¡Qué cosas hay que oir...!
Nos dice la Sra. Gorostiaga, aún Secretaria General del PSOE y Vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, que “el triunfo del PP significaría retroceder diez años”. ¡No fuera malo!

¡No fuera malo que ocurriera esto!. Que retrocediéramos diez años y olvidáramos la pesadilla que hemos tenido en estos últimos tiempos de desgobierno del PSOE, tanto en España como en Cantabria, como si hubiera sido un mal sueño y nunca hubiera sucedido.
¿Recuerdan hace diez años?...
Cantabria y España caminaban hacia la prosperidad moral, ética y económica, cumpliamos los compromisos de Maastricht, ingresábamos en el club de los países del Euro, creábamos empleo como ningún otro país de la Unión Europea y éramos respetados y admirados en todo el mundo; mientras esto sucedía, nuestra economía crecía. Muchos nos sentíamos orgullosos de ser españoles, gozando del bienestar y la libertad...
¿Ahora?
Ahora Europa nos desprecia por nuestra insensatez y sólo está pendiente de nosotros para que cumplamos con los “deberes” que nos impone, para que nuestra mala gestión económica no arrastre y perjudique sus intereses. ¿Recuerda la soledad del Presidente del Gobierno en las reuniones de Europa?.
En estos años hemos conseguido elevar el paro de forma preocupante y escandalosa, por la gestión zapatética y descabellada del PSOE, que nos ocultó una crisis evidente y galopante que ahora será mucho más difícil y larga afrontarla. ¿O no le preocupan los cinco millones de parados de España y los 46.976 de Cantabria, un tercio de los cuales ya no recibe ningún tipo de ayuda?. ¿O no le preocupan las muchas empresas que se encuentran con apuros para sobrevivir?.
El paro juvenil en España y en nuestra región es de auténtico escándalo social. Por cierto, ¿Qué ha hecho por paliar la situación la responsable de Juventud y candidata a la Alcaldía de Santander?. Nada, pura palabrería y el tema sigue desbocado e incontrolado.
Los ciudadanos han visto cómo ha disminuido su patrimonio, acumulado durante muchos años de trabajo y privaciones. ¿Alguna vez se le ha ocurrido preguntar por la bajada del precio de nuestras propias viviendas, a veces más de un 30 %, que poseemos la mayoría de los ciudadanos, aunque esto no se haya reflejado en la carga impositiva que soportamos?.
Los ahorros de muchos ciudadanos también han sido esquilmados: por la bajada de la bolsa, la subida de la carga impositiva, la ayuda a los familiares en paro,… ¡Y bastantes ciudadanos otean el futuro con una cierta inquietud e inseguridad!.
El comienzo de este año nos ha sorprendido con fuertes aumentos de servicios básicos, como la electricidad, el gas, la gasolina, los transportes, etc., que aún van a ahogar más a las economías de muchas familias.
El poder adquisitivo de los trabajadores ha disminuido, fundamentalmente con la bajada de los salarios, no sólo de los funcionarios. ¡Ah! Como Ud. se subió, obscenamente, el suyo al principio de la legislatura el 19 %, quizás le influya menos. Pero los ciudadanos de a pie, no privilegiados como Vd. y su camarilla, tenemos menos dinero para nuestros gastos y, lógicamente, gastamos menos y así adquirimos, por ejemplo, menos coches, poniendo en apuros a otro sector vital de nuestra economía.
Los pensionistas han visto cómo sus pensiones han sido congeladas, ¿confiscatoriamente?, pues son derechos adquiridos por su honrado trabajo, ya que se han dejado la piel durante décadas y a los que se les han hecho los correspondientes descuentos mes a mes. ¿O esta pensando en aquéllos, algunos altos cargos del PSOE, a quienes les tocó la lotería en Andalucía y han sido agraciados en los EREs del llamado “fondo de reptiles”?.
Las empresas están pasándolo muy mal y muchas se han visto obligadas a enviar personal al paro e, incluso, a cerrar. ¡Claro! Las empresas públicas que han creado a la sombra de su Gobierno, más de medio centenar, van viento en popa con nuestros impuestos y se dedican alegremente a colocar a sus amigos e invertir en muchas ocasiones de manera poco objetiva. ¿Le suena la inversión del fibroyeso?.
A algunos sectores les están hostigando, ya sea con la amenaza continua de los malévolos PSIR, con la Ley de Costas, cuya modificación en el Senado no apoyaron, con la de Montes,… creando inquietud, preocupación y desasosiego en miles de empresas y familias. ¡Ahora viene la parafernalia oficial de Madrid para tranquilizar antes de las elecciones y después si te he visto no me acuerdo…!.
Queriendo controlar todo, nos recortan libertades, como la de educación, la velocidad en las carreteras, Internet o el tabaco en los lugares públicos,…
Del sistema educativo no le voy a mencionar nada. ¡Léase el último y demoledor Informe PISA, dónde nos coloca en el puesto 26 de los 34 países de la OCDE!. Y en Cantabria tampoco estamos como para tirar cohetes en el conjunto de nuestro país.
Los jóvenes que se forman en nuestros centros educativos, especialmente los titulados de nuestra Universidad de Cantabria, no encuentran trabajo en su tierra y tienen que utilizar nuestro aeropuerto para buscar otros horizontes. Curiosamente les subvencionamos los vuelos para que puedan viajar de forma barata, así como a quienes quieren hacer turismo y negocios y a quienes también viajan a nuestra región, ¡Con el dinero de todos los cántabros!.
Y así podría seguir de forma interminable; y cualquier ciudadano de nuestro país, de nuestra tierra, podría añadir nuevos motivos de preocupación.
Percibo en la calle un deseo de cambio en muchos ciudadanos y que pueda volver aquella ilusión perdida por las zapatéticas decisiones, aplaudidas calurosamente por sus acólitos regionales, así como la inanición de su Gobierno de Cantabria, mucho más preocupado por la propaganda y los proyectos que por resolver los auténticos problemas de los ciudadanos.
¡Muchos quisiéramos vislumbrar el final del túnel, que acabase esta pesadilla y volver a aquel espíritu ilusionado y emprendedor que nunca debió haberse perdido!.
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