¡Nos frien a impuestos!
Con los tiempos que corren, dónde el paro atenaza a un importante sector de la población, especialmente el juvenil, dónde a otros se les rebaja el salario de su trabajo y a los pensionistas se les congela la pensión que han logrado con años de honrado trabajo, un gobierno que rezuma ineficacia por doquier, sólo se le ocurre subir los impuestos y los precios de los servicios públicos.

Este mes de enero que ya está a punto de finalizar, los bolsillos de los consumidores han sufrido fuertes subidas de la electricidad, del gas, de los transportes, de la gasolina….
¡Pues no es suficiente!. Pues aún va nuestro gobierno de Cantabria y nos sigue ahogando con más impuestos; algunos ya estaban casi olvidados y asumidos, como el canón de saneamiento (sí, sí, ese que va en el recibo del agua y que pasa desapercibido para muchos y que convierte a los Ayuntamientos en recaudadores) o el impuesto de sucesiones.
Pero, en su imaginación calenturienta, nos pone un nuevo impuesto: las bolsas de la compra y tiene la desfachatez el Sr. Consejero de Economía y Hacienda de decirnos que es para preservar el medio ambiente y los valores ecológicos… ¡Hay que tener jeta!.. Es el mismo consejero que subió el 19 % del sueldo a él mismo y a sus compañeros del gobierno.
Cuando en un gobierno, sea el central o el autonómico, les falta imaginación e ideas para afrontar el reto que supone gestionar, sensata y equilibradamente, las cosas públicas de todos y recurren a presionar a los más débiles, a los ciudadanos inermes, ya sea con impuestos o, como hace el gobierno central, quitando libertades, como pretende con el nuevo organismo regulador de los medios de comunicación, para así evitar las críticas, algo serio está sucediendo… ¿No les recuerda esto a la época franquista, a la Venezuela de Chávez, la cuba de Fidel Castro o la URSS estalinista?...
¿Reaccionarán los ciudadanos?. Lo dudo, pues “tragarán”, dado que aún el componente ideológico pesará más que los desaguisados que tienen que sufrir y cuando despierten de la pesadilla, será demasiado tarde y nos llevará muchos años, ¡muchos, no lo olviden!, salir de este atolladero dónde nos están metiendo, dónde somos el hazmerreír de toda Europa y del mundo occidental y entre los cuales somos muchos más pobres… ¡Hasta cuando!.
Pues volvamos al tema de las bolsas: total son cinco (5) céntimos cada una de impuesto (Probablemente, menos que su valor real), que irá a engrosar el saco de la voracidad recaudadora –con inspectores, para que no haya duda- de nuestro gobierno regional, dónde, por otra parte, nos dicen que somos los menos endeudados de toda España, aunque, eso sí, a la oposición nada de darles las cuentas reales. Recuerdan aquella frase del inefable consejero: “Si quieren saber las cuentas, que ganen las elecciones”; pues a mi ya me gustaría y que limpiasen bien en todas las alfombras y en todas las empresas que se han ido creando y mucho me temo que nos pudiera ocurrir algo parecido a lo sucedido recientemente en Cataluña, dónde la deuda es bastante superior a la que se decía…
A los comerciantes les van a pasar el impuesto no sobre las bolsas que “vendan”, sino sobre todas las bolsas que puedan tener almacenadas, aunque sea desde hace varios años (¿Efecto retroactivo?), porque es lógico que hagan acopio de un producto que es barato. ¿Con IVA o sin IVA?. Los ciudadanos están reaccionando tímidamente, llevando la compra en la mano cuando no es mucha o utilizando mil argucias…
Y no acaban aquí las cosas; el mismo Consejero de Economía y Hacienda (¿recuerda?, aquél “metamorfoseado” en PCE, IU, IDCAN, PSOE…) nos viene ahora a decir que “hay margen para más impuestos verdes” (sic). ¿Hasta dónde piensa llegar?.
Y mientras nos ponen impuestos de todo tipo, se sigue gastando alegremente el dinero de todos, creando nuevos puestos de trabajo para estómagos agradecidos (lógicamente, amigos y familiares) y, especialmente, “engrasando” a las personas e instituciones – también Ayuntamientos- más afines y que pueden torcer y decidir el próximo voto de mayo… ¡No importa a qué se dedique el dinero!. Utilizan los dineros públicos como si fuera su propio patrimonio, pues creen que están en su cortijo.
A este paso, pronto nos pondrán un impuesto por el aire que respiramos y, entonces, ¡acabarán asfixiándonos!.
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