Las varas de medir....

¡Pero vayamos al grano!
Con ocasión del primer año del actual gobierno del PP, se han hecho dos análisis, bien distintos. El PP, de la mano de Mariano Rajoy, ha afirmado que, dada la situación con que se encontró, ha sido preciso aplicar duras medidas para reconducir la situación, incluso en contra de las propias promesas de su partido, y que aún queda “un año muy duro por delante”; por el contrario, el líder de la oposición, Rubalcaba, ha hecho un discurso muy negativo, como si él y su partido no tuvieran nada que ver con la calamitosa situación en que dejaron a España hace un año (Deuda insostenible, déficit de las cuentas públicas, paro galopante, despilfarro, desastrosa educación, crisis moral y ética,…) y ha afirmado que “nadie espera ya nada del Gobierno de Rajoy, salvo que reparta más dolor”. Y Cayo Lara, quién calló las tropelías del gobierno Zapatero, dice ahora que el balance de Rajoy es “uno de los mayores ejercicios de cinismo de la democracia”.
Y con la propaganda y el coro de muchos de los medios de comunicación social que tiene la izquierda, además de la escasa pedagogía explicativa de la derecha, han conseguido que una buena parte de la ciudadanía considere que la culpa de la situación del país es del actual gobierno del PP.
Del mismo modo que esta izquierda madrileña, casposa y decimonónica,  ha conseguido poner en pie una huelga salvaje de los sanitarios durante semanas y convencer a muchos madrileños que la decisión de privatizar la gestión de algunos centros sanitarios consiste en privatizar la sanidad y que estos ciudadanos ya no vuelvan a tener sanidad gratuita. ¡Ni Goebbels hubiera imaginado un éxito de propaganda tan eficaz!. Eso, si; en otras Comunidades Autónomas, especialmente Andalucía gozan de una gestión sanitaria privatizada, pero allí nadie dice nada, pues gobierna la izquierda.
Podría seguir poniendo otros muchos ejemplos de distintas “varas de medir” y de esperpénticas situaciones, como es el caso de los Paradores Nacionales, cuya red fue iniciada en 1928, durante la Dictadura de Primo de Ribera y relanzada por Manuel Fraga Iribarne. Pues esta magnífica red de paradores tenía en 2004, con el gobierno del PP, unos 20 millones de euros de beneficio; llegó el gobierno del PSOE y en su último año de gestión ya habían conseguido unas 35 millones de déficit anual, mientras sus gestores poseían viviendas, coches de alta gama y tarjetas de crédito sin límite y ¡Hasta un velero!. Ahora llega nuevamente el PP, intenta racionalizar su funcionamiento y parece “el malo de la película”… ¡Qué memoria tiene este país!.
También habrá quien se preguntará sobre algunas de estas cuestiones y la respuesta está bien clara, como dijo un sindicalista: “Si gana el PP, vamos a incendiar Madrid….”. Grito de guerra que supone que toda esta izquierda que nos ha arruinado este país, no ha digerido su derrota democrática en las urnas y quiere tomar la calle y conquistar Madrid, símbolo sin el cual sabe que tiene muy difícil volver a desgobernar España.
Pero quizás no han aprendido la lección. Con esta actitud hipócrita, con estas mentiras y falsedades y con el frecuente “juego sucio” que tiene a bien hacer la izquierda, en cada elección los madrileños les han dado menor respaldo. Conclusión: los madrileños son bastante más inteligentes de lo que creen los Rubalcabas, Pajines, Pepiños y Cayos Laras…
…Por eso, cuando al final, los madrileños vean que los centros sanitarios funcionan mejor (Lo siento, yo he sido funcionario, pero algo existe en este país que hace que lo privado sea más eficiente que lo público), que a los ciudadanos se les sigue atendiendo sin cobrarles la consulta, pues la sanidad madrileña, como la andaluza, la valenciana o la cántabra seguirá siendo universal y gratuita; y llegarán a la conclusión que les han engañado claramente, que les han utilizado y tomado el pelo, que les han estado mintiendo de forma clara y descarada y que, incluso, han utilizado los medios públicos, como las sábanas de los hospitales, para hacer pancartas cuyos mensajes en modo alguno respondían a la verdad. ¡Hasta puede que algún sanitario en huelga se caiga del guindo!.
Así, pues, con estas distintas varas de medir, bien puede suceder que “las cañas, se tornen lanzas” y esos partidos que azuzan esta situación aún obtengan peores resultados… Y de esta forma, nunca llegarán al poder…. ¡Sépanlo!