La Cataluña del siglo XXI, hoy se lo juega todo

No vamos a hacer un análisis pormenorizado de cómo se ha llegado a ésta situación pero sí  de lo que procede hacer, dar marcha atrás de forma inmediata y sin condiciones del objetivo de la independencia ilegal que pretende una minoría en Cataluña mediante unos planes bien pergeñados que están saliendo a la luz. Un golpe de Estado en el siglo XXI y en Europa.

Solo procede en este acto y esta tarde en el Parlament Autonómico de Cataluña una única medida, una única exposición-declaración de Puigdemont, archivar la declaración de independencia unilateral sin condiciones, volver a la legalidad y que vengan otros y se empiece a dialogar con el Estado.Lo anterior lo pide hasta un antifranquista y catalanista como es el cantante Serrat.

Otra medida, otra declaración no resuelve nada. Cataluña y España tienen que resolver su futuro de forma conjunta. El no hacer lo anterior es abocar al precipicio a Cataluña, a los ciudadanos y de paso restar poder económico a España como potencia, como nación y eso no se puede permitir. Si existe declaración de independencia ya sea parcial, total o sea descafeinada, el Estado tiene que asumir competencias de forma inmediata y no seguir con paños calientes que no resuelven nada.

El Estado tiene que recuperar la legalidad constitucional. La banda de los independentistas se encuentra absolutamente sola desde el ámbito social, político y económico, y en Europa todos los cancilleres miran como una quimera imposible lo que pretenden de forma ilegal, con engaños y además saltándose la ley los independentistas catalanes. En un Estado democrático no se puede transgredir la ley como se ha venido haciendo estos años porque se quiebra el estado de convivencia. Todas las fuerzas políticas tienen que apoyar la solución única que debe de primar esta tarde en el Parlament y restaurar la legalidad. Y esa declaración conjunta de todas las fuerzas políticas de España democráticas tiene que ser sin matices. Primero hay que recuperar la legalidad constitucional y después viene el dialogo,los pactos, consensos. Hay que llegar a unas elecciones legales como principio, o como final de este periodo plagado de ilegalidades.