08-09-2008 10:30
Los sucesos de Roquetas
Se veía venir. No hace falta doctorarse en Harvard para prever el estallido de violencia que vivirán nuestros barrios marginales cuando la crisis del empleo alcance su punto álgido. Ocurrió en Francia y ocurrirá en España. Se invocarán viejos tiempos, a Santiago mata moros o mata negros o mata lo que sea con tal que los extranjeros salgan de España.
Para quienes tienen sobre la frente un espacio que sólo sirve para calzarles la boina y poco más, la ecuación es simple. Si no hay trabajo para los españoles es porque hay extranjeros que se lo están quitando. Ergo, igitur: ¡Leña al moro!
En este caso no ha sido un moro, ha sido un pobre desgraciado de color (de color negro), de esos que eufemísticamente ahora los mea pilas de Inmigración y Asuntos Sociales califican de “subsaharianos” para no molestar, como si bajo la línea del Sahara el color de la piel no fuera otro que el del betún. Ya se sabe, políticamente correctos.
Y en Roquetas, parece ser que el asesino es un ciudadano español, de etnia gitana, otra de las taxonomías inventadas para ser guays. Que yo sepa, hasta ahora, al que abajo firma nadie le ha definido como de etnia indoeuropea, de etnia pucelana (soy de Valladolid) o de etnia bezaniega (donde resido).
Cuentan las crónicas que, parece ser, el asunto tiene que ver con el trapicheo de la droga, ese lucrativo negocio que mantienen gentes de toda ralea en los barrios marginales, en el que miseria y BMWs se dan la mano.
Un negocio que todo el mundo conoce y que las autoridades responsables toleran haciendo la vista (y a veces la bolsa) gorda. Un negocio de venta al por menor donde no existen facturas, IVA, ni modelos 130 y 300 de declaración trimestral. Todo es dinero negro, como la muerte que conlleva su polvo blanco en venta.
Ahora ha sido en Roquetas, pero basta con darse una vuelta por los barrios más pobres de nuestras ciudades para ver en directo el tráfico de drogas y el polvorín sobre el que se asienta la frágil convivencia con los inmigrantes. Frente al “agresor” español, los subsaharianos, los latinoamericanos o los procedentes de las antiguas repúblicas soviéticas están empezando a organizarse, a crear sus ghettos.
La miseria hace extraños compañeros de viaje. Aviso. Ocurrió en Francia y aquí no hemos tomado nota. Arde Roquetas y arde la desesperanza de no tener trabajo ni medios de vida de futuro. O se toma el asunto en serio o aparecerá un Le Pen español reivindicando trabajo para los españoles y polvorones para los sedientos extranjeros. Al tiempo...
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Comentarios(2):
¡Que bien! Antes había "justicia gitana" y ahora "justicia senegalesa". Cuando empecemos los españoles con lar "justicia baturra", la cosa va a ser una juerga.
El problema esta aqui y no lo quiere ver el miope de la Moncloa.Porque seria reconocer no este error sino todos los errores que esta cometiendo poniendo este pais patas arriba.Pero es que acabamos de empezar con los brotes en sanatnder ya no se puede ir en autobus los domingos No porque te hagan algo sino por precaucion.mal va air este pais.no se trata de ser xenofobo sino que la inmigracion deberia haberse hecho mas controlada y no de sta manera "Tos pa dentro"