Noticias de Cantabria
09-02-2008 01:13

NI a uno ni a otro

Ni tal ni cual, ni carne ni pescado, ni chicha ni limoná, ni Zapatero ni Rajoy. Joder! ¿Por qué tratan de inculcarle a uno la idea de que hay que optar entre dos males, entre dos desgracias inevitables?

No somos condenados a muerte a los que se les pueda dar a escoger entre la silla eléctrica y el garrote vil, pongamos por caso. Parece que el personal comienza, cada vez con mayor frecuencia y en mayor cantidad, a hacerse estas preguntas.

Un diario nacional de reciente creación, Público, incluía un día de estos de atrás una encuesta encargada a una empresa demoscópica en la que se revelaba, creo que por primera vez, un dato en este sentido que me parece crucial: aumenta progresiva y decididamente el número de ciudadanos que no quieren ni a Rajoy ni a Zapatero en la presidencia del Gobierno. Lamentablemente, parece que no existen alternativas. Y no es que lo parezca, es que no las hay. Pero, ese sentimiento crítico y ácrata que crece en el electorado me parece de lo más positivo. Se lo han ganado a pulso. Es el resultado del enfrentamiento de dos modos de concebir la nación irreconciliables y extremados que no reflejan ni mucho menos -es mi humilde opinión y con ella me coloco al lado de los que no prefieren a ninguno de los dos líderes- el modo de pensar y de respirar por las entretelas de la mayoría de los españolitos. Los ciudadanos del común, en su inmensa mayoría, no son tan carcas y ultramontanos como Rajoy (el apoyo entusiasta del episcopado da pero que muy mala espina) ni tienen un talante tan abiertamente disparatado como el de ZP. Por otra parte, a quienes pasamos apuros económicos de un modo habitual, las jaujas que nos ofrecen el uno y el otro nos parecen una tomadura de pelo coyuntural muy poco seria y que merecería, por parte de todos, un severo castigo en las urnas.

Esa tendencia progresiva hacia el ni el uno ni el otro -en la que sería interesante ahondar desde un punto de vista sociológico- viene a echar por tierra la figura clásica del indeciso. No es lo mismo la incertidumbre que el rechazo, aunque, claro está, si no se pregunta a los votantes sobre la posibilidad del rechazo, éste queda disfrazado como inmaduro titubeo. Pero, nos vamos aclarando. De pronto, aparece un contribuyente que, cuando le preguntan que a quién va a votar, si a éste o al otro, interroga a su vez:

-Oigan… ¿Y no puedo votar a otro?... ¿O no votar? Porque este par de elementos me parecen impresentables.

Se me antoja una actitud de lo más consecuente, lúcida y crítica. Una actitud que aboca, indefectiblemente, a conceder el voto quien sabe a quién, o, mejor aún, a la abstención consciente. Un modo de machacar un sistema empeñado en machacar a quienes lo seguimos manteniendo como auténticos tortolines descerebrados.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(2):

pedrojotacalvorota - 10-02-2008

Por fin veo un comentario sensato en este peridico que dice ser liberal, cosa que no se creen ni ellos.Ya es hora de que alguien ponga la verdad, la mayoria de nuestros representantes politicos sin unos impresentables, da igual unos que otros

abstencion - 09-02-2008

Pues tiene razon.Yo me quedare en casa porque ni los del No a la guerra que son los que chupan las subvenciones del cine como si de la teta de la vaca, me convencenEstos que han editado un video seguro con subvencion porque son los subvencionados de Zapatero.Tanto valen para un roto que para un descosido.Yo no quiero que gobierne Zapatero porque me parece un iINUTIL INTEGRAL y mentiroso y tampoco a Rajoy porque me parece un pusilanime que es incapaz de decir me cago en dios.YO ME QUEDO EN CASA Y NO VOTO A ESO CARAS.