Manipulación descarada...
En este nuestro país, aún llamado España, la manipulación es moneda diaria y en cualquier ámbito, sin que nadie mueva el rictus, como si de una partida de póker se tratase.

Viene esto a cuento de la situación judicial del juez-estrella, Baltasar Garzón Real (1955), juez que tiene abundantes claroscuros en su tarea jurídica, pero que indudablemente ha caído en su propia trampa, ya sea por la prepotencia o por jugar a la política.
Nadie está discutiendo en estos momentos su actividad en la lucha contra el narcotráfico y contra ETA; yo mismo tuve ocasión de felicitarle personalmente, el mismo día en que se liberó de las garras etarras a Ortega Lara, aprovechando que ambos solíamos frecuentar el mismo restaurante de Madrid, el cual ofrecía un plato del día a buen precio y calidad.
El juez Garzón quiso jugar a la política: fue Diputado por Madrid (1993-94), Secretario de Estado, llegó a aspirar a ser Ministro y se olvidó de las teorías de Montesquieu; quizás esta frustración y enrabietamiento le llevó a juzgar a algunos de sus correligionarios por el asunto de los GAL, consiguiendo meter a Vera y Barrionuevo en la cárcel…
Y ha pretendido hacerse famoso con el enjuiciamiento de algunos dictadores extranjeros, cuyo caso más relevante fue el de Pinochet. Algunos esperamos que pronto inicie acciones contra los mandamases de Cuba, Corea del Norte, Venezuela o algunos países árabes como Siria. Si no actúa así, deberemos de pensar que es un sectario y que está absolutamente ideologizado.
En los tiempos más cercanos ha cometido algunas tropelías jurídicas y personales, como es iniciar un proceso contra la dictadura franquista, pidiendo el acta de defunción del general Franco, pues desconocía si había o no fallecido. ¡Qué sarcasmo!. Y todo ello con nuestros dineros, pues se le paga un buen sueldo.
…Y así ha seguido con otros procedimientos, como los continuos viajes al extranjero y aquella estancia en la Universidad de Nueva York (EE.UU.), dónde siguió cobrando su sueldo en España, parece que le pagaron y bien en la universidad americana y además pidió dinero a varias entidades, entre las que estaba el Banco de Santander, a cuyo presidente tenía enjuiciado. Además consiguió hacerse una imagen de juez-estrella, con situaciones internacionales como su puesto de asesor del gobierno colombiano y del Tribunal Penal Internacional de La Haya, lo cual le podría valer de escudo ante sus problemas con la justicia española.
Su última “cruzada” ha sido contra la derecha española y en este sentido no ha parado. El descubrimiento de la llamada trama Gúrtel ha sido su mina y coto de caza y recurrió a grabar las conversaciones entre los detenidos y presuntos culpables y sus abogados, lo cual está absolutamente prohibido, salvo en caso de terrorismo (Y quizás a estos presuntos de la trama Gürtel les haya hecho, de paso, un favor. Tiempo al tiempo). Y por esto se le ha juzgado en el Tribunal Supremo, dónde se enfrenta a una condena de 17 años de inhabilitación por prevaricación. Pronto llegarán otros juicios, pues en los últimos años el juez Garzón se ha ido metiendo en muchos charcos, entre ellos “guardar” en un cajón las escuchas del caso Faisán.
Para muchos juristas, esta actuación del juez es una clara muestra de prevaricación, pues él menos que nadie puede argumentar ignorancia (que tampoco eximiría de culpa) y es una clara conculcación de derechos constitucionales, convirtiéndose en un juez “totalitario” que se cree por encima del bien y del mal; debe considerar que el fin justifica los medios, como si en un régimen estalinista o hitleriano se tratara y el propio Consejo General de la Abogacía ha afirmado (¡Ahora!) que “las escuchas repugnan el sentido común”. Ante este juicio ha utilizado todos los recursos dilatorios a su alcance, incluidas las continuas “recusaciones” de jueces. Y aún le quedan otros dos procesos o quebraderos de cabeza.
