03-01-2008 16:21
La Iglesia y la sociedad laica
El PSOE facilitó ayer un comunicado en el que pretendía, como anunciaba su título, poner "Las cosas en su sitio". Pero no es fácil poner en su sitio las cosas cuando la Iglesia y el Gobierno andan a la greña, y siendo el Gobierno quien se adjudica ahora el papel de víctima.
Una víctima supuesta que se revolvió ayer, con el peso de su dirección, contra las jerarquías eclesiales que el pasado domingo criticaron la política de progresismo social del Ejecutivo socialista. Fue durante la concentración multitudinaria en la madrileña plaza de Colón y alrededores en defensa de la familia cristiana.
En plena campaña preelectoral, esta iniciativa de la alta jerarquía eclesiástica española, apoyada desde el Vaticano por el Papa Benedicto XVI a través de pantallas de televisión, parecía impregnarse en alguna medida, o en gran medida, de política cuando un cardenal como Agustín García-Gasco, de Valencia, vino a decir que nos dirigimos a la disolución de la democracia por el camino del aborto, el divorcio ultrarrápido y la manipulación ideológica de la enseñanza.
Y el arzobispo de Madrid, cardenal Rouco, manifestó que nuestro ordenamiento jurídico se estaría alejando de la Declaración los Derechos Humanos, en lo que respecta a la familia como núcleo fundamental de la sociedad. Y otro cardenal, Antonio Cañizares, habló de legislaciones inicuas e injustas contra institución familiar.
Al Gobierno le ha escocido el eco social despertado por esta iniciativa de la autoridad católica, a la que responde con un comunicado que sólo al Gobierno pone en su sitio, porque no parece que sea tarea del Gobierno la de poner en su sitio a la Iglesia, aunque si lo sea la de defenderse de críticas que, por el momento en que se formulan o por faltar en parte a la verdad, podrían calificarse de políticas.
El hecho nada grato para la sociedad es que si la concentración religiosa, emocional y social del pasado domingo invitaba al ciudadano a tomar postura, la réplica del PSOE acentúa desde el otro lado de la calzada la invitación.
Lo más sencillo sería lo que a estas alturas parece más sensato, una equidistancia nada vergonzosa. Porque la Iglesia no sólo tiene el derecho sino también el deber que su orden doctrinal le imponga de defender la familia cristiana, y hasta la institución familiar sin adjetivo calificativo, si algún día lo desease, mientras que el Gobierno ha de sentirse obligado a sostener que en un régimen de libertades, la fe no se legisla.
Y que la sociedad es soberana para ordenar los principios de libertad individual y convivencia. Y eso es lo que ha sucedido. La Iglesia defendió el domingo la familia cristiana, y dedicando ciertas descalificaciones al matrimonio homosexual, y el Gobierno ha defendido la Constitución aconfesional de 1978 frente a algún dogmatismo expansivo de nuestras altas jerarquías religiosas, excepto las del País Vasco y Cataluña, quede dicho.
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Comentarios(4):
La Iglesia hace bien en defender la familia cristiana ante los suyos. Pero................ de dónde le viene el presunto derecho a imponer su modelo a los demás??. Eso, precisamente era el Nacionalcatolicismo: todos católicos y el que no esté de acuerdo...... a la carcel. Esa iglesia cavernícola existe y una representación de ella se congregó en Madrid. Hace bien este Gobierno en defender los derechos de LOS DEMAS ciudadanos a vivir y convivir como les plazca. Yo no soy católico, y exijo a mi gobierno que defienda y proteja mi libertad de las intromisiones de los fanáticos religiosos.
no se entiende muy bien su opinion.La iglesia tiene que tener un precicamineto en el Estado o no segun usted.No se aclara se la Iglesia actua conforme sus derechos o no.La Iglesia debe someterse al poder del Estado?.creo que usted no se explica dejando abierta la puerta a la confusion Con respeto le dire que es poco clareo
Entiendo que la Iglesia, bajo la defensa d ela familia, hizo un claro ataque a la política del gobierno. Quien así juega debe entender que esta expuesto a recibir críticas. Me parece que la mayorparte de los obispos, algunos no asitieron, aún no se han entereda de que el nacionalcatolicismo dejo dee xistir con la muerte de Franco y la llegada de la democracia. ¿ O no es así?. Pues entonces que nos lo digan, pero no pretendan regular la vida civil con normas vaticanas.
Creo que el que no se aclara es el confuso. Está muy confuso y necesita un paseo por el colegido de nuevo o por la Univesidad, aunque si asistió a esta última es porque aquí va ya cualquiera.