No pasa nada, no pasa nada.

Pedro Sánchez en unas primarias escrupulosas, que ya querrían para sí algunos partidos, ha vuelto a la Secretaría General del Partido Socialista Obrero Español después del golpe de estado de los Barones o Pedrocidio como dicen otros, y eso es todo. Y eso es todo y no hay más cera que la que arde. No se rasguen las vestiduras .

Durante el camino de las primarias se ha visto un Pedro Sánchez más equilibrado, más moderado, y ya saben el dicho de Cantabria Liberal: "los políticos en la oposición dicen las verdades que ocultan cuando llegan al poder". No pasa nada, ni la Bolsa, ni el Ibex se inmutan.

De momento Pedro Sánchez no es presidente de España, tendrá que asumir una oposición diferente, igual o parecida a la que hacía la Comisión Gestora y esperemos que sus razonamientos no sean el no por el no.

Estamos en un mundo global y en una Europa interdependiente. Miren en Francia, nuestro modelo más próximo, gana un liberal centrista y un socialista como el señor Vals quería hasta ser primer ministro del señor Macron. Naturalmente que -el sentido político- que hay en Europa no es el mismo que existe en la España de la visceralidad, del si no estás conmigo estás en contra de mi etc.Pero ya va siendo tiempo de que cambien las formas porque en el fondo siempre es lo mismo, no se puede gobernar contra los bolsillos de los ciudadanos, ni contra Europa.

Ahora llegará  el periodo del sosiego y buenas intenciones.  Imaginamos que Pedro cortará cabezas, ley de vida, y despues todo volverá a su cauce. Ahora bien si quiere aspirar a   ser presidente del gobierno Pedro Sánchez tendrá primero que conseguir unir todas las fuerzas de izquierdas o presuntas al estilo Frente Popular  más las separatistas, ¿quimera?, y después ganar las elecciones. Y estamos en el siglo XXI. No olviden que ser Secretario General de un partido no significa ser Secretario General de todos los votantes. Y tampoco olviden amigos de la boina que el único problema real y lo que importa verdaderamente a los ciudadanos es, primero la economía y segundo terminar con el desasosiego de la banda independentista de Cataluña para que este país pueda incrementar el Estado de bienestar: pensiones, trabajo, derecho al subsidio, sanidad y educación.Y para consegir lo anterior hay que trabajar y producir y dejar a un lado la demagogia tan presente en los mitines de nuestro país.