No, al despilfarro de nuestros impuestos

La crisis tiene sólo origen en las finanzas internacionales y de la burbuja inmobiliaria española y que el desempleo haya crecido más del doble en España que en el resto del mundo mundial la culpa la tiene el sussum corda (autocomplacencia e incapacidad autocritica lo llamamos otros mortales).

Desde que Gallardón creara escuela en Madrid endeudando a la ciudad por los próximos 50 años para enterrar la M-30 por debajo del río Manzanares en la mayor y más innecesaria orgia del hormigón que hemos vivido, con la sonrisa cómplice de Trinidad Jiménez cuando era portavoz de una supuesta oposición del PSOE en la capital de España, el mal no ha dejado de extenderse y el reinado del hormigón de D. Florentino Pérez y sus acólitos no ha dejado de crecer. Y no sólo en la vivienda residencial de espiral especulativa, sino también en la obra pública que pagamos con nuestros impuestos.

En Cantabria y Santander no nos hemos quedado cortos. El PP y el PRC se inventaron hace ya dos legislaturas la necesidad de un edificio faraónico e innecesario, por supuesto de alto prestigio, para meter todas las Consejerías en un habitáculo. Cuando desde hace mucho tiempo los funcionarios se mandan los documentos de un despacho a otro por algo que se llama internet y correo electrónico. Se empeñaron en meter con calzador el Edificio Moneo, transgrediendo toda la normativa urbanística. El nuevo Gobierno Regional, con la incorporación “progresista” del PSOE, lo heredó acríticamente, después que una casi revuelta popular lo hiciera un poco más pequeño en su volumen, cumpliera la ordenanza que ahora un PP municipal le exigía atenerse, y pagar religiosamente y a precios desorbitados los honorarios profesionales del arquitecto de prestigio.

Nada de pensar en rehabilitar el antiguo edificio de la Diputación y adosarle un edificio más normalito con una pasarela y con la densidad del entorno en el solar del antiguo garaje Loriente. ¡Piqueta y para adelante!. ¡Menos mal que en el resto del País ya hacía años que avanzaba el concepto de rehabilitación! Sí no se fuera tan de prisa a la hora de la piqueta y generar expectativas en el gremio de los grandes constructores, quizá hubiéramos tenido la suerte de que la buena consigna (positiva) “rehabilitadora” de  Zapatero para mejorar los datos de paro en la construcción hubiese hecho escuela en la parte “progresista” de nuestro Gobierno Regional.

Mientras tanto, años sin tomar nota que el edificio más noble de Santander, El Banco de España, lleva décadas sin una utilización consecuente, y que una de nuestras pocas joyas arquitectónicas de después del incendio, el edificio de Tabacalera de la calle Antonio López, duerme el sueño de los justos (los dos son recursos públicos).

Pero claro, ahora, parece que la redistribución “progresista” de nuestros impuestos consiste en que los que tienen más disponibilidad se compren un coche nuevo y renueven su mobiliario a la última moda, mientras que los que tienen que consumir todos los días para vivir tengan que pagar más IVA, aparte de la incitación a incrementar los escandalosos niveles actuales  de fraude fiscal, justo en las áreas que suelen ser más discrecionales.

Pero no crean, en esto, tanto PSOE como PRC como PP están normalmente de acuerdo y si no miren a como nada más aprobado el meritorio estatus de campus de excelencia para nuestra Universidad de Cantabria (¡felicitaciones!) la primera prioridad consiste en la “obra pública” entorno a la misma, en vez de estrujarse el cerebro y la pasta en áreas de investigación realmente viables. El colmo consiste en doblar el número de plazas de parking subterráneo y en dotarla de un tranvía también subterráneo para enlazar la glorieta del Paraninfo de Las Llamas con el extremo oeste (se tardan menos de 10 minutos andando). He oído, que si la Terminal del nuevo Aeropuerto de Barajas tiene estos trenecillos subterráneos sin conductor porque no los vamos a tener nosotros para mejorar la movilidad entre edificios después de dejar el coche en un parking subterráneo.

Cuando los motores de pilas de combustible de hidrogeno y los eléctricos son ya una realidad cuasi imparable y libres de emisiones de CO2, aquí creemos que la solución es más hormigón. Para hacer un nuevo carril especial para un tren ligero en la ciudad y ponerla toda patas arriba. La flexibilidad de los autobuses con nuevos motores sin contaminación circulando por donde todo el mundo y pudiéndoles hacer cambiar de ruta sí es necesario ni se contempla. ¿Qué hay que hacer dos nuevos túneles que crucen la ciudad de norte a sur?. Nada, una tontería, disponemos de hormigón y con eso basta. Parece que lo del cambio de modelo económico no ha calado demasiado entre los responsables políticos de siempre.