Noticias de Cantabria
13-07-2012 22:25

¡Perplejidad…!

La situación que podemos observar actualmente en nuestro país nos produce, un estado de suma ¡perplejidad!, con una tremenda desazón e inquietud, que está comenzando a desbordarse por la calle (Y nunca faltarán quienes pongan la gasolina y los fósforos).

 El Presidente del Gobierno de España nos ha dado a conocer los duros ajustes a que nos va a someter su Gobierno.
¿Por qué?... Esta es una pregunta que se hacen muchos y la respuesta suele ser variada: desde quienes consideran que tenemos que “pagar” las absurdas decisiones políticas de los últimos años, hasta quienes creen que este Gobierno se ha pasado dos pueblos. A veces, la opinión de muchos está tremendamente influenciada por la ideología, más que por la propia razón, cayendo en un sectarismo ciego.
Nadie quiere ser afectado por las durísimas medidas aprobadas:
- No nos ha gustado nada que nos suban el IVA.
- A los funcionarios no les gusta que les dejen sin paga extra de Navidad.
- A los parados no les gusta que les disminuyan las prestaciones.
- A quienes están cerca de la jubilación, no les gustará que les cambian las condiciones.
- Bla, bla, bla…. A nadie nos gusta que nos toquen nuestro bolsillo. ¡Faltaría más!.
Y así podría seguir con un rosario de medidas. ¿Son oportunas en estos momentos?; ¿Son justas?; ¿Son suficientes?; ¿Podrían haberse tomado otras medidas?.... Son preguntas que se hace la gente en la calle.
Pues se me ocurre que podrían haberse tomado, para empezar, otras medidas; y pongo a título de ejemplo estas diez:
- Supresión de todas las representaciones en el Exterior que no sean las del Estado (Y éstas, con la dimensión y gasto adecuado).
- Supresión total de subvenciones a Patronal, Sindicatos y Partidos Políticos (que deberán vivir de sus cuotas, como cualquier otra organización).
- Eliminación total de cualquier pago, dinerario, en especie o prebenda, a los cargos políticos y representativos, tanto durante el ejercicio de su cargo como con posterioridad al mismo, que no sea la derivada de su vida laboral en el cargo como cualquier otro ciudadano (Se les pagará por su trabajo, se les tendrá en cuenta para su jubilación… ¡Y nada más!).
- Reducción al 50 % de todos los órganos parlamentarios (Congreso, Parlamentos regionales, Gobiernos, Órganos colegiados,… ¿Saben cuántos miembros tiene el Tribunal Supremo de los EE. UU.?.. ¡Nueve!).
- Control por el Estado del gasto de ¡Todas! las Comunidades Autónomas (Debe acabarse la “barra libre”, por mucha autonomía que tengan. Si Europa controla a España, ¿Cómo no vamos a poder controlar nosotros a nuestras Comunidades?).
- Reorganización de los Ayuntamientos españoles (8.112), dejándolos en unos 2.000). ¿Cómo puede haber un ayuntamiento con menos de 100 habitantes? Pues los hay en Cantabria.
- Racionalizar los sueldos de Alcaldes y Concejales y las dedicaciones de los mismos.
- Reducción drástica de la estructura del mundo de la política: liberaciones, vehículos y chóferes, teléfonos, ordenadores, asistentes, asesores y un largo etcétera.
- Supresión del 80 % de las empresas públicas, muchas de ellas refugio de amigos, correligionarios y paniaguados y forma de evadir el control parlamentario de sus actividades y gestión.
- Supresión y venta de medios de comunicación públicos (permitirá obtener dinero y evitará su uso partidista).
Y, ahora, ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Y no nos olvidemos que ¡estamos en Europa!, para lo bueno (¿Recuerdan los fondos de años pasados para hacer nuestras infraestructuras?) y para lo malo, para que seamos coherentes en la organización del Estado y del gasto, pues nuestra actuación también afecta a Europa. Y el poder de Europa es inmenso, como muy bien sabe Burlusconi.
Estamos abocados a un Pacto de Estado, difícil en este momento, dónde al propio portavoz del PSOE le llueven críticas de su propio partido, cuando también entiende que los recortes anunciados no tienen vuelta de hoja, “apoyando al Gobierno en Europa y proponiendo un pacto”.
¿Qué credibilidad y confianza podemos ofrecer a Europa para saldar nuestra deuda multimillonaria si no nos ponemos de acuerdo ni entre nosotros mismos?. ¡Esta puede ser la clave aunque nos cause perplejidad!.
Y, como ha dicho el Rey, “nadie puede quedar excluido de la recuperación económica” (Ni de apechugar con los sacrificios).

 

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