Cuando el juez Garzón se acercó hace unos días a la Audiencia Nacional para el inicio del juicio, allí le esperaban, en una imagen inaudita, algunos compañeros para jalearle; allí estaban vociferando algunos destacados miembros del llamado “sindicato de la ceja”, como Pilar Bardem; allí estaban algunos políticos de la extrema izquierda, como Gaspar Llamazares, buscando el protagonismo que ya no tiene en otros ámbitos. También las madres de la Plaza de Mayo…
Durante el juicio, el Sr. Garzón estuvo casi destemplado, pensando que estaba en un debate, en un altivo y chulesco desafío, al que el Presidente del Tribunal obligó a quitarse la toga. Curiosamente en este juicio, el Fiscal está de “invitado” y ayudándole, lo cual es inconcebible. ¿Cómo hubiera actuado el Sr. Garzón si un presunto y anónimo delincuente se portaría así en una vista con él como juez?.
Por si faltasen pocos elementos en la polémica, tercia la candidata del PSOE, Carme(n) Chacón, la ahora andaluza, para afirmar que “algo falla cuando se sienta un juez en el banquillo por haber perseguido un caso de corrupción”.
No, Sra. Chacón, se sienta en el banquillo por haber hecho algo ilegal, contrario a la ley, y él no está por encima de la Ley, aunque sea un ferviente defensor socialista. ¡Esta es la manipulación descarada, vomitiva y repulsiva!. Después de hacer esta afirmación, no me extraña que hasta en su propio partido se hayan revuelto en su silla y no lo olviden cuando voten en el ya próximo Congreso del PSOE.
Para rematar la faena, Rubalcaba ha afirmado que “la gente no entiende muy bien que el juez (Garzón) esté en el banquillo y los que cometen las fechorías estén por ahí”. No sé si se referirá a los “intervinientes” en el caso Faisán, quizás él mismo.
Podemos entender que el procesamiento de un juez es un fracaso del sistema judicial; pero los ciudadanos considerarán que todos somos iguales ante la ley, incluidos los jueces (por cierto, algunos han sido apartados de la carrera judicial y no ha pasado nada, como fue el caso de Gómez de Liaño). ¿O deberíamos creer que están por encima del bien y del mal?.
Algunos medios de comunicación extranjeros e importantes organizaciones, como Amnistía Internacional han sido confundidos y manipulados por la izquierda gobernante que hemos disfrutado en los últimos años y por ello dicen que se está juzgando a un juez por defender la democracia e intentar juzgar al régimen dictatorial. Y el juicio, como hemos podido observar, no ha tratado sobre esto.
Los ciudadanos quieren saber: ¿Ordenó grabar las conversaciones entre los reclusos y abogados defensores?; ¿Es delito grabar estas conversaciones?.... Las conclusiones parecen claras, una vez que el juicio ha quedado “visto para sentencia”.
Los ciudadanos hemos oído decir recientemente al Rey que “cuando se producen conductas irregulares que no se ajustan a la legalidad o a la ética, es natural que la sociedad reaccione. Afortunadamente vivimos en un Estado de Derecho, y cualquier actuación censurable deberá ser juzgada y sancionada con arreglo a la ley. La justicia es igual para todos”.
¡Y esto es lo que queremos los ciudadanos!... Dejemos que la Justicia actué, como le hubiera gustado al propio Sr. Garzón
¿Quieres envíar un comentario?
Comentarios(4):
Artículo lúcido y equilibrado, aunque te has quedado muy corto en el título. No es una "manipulación descarada" como afirmas. Es todo un ataque directo al Estado de Derecho el que ha practicado el Juez Garzón, toda la izquierda de este país y sus secuaces, quienes desearían y quizás añoren la "Dictadura del Proletariado", cuya tétrica imagen la representa muy bien el régimen de Corea del Norte, quizás a dónde podría ir a llorar el maestro jubilado de la anterior opinión. Pero en España tenemos esperanzas de cambiar el destrozo que se ha hecho en estos años de pasada por la izquierda y recuperemos las viejas y aún vigentes teorías de Montesquieu, como muy bien ha planteado hoy el Ministro de Justicia, Gallardón, con un par de....
25-01-2012 Jomiga Sinceramente, creo que los españoles deberiamos de ser un poco más reflexivos, y analizar lo ocurrido desde el año 1977 en que se aprobó la constitución, en un consenso de juristas y póliticos ó mejor dicho idealistas de izquierdas, derechas, socialistas, restos del franquismo (que para mí modo de ver había finiquitado con Franco) y monarca impuesto. En ese esfuerzo por alcanzar unos principios de reconciliación y bases de convivencia para todos los españoles se elaboró la constitución, como cierre del pasado y principio de una sociedad española democrata y plural que quería dar cabida en convivencia a todas las ideologías, pero sobre todo permitir que los que tuvieron que irse como consecuencia del enfrentamiento del año 36 puediran regresar a España. Pues bien, si analizamos lo que posteriormente ha venido sucediendo tenemos que reconocer que los que siempre han venido sacando y removiendo recuerdos del pasado son en una mayoría los de ideologias izquierdistas y los "cortos " autonomistas que no tienen más interés que chupar lo más posible del PAÍS ESPAÑOL, y que seguro que serán como las ratas los primeros que saldrán corriendo si esto se hunde.(...) Pero centrandonos en el Sr. Garzón, miren no confundan sus fieles seguidores, si quieren no debemos hablar de actitud "chulesca" pero sí de su permanente prepotencia en el desarrollo de una profesión, en la que se ha aprovechado,para su bien, de todo lo que ha podido siendo además insolidario con sus compañeros de profesión y en algún caso dañino..... pero además, Sr. maestro jubilado, parece que no sabe ó no quiere recordarlo que, el Sr. Garzón fué el juez que no admitió una querella que una organización ciudadana interpuso contra el Sr Carrillo por los "sucedido" en Paracuellos, pues como correctamente sentenció no se podía juzgar algo que en el año 1977 habia sido ya cerrado sin ninguna obción de recurso con la aprobación de la Constitución Española. Por lo que creo que no hay que ser torticeros intentando confundir a los españoles, que en su inmensa mayoria solo pensamos en vivir en Paz, trabajar y que España vaya bien por los españoles y por las nuevas generaciones que nos sucedan.
Ni Jomiga ni santanderino de la calle alta quieren recordar que Garzón, a quien tildan de izquierdas, fue el que metió en la cárcel a Barrionuevo, Sancristobal, Vera, Roldán, el general Galindo y algunos miembros más de la cúpula socialista del Ministerio del Interior. Cuando llevó a la cárcel a la izquierda era un un gran juez, pero ahora, con el caso Gurtel, que afecta a la derecha, es un mal juez. ¡Qué sectarismo, mon Dieu! Y sacar ahora el régimen de Corea del Norte a colación y otras dictaduras despreciables por el estilo. Hay quienes no se han dado cuenta de que vivimos en una democracia desde 1977, y ante cualquier discrepancia sacan el cainismo que llevan dentro en toda su extensión. El artículo del señor Arce es un de un maniqueo impropio de quien ha ejercido la enseñanza y ha sido concejal del PP. Quienes le conocen a Garzón dicen que es un prepotente, un mal instructor y un tipo con un ego desmedido. Pues si eso es así que en el pecado lleve la penitencia y hasta la condena si es que la merece. Pero la condena no viene desde una tribuna de papel, sino desde la sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Son sus propios compañeros, con faisán y cava si así lo desean, quienes deben de condenarlo. Quedo a la espera del próximo artículo del señor Arce sobre la setencia de "no culpable" de Camps y Costa. Será un artículo de gran interés, cuya lectura no pienso perderme.
Usted no deja que la Justicia actúe, señor Arce, ya ha sentenciado al juez Garzón. Consejos doy que para mi no tengo. Señor, señor, y en cambio, don Pedro no habla nada de cuando Garzón llevó y condenó a buena parte de la cúpula socialista del Ministerio del Interior a la cárcel por la guerra sucia del GAL. Queda claro que lo del franquismo le ha helado la respiración al articulista, y hasta es capaz de escribir que ha visto "chulesco" al juez durante la vista oral. Cuanta beligerancia y sectarismo. Está claro que el papel, aunque sea digital, lo aguanta todo. Si Garzón, como usted escribe, es un "ferviente" defensor de la izquierda por dónde van sus preferencias políticas señor Arce ¿quizás por la derecha? Y, por último, lo de “guardar” en un cajón las escuchas del caso Faisán lo dice porque tiene pruebas en su poder el articulista.