Noticias de Cantabria
24-01-2011 09:00

La última cena

Cantabria necesita inversiones reales del Estado y no el humo que nos vende su Presidente en medio de sus elogios a los socialistas. La ley que prohíbe fumar en lugares públicos, debería llevar pareja la prohibición de vender humo por parte de los políticos.

Me cuentan que, por supuesto, hubo anchoas de Santoña (ignoro si “pescadas” o “envasadas” en dicho puerto, sutil diferencia) y que en el ágape desentonó el vino. Frente a los Riojas y Riberas del Duero tradicionales, nuestro particular Mesías obsequió a sus comensales con vinos de Liébana, poco aptos para semejante evento.
Tal vez esa, el vino, fuera la explicación de la ausencia al convite del ministro de Fomento, José Blanco. “Si no hay Casera, nos vamos”, decía un anuncio de tan singular refresco.  Si no hay  Albariño, conmigo que no cuenten, debió pensar Pepiño Blanco.
 
Me cuentan que el oficiante no aprovechó la ocasión para sugerir a los ministros presentes y bien comidos que, entre los “Infinitos Caminos” que conducían a Cantabria no estaban el AVE a Madrid ni a Bilbao, la autovía Solares-Torrelavega, la Ronda de la Bahía, la autovía del Cantábrico, ni tantas otras infraestructuras necesarias para alcanzar este paraíso natural y que, en caso de enfermar, Valdecilla seguía en obras. Que se pasó la noche indicando que iba a “iniciar una cruzada contra los agoreros y catastrofistas”, es decir, haciendo oposición a la oposición y buscando el aplauso de los socialistas.
 
Y, a fe mía, que mantuvo su palabra, pues días después firmaría nueve programas de bolos televisivos en Tele5, cadena de reconocido prestigio en el análisis de la sociedad, provocando los celos por la audiencia en el icono televisivo de la casa, Belén Esteban.
 
Me cuentan, me dicen que el cubierto salió a 60 euros por cabeza, lo que me da una cifra de 18.000 euros, es decir 3 millones de las antiguas pesetas, pagados del bolsillo de todos los cántabros en época de vacas flacas.
 
Comparo la foto de la cena de Revilla en el Hotel Puerta de América y la reproducción del cuadro de Leonardo y, lo siento, no hay color. Jesús de Nazaret se despedía de sus seguidores. Por el bien de esta región, confío en que esta cena infinita sea la última con Revilla como Presidente. Cantabria necesita inversiones reales del Estado y no el humo que nos vende su Presidente en medio de sus elogios a los socialistas. La ley que prohíbe fumar en lugares públicos, debería llevar pareja la prohibición de vender humo por parte de los políticos.
 
Como contribuyente cántabro, me niego a pagar la factura de un convite más a la salud del oficiante y espero que, gracias a la sabiduría del pueblo de Cantabria en las próximas elecciones, para Revilla, en Fitur, la cena de este año haya sido su… última cena.
 
CAYO MARTIN FRANCO

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Comentarios(1):

cantabria - 27-01-2011

En la cenaFitur se veian mas caretos socialistas del gobierno central que representantes politicos de Cantabria.