Noticias de Cantabria
26-02-2008 15:26

Pujol el Dios

Aun en su crepúsculo, los dioses son seres con los que conviene llevarse bien. Si resulta que, además, el dios en cuestión puede que sea bajito pero no es en absoluto menor lo aconsejable es la veneración y el temor reverencial.

Y si para remate quien llama a la puerta es el Zeus del nacionalismo catalán que viene a participar en la campaña electoral no cabe descartar la postración de hinojos y hasta el sacrificio ritual. Llegó Pujol a la Cámara de Comercio de Tarragona y los sumos sacerdotes de CiU en la provincia le recibieron con fervor y alborozo. El president dejó que se le acercaran, les impuso las manos y les adelantó cuál sería su sermón. Después, pidió ir al baño. Algunos dioses son muy humanos.

El Honorable tiene 77 años y, aunque en ocasiones parece dominado por los tics, no ha perdido magnetismo. Dicen sus más cercanos que es infatigable y que es capaz de realizar un trayecto Barcelona-París-Madrid-Barcelona en el día, y luego pasarse por el despacho de madrugada para ordenar papeles. Después de escucharle repetir el mismo discurso de las últimas dos décadas, hay que convenir que nos hallamos ante una gota malaya de proporciones bíblicas que transforma el mármol en piedra pómez.

Lo que toca en estas elecciones –una expresión muy pujoliana- es decir que Cataluña es víctima de España y que los españoles siempre se la han metido doblada a los catalanes, unos señores de natural ingenuos y bastante imprudentes. El remedio a tanta tomadura de pelo es hacerse respetar, algo que se consigue con una sobredosis de dignidad. Con eso, y rehusando invitaciones a café sin confirmar antes que está pagado el cortado.

Tiene el nacionalismo catalán algunos argumentos de peso para sostener su ancestral discriminación. Algunos de ellos los expuso el candidato convergente Jordi Jané, a quien –cómo no- Pujol conoció cuando iba en pantalón corto y su familia regentaba la mercería Las Américas. Cataluña, según dijo, tiene 39 kilómetros de autovías gratuitas; Cáceres, 315. Y eso por no hablar del AVE: el trayecto entre Tarragona y Barcelona cuesta 30 euros; el billete de Toledo a Madrid, sólo nueve, pese a que la distancia es sólo inferior en 20 kilómetros. ¿Alguna prueba más?

Pujol cabecea, bracea y masculla a una velocidad sobrehumana pero, como es una deidad, sus fieles le entienden divinamente, incluso cuando se le va el santo al cielo. Reparte sus admoniciones contra el PP, que viene a ser el anticristo, y contra los socialistas, con los que es posible hablar si se tiene presente que intentarán venderte una escoba en el desierto. A los de Esquerra ni les menciona por el nombre: “Hay quien en la hora del café pide la independencia y unos segundos después empieza a hablar en castellano”.

El reparto de estopa alcanza a los abstencionistas y a los “blandos y bobalicones” que, en vez de votar a CiU -que no es que tenga un programa, es que tiene un proyecto de país, cuando no es el país mismo-votan a esos demonios madrileños. El resultado de tanta estulticia es que “ellos piensan que pueden hacer cualquier cosa con los catalanes”, unos malditos pusilánimes: “Si escupes a un catalán por la calle dirá que parece que está lloviendo”.

¿Se puede invertir la situación? Obviamente, sí, que para eso uno es un dios y de los más principales. Lo primero es recuperar la ilusión porque –y aquí Zeus se puso en plan Buda- “el pecado más grave que se puede cometer es apagar el fuego que calienta el corazón de los hombres” (proverbio oriental); lo segundo, obviamente, es votar a CiU para ser decisivos a la hora de la formación de Gobierno; y lo tercero es dejar claro que el seny tiene un precio. “La responsabilidad no la podemos vender barata”.

En definitiva, si alguien quiere contar con CiU que ponga encima de la mesa las balanzas fiscales porque, parafraseando a Bono, “la solidaridad hay que hacerla siempre con los bienes ajenos” y ya está bien de que “lo mío sea mío y lo tuyo, a medias”. Finalmente, resúmanse en uno el resto de los mandamientos: “Trinco, trinco, por si no pagan”. Amén.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(2):

cantabro - 26-02-2008

Que pena que Jordi Pujol no halla estado en la politica nacional.Este sí es un lider politico de talla.

Krut - 26-02-2008

Y como buen político ahorma la realidad a su conveniencia: ¿no tiene ninguna importancia que los kilómetros de autovías de Extremadura llegaran treinta años después que los de Cataluña? treinta años de ventaja abrumadora explican muchas cosas sobre desarrollos regionales (y si no que nos lo digan a nosotros con los privilegios fiscales de los vecinos). por cierto, magnífico retrato de Pujol.