La finca de la Remonta

Ya hace una década que estamos mareando la perdiz con la Finca de la Remonta y ahora nos encontramos con que el Ministerio de Defensa paraliza oficialmente la venta de la misma…

La finca de la Remonta (289.303 m2 de superficie) tiene una larga historia; podíamos remontarnos al mundo de la Prehistoria, pues según algunos especialistas nos podríamos encontrar restos de esta época si se hiciera una excavación arqueológica; en tiempos ya bien cercanos,podríamos hablar de las actividades del Conde de Campogiro, Don Francisco Antonio del Campo, quién instaló en la misma a finales del siglo XVIII “una fábrica de cerveza, otra de sidra y otra de botellas de vidrio”, como nos dice María del Carmen González Echegaray y cuyos productos eran exportados a América. Más tarde esta finca sería propiedad de Cayo Pombo Ibarra, miembro de una conocida familia santanderina, quién tendría en la misma las primeras vacas frisonas que pastaron en nuestra región.

En 1921 la finca fue adquirida por la Diputación de Santander  y revendida al entonces Ministerio de la Guerra, el cual instaló allí el Depósito de Sementales que ha permanecido allí hasta hace poco tiempo…

Pues, ¡Bien!. Hace ya cerca de una década, el PSOE sacó de la maga una de sus ocurrencias, como fue que el Ministerio de Defensa cediera la finca para hacer en ella viviendas sociales.

¡Fue su proyecto estrella!... Y nos hizo creer –a algunos, claro- que aquello iba a ser un “regalo” del Ministerio de Defensa (Era la época de Bono y Chacón); que las viviendas eran absolutamente necesarias y debían hacerse allí, que el Ayuntamiento no tendría mucho que decir y si lo decía, amenazaba aquel gobierno PRC-PSOE con un PSIR….

El entonces alcalde, Gonzalo Piñeiro, se revolvió en su asiento, pues creía pisoteada la autonomía municipal y, además, él tenía su propio proyecto de La Remonta, que presentó públicamente y en el cual no había previsto viviendas y si equipamientos varios y zona verde que se uniría al Parque de Morales…

¡Pues no!. Cualquiera iba a quitar a la Sra. Gorostiaga ese caramelo y el Ayuntamiento tuvo que ceder y entrar por el aro, lo cual fue llevado al planeamiento y dejar espacio para 1300 viviendas sociales.

Debe de afirmarse que ¡nunca! pensó el Ministerio de Defensa en regalar esa finca. Debe pensarse que si eran necesarias esas viviendas sociales, por el mismo argumento a cualquiera (político, claro) se le podía ocurrir hacerlas en la finca de la Península de la Magdalena, pues no debemos olvidar que ésta de La Remonta es una de las mejores fincas de Santander y una barbaridad urbanística la iba a condenar por siglos…

Supongo que para hacer viviendas sociales o de las otras, hay suelo suficiente en el término municipal de Santander y por dónde debiera de haber empezado el PSOE, si realmente tenía intención de promover la construcción de viviendas sociales, es llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Santander y seguir el proceso lógico de toda colaboración, aunque esto le privase de colgarse a solas las medallas (incluso pretendían que la hipotética adjudicación de las mismas se iba a hacer sin contar con el Ayuntamiento).

Y debiera de haber pensado el PSOE de Gorostiaga que no debe pisarse la autonomía municipal, forzando una solución que nos hipoteca el futuro  y no le resuelve nada al Ministerio de Defensa, pues acaba de hacer público que no vende la Finca de la Remonta. La finca debiera ser un amplio espacio público de dotaciones, parque, etc., para uso de los vecinos del entorno, cada vez más numeroso, con los nuevos espacios urbanísticos del 1º de Mayo, Nueva Montaña, Peñacastillo, Adarzo, Campogiro, La Reyerta, Cazoña, etc., y conectada mediante viales, carriles-bici u otros sistemas.

¿Qué hacemos ahora con las medallas, Sra. Gorostiaga?