tierra dependientes de la Comandancia Militar de Melilla.
Un poco más cerca de Melilla y a apenas a 50 metros de la costa de Marruecos, se encuentran las islas Alhucemas, un conjunto de tres islotes llamados Isla de Tierra, Isla de Mar y Peñón de Alhucemas. Mide 170 metros de largo por 86 de ancho y tiene una superficie de 0,015 km2.
En el Peñón de Alhucemas hay una iglesia, un faro, varias casas, un puerto y un fuerte con almacenes. El agua potable es suministrada periódicamente con barcos desde la península los cuales llenan un aljibe que hay en la isla. Unida a esta isla, hay un diminuto islote que antiguamente se utilizó como cementerio, llamado La Pulpera al que se accede por un pequeño puente. Todo esto está custodiado por militares del Tercio 1º de la Legión de Melilla.
Más al norte, a 55 km de Marruecos están las islas de Alborán y el islote de La nube. De unos 600 metros de largo en forma de triángulo isósceles, tiene en su interior un faro, un muelle con playa a ambos lados del islote, algunas edificaciones, un helipuerto un cementerio y un puerto. Está habitada por un destacamento de la Armada Española. Tiene una particularidad, en el centro del islote hay un canal subterráneo que cruza la isla de parte a parte y que con buen tiempo es navegable.
Por su riqueza en biodiversidad está declarado como reserva marina y de pesca, además de Paraje Natural y zona de especial protección para las aves por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Junta de Andalucía.
Por último, las Islas Chafarinas, un pequeño archipiélago compuesto por tres islas, isla del Congreso, isla de Isabel II e isla del Rey Francisco. Están situadas a 3,5 km de la costa de Marruecos, carecen de población estable y solo militares españoles tienen permiso de acceso a ellas, junto con guardas y científicos de la estación biológica. La única habitada es la isla de Isabel II, custodiada por el Tercio Gran Capitán nº 1 de la Legión compuesto por 30 legionarios, personal de trasmisiones, un enfermero y un equipo de civiles perteneciente al Organismo Autónomo de Parques Nacionales.
Desde hace tiempo, Marruecos reclama la propiedad de todos estos islotes que para España y para la comunidad científica y conservación de la fauna marítima sería una gran pérdida.
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