Noticias de Cantabria
15-12-2015 07:05

La elección indirecta del presidente de España.

Con la firma de la Constitución del 78 que unos denostan, otros defienden y la mayoría ni conocen, ni han leído, se consolidó la desunión de España para contentar a todos y meternos de lleno en un sistema parlamentarista, con 17 autonomías que se asemejan, si es que no lo son ya, a un federalismo de facto. Estamos inmersos en un sistema del derroche y despilfarro con 17 parlamentos y 17 gobiernos para determinar quien es mejor.


Con la firma de la Constitución del 78 que unos denostan, otros defienden y la mayoría  ni conocen, ni han leído, se consolidó la desunión de España para contentar a todos y  meternos de lleno en un sistema parlamentarista, con 17 autonomías que se asemejan, si es que no lo son ya, a un federalismo de facto. Estamos inmersos en un sistema del derroche y despilfarro con 17 parlamentos y 17 gobiernos para determinar quien es mejor. Carecemos de un presidente de España y contamos con diecisiete mandamases.
En el sistema electoral que fue instaurado y que nadie quiere meter mano porque a quien realmente beneficia es a los partidos y a los políticos que viven de la política y no a los ciudadanos se instauró una democracia cautiva del voto indirecto frente a la democracia orgánica del general Franco. El avance fue sustancial pero insuficiente. Vivimos en una democracia de segunda división de Europa.
Ahora que estamos  en  plena vorágine electoral para elegir presidente de España es cuando más se aprecian las carencias ya que quien al final  va a elegir, con componendas, con trapicheos y a espaldas del votante  unos diputados que no conocen los ciudadanos y que en definitiva son impuestos por unos partidos políticos en donde no existe democracia. Acuérdense que en Cantabria hasta hace poco se elegían a “paracaidistas” de fuera o que no viven entre nosotros como el Sr. Lasalle, o en su día Matilde Fernández, o el caso de más bochorno el Sr. Barcenas. En efecto los candidatos que los electores van a elegir salen de unas juntas directivas de la partitocracia manejadas siempre por los mismos olvidando al  militante o como mucho se hacen congresos a la carta por unos pocos que disponen casi en propiedad de las siglas como si se tratase de una franquicia de hamburguesas. Primer error antidemocrático.


¿Entonces? ¿Para  que sirven los diputados impuestos por esos partidos donde no impera la democracia?, pues para elegir al presidente como a ellos les convenga y la soberanía de decisión se la burlan a los ciudadanos en este primer acto antidemocrático de elección de presidente. La base  de la presunta democracia dimana de  unos partidos que carecen de democracia interna  cuyos candidatos-diputados los  eligen  las camarillas dominantes sin consultar ni tan siquiera a los militantes y nos los sirven en un plato caliente para que les votemos.


 Los partidos  no  consultan a sus militantes y si lo hacen lo es de forma parcial y coactiva en los métodos y formas.Hemos visto por Cantabria los mítines-seudo charlas  de los aspirantes a diputados que dicen que van a defender en Madrid  los intereses de los cantabros, producen pena y bochorno, no va no dios, no interesa a los electores porque ni tan siquiera saben como se llaman. Lo único que los electores quieren es que pase cuanto antes este cáliz y dejen de llenar los buzones de papel, ¡pobres árboles!Si en Cantabria  hacemos una encuesta, que no se hará porque no conviene conocer  la ignorancia y analfabetismo democrático, y preguntamos por los diputados  que se presentan por Cantabria,  el 80% no saben quienes son, ni les interesa, y a los salientes menos. Unos perfectos desconocidos que como mucho han firmado en los cuatro años de legislatura un artículo en un periódico de papel, todo su bagaje. ¿En que democracia vivimos? Sencillo, en la que interesa a unos pocos, la democracia cautiva de la burla del voto. Siempre se ha dicho que la verdadera democracia es la que emana del pueblo y sin intermediarios, pues en España no solo tenemos intermediarios sino que además se les eligen para que durante cuatro años muchos de ellos se dediquen a sus trapicheos, o sean simplemente a figurar como asesores de lobbys o comisionistas de empresas o simplemente para ir al bar del Congreso a pasar el rato.

Se nos puede acusar de ser muy duros en nuestro análisis, creemos que no porque además actuando con dureza  puede animar a que llegue el sentido común y corregir este desorden democrático e imponer una democracia directa .Estamos en el siglo XXI y gastar papel, sobres y sellos es pensar en el pasado cuando ya los países desarrollados de nuestro entorno solo piensan en el voto electrónico y el electorado es consultado para casi todo. Y los mítines decimonónicos, lo dicho, no determinan nada que pueda sorprender.Los fotógrafos que van a los mítines tiene que hacer ímprobos esfuerzos cuando tiran las fotos para no mostrar un auditorio semi desierto, son verdaderos profesionales de la fotografía política. Hay que cambiar la ley electoral  y limpiar España de espabilados y listillos. Se precisa la elección directa del presidente de España, de alcaldes y presidentes de CCAA y si no alcanzan mayoría para gobernar doble vuelta y no estar en manos de capullos que solo sienten y velan por  sus intereses durante cuatro años de ocio.

